Skoda Fabia Greenline

Bien sea por conciencia ecológica o por los beneficios fiscales que se contemplan para los automóviles que menos contaminan, el caso es que la oferta de vehículos "verdes" cada vez es mayor. Lo común es que las versiones que reciben esta catalogación dentro de la marca, la consigan gracias a mejoras aerodinámicas, a desarrollos del cambio más largos, a neumáticos específicos con menor resistencia a la rodadura y a pequeñas modificaciones en la gestión del motor. Este es el caso de los modelos de Skoda que lucen el distintivo Greenline. El Fabia ha sido el primero de la gama en incluirlo. El precio de esta versión es de 14.300 euros.

El Skoda Fabia luce una estética fresca y muy personal que le sirve para distinguirse de otros utilitarios más convencionales. Además, pone especial énfasis en el aspecto práctico, lo que da como resultado un extraordinario aprovechamiento del espacio interior y una imagen compacta y robusta. La parte superior de la carrocería es prácticamente idéntica a la del Suzuki Swift, con una línea de techo muy plana y la misma distribución de la superficie acristalada. Por el lateral se aprecian unos pasos de rueda más abultados que en la primera generación del Fabia y una marcada línea de cintura. Por supuesto, tampoco pasa desapercibido el distintivo Greenline, que aparece pintado en letras verdes sobre el blanco puro de la carrocería. La parrilla adopta las formas típicas de la marca, con el clásico listón cromado en el que se aloja un logotipo de gran tamaño. Los grupos ópticos también aumentan sus dimensiones y en la parte posterior, muestran la característica forma de C.

El Fabia es un utilitario de medidas compactas. Tiene una longitud que roza los 4 metros, una anchura de 1, 64 m. y una altura de 1,50 m., pero sin embargo dispone de un espacio interior sobresaliente para un coche de su categoría. Puede alojar a cuatro adultos sin estrecheces y aún le sobran 300 litros de capacidad de carga en el maletero. La presentación del acabado interior es bastante austera, con materiales sencillos, pero funcional. Los mandos de la consola central permiten una fácil localización y utilización por parte del conductor. Lo único más incómodo es que los espejos retrovisores exteriores no tenían regulación eléctrica.

El motor que utiliza la versión Greenline del Skoda es el 1.4 TDI de 80 caballos. Es el mismo tricilíndrico que montan algunos modelos de Seat y de Volkswagen, como por ejemplo el Ibiza Ecomotive y el Polo Bluemotion. Lo mejor de esta mecánica es el bajo consumo que consigue, tanto es así que durante la prueba nos asaltaron las dudas sobre el correcto funcionamiento del indicador del nivel del depósito pues, tras recorrer más de cien kilómetros, la barras que se muestran en el panel digital del salpicadero permanecían inalterables. Y es que el Fabia Greeline logra medias de 4,3 litros a los 100 kilómetros. Lo peor son las vibraciones y, sobre todo, el alto nivel sonoro.

El Fabia Greenline, dejando al margen el ruido, es cómodo es su utilización, pero no ofrece el mismo dinamismo que un Mazda 2, por citar alguno de los modelos de su segmento. Las suspensiones filtran bien las irregularidades del asfalto pero su tarado, tirando a blando, hace que se transmitan más los balanceos de la carrocería cuando, en carreteras viradas, se adopta un ritmo algo más alegre. La respuesta del motor a bajo régimen es rápida y hasta algo brusca, sin embargo las recuperaciones ya no son tan enérgicas debido a unos desarrollos del cambio largos que benefician el consumo.

El Greenline, al igual que el resto de versiones del Fabia, no es de los que mejor equipamiento de serie ofrecen. Aunque sí dispone de una abundante lista de opciones, entre las que se encuentra el ESP por un precio de 360 euros. El airbag del acompañante, de serie desde el acabado más básico, si se quiere con el sistema de desconexión para poder colocar una silla infantil en el asiento delantero, habrá que pagar otros 40 euros. Para rebajar el peso total del vehículo y así mejorar el consumo, el Fabia Greenline sustituye la rueda de repuesto por un kit antipinchazos. Lo que sí incluye dentro del equipamiento de serie es ABS, faros halógenos, airbag delanteros frontales y laterales y 2 anclajes Isofix en los asientos traseros.

El Greenline, al igual que el resto de versiones del Fabia, no es de los que mejor equipamiento de serie ofrecen. Aunque sí dispone de una abundante lista de opciones, entre las que se encuentra el ESP por un precio de 360 euros. El airbag del acompañante, de serie desde el acabado más básico, si se quiere con el sistema de desconexión para poder colocar una silla infantil en el asiento delantero, habrá que pagar otros 40 euros. Para rebajar el peso total del vehículo y así mejorar el consumo, el Fabia Greenline sustituye la rueda de repuesto por un kit antipinchazos. Lo que sí incluye dentro del equipamiento de serie es ABS, faros halógenos, airbag delanteros frontales y laterales y 2 anclajes Isofix en los asientos traseros.