Cambios estéticos y nuevos motores
El Skoda Fabia y el Skoda Roomster, los pilares básicos de las ventas de la marca checa en España, tienen una nueva cara. Los pequeños cambios que han recibido ambos coches en sus carrocerías, especialmente en el frontal, los hacen más actuales y agradables a la vista. Pero Skoda no se ha limitado a realizar el típico "facelift" estético, sino que también ha aprovechado para introducir más equipamiento y una nueva gama de motores más acordes con lo que el mercado demanda actualmente: poco gasto de combustible, pocas emisiones, buen rendimiento y marcha silenciosa. Estas son características que cumplen tanto el nuevo tres cilindros diesel 1.2 TDI de 75 CV como el 1.6 TDI de 90 o 105 CV, todos ellos equipados con filtro de partículas diesel y sistema de inyección common rail (adiós al anterior sistema inyector-bomba). Y por supuesto, son características también atribuibles a los motores de gasolina 1.2 HTP de 60 CV y 1.2 TSI de 85 o 105 CV, que destacan por su finura de funcionamiento y silencio mecánico. Por primera vez en la gama Fabia y Roomster se incluye el cambio DSG de 7 velocidades, que monta exclusivamente la versión 1.2 TSI. Los precios empiezan en los 11.810 euros que cuesta el Fabia 1.2 Young y acaban en los 18.980 euros del Roomster Scout 1.6 TDI CR. Entre estos baremos se sitúan el resto de versiones, tanto gasolina como diesel, del Fabia, Fabia Combi , Fabia Combi Scout, Roomster o Roomster Scout, en acabados Young, Style y Sport. Skoda nos dejó conducir algunos de ellos por carreteras de Grecia, y estas son las conclusiones.
A simple vista puede parecer que ni el Skoda Fabia ni el Skoda Roomster han recibido excesivos cambios en su imagen, y en parte es cierto. Mantienen sus líneas estéticas básicas, que podrán gustar más o menos, pero que es evidente que los hacen originales y los diferencian de su competencia más directa: Citroen C3, Opel Corsa o Ford Fiesta, en el caso del Fabia; Renault GranModus, Citroen C3 Picasso o Nissan Note, en el caso del Roomster, por citar algunos. Ambos exhiben un nuevo frontal, que es la zona de la carrocería que más cambios ha recibido. El parachoques, los faros (se extienden hacia las aletas delanteras), el capó y la parrilla son de nuevo diseño. Los pasos de rueda montan nuevos embellecedores, las llantas de aluminio son diferentes y por primera vez las versiones no Combi del Fabia tienen la opción de montar barras en el techo. Son pocos cambios, pero según nuestro parecer, acertados y necesarios, que contribuyen a modernizar la estética de estos coches, que siempre ha pecado de ser bastante sobria. El Skoda Fabia se vende con dos tipos de carrocería: la compacta o Hatchback y la tipo break, denominada Combi. También podemos optar por la versión Scout, caracterizada por sus anchos pasos de rueda y las protecciones simuladas que le dan una estética más campera y muy de SUV. Este look más off-road también está disponible para la gama Roomster.
Los cambios introducidos por Skoda también afectan al interior. El cuadro de instrumentos se ha rediseñado y se utilizan nuevos materiales, algunos nobles como el cuero. Al entrar en el habitáculo y ponerse al volante, tanto del Fabia como del Roomster, la sensación de calidad percibida es más elevada de lo que se espera en un coche de su nivel y precio. Especialmente si instalamos algunas de las opciones de equipamiento que Skoda nos ofrece para personalizar el coche, y que montaban las unidades que condujimos en la presentación: volante deportivo de tres radios multifunción forrado en cuero, tapicería de los asientos parcialmente en piel, navegador Amundsen con pantalla a color táctil de 5", o el climatizador, entre otras. El tacto y calidad de los materiales utilizados es más que correcto, y los ajustes también. El espacio interior es bueno, pero nos pareció mejorable la distancia entre filas. En el Roomster se puede desplazar longitudinalmente la banqueta trasera, ganando así algo de espacio para las piernas. Pero si en algo destacan estos dos coches es en la capacidad de maletero, que en el caso del Fabia Combi es de 505 litros con capacidad de ampliarse hasta los 1.485, mientras que en el Roomster podemos pasar de los 480 originales hasta los 1.810 litros, una vez abatidos los asientos.
Los cambios más importantes hacen referencia a la nueva gama de motores de gasolina, diseñados siguiendo las premisas del concepto "downsizing": poca cilindrada, mucha potencia (gracias al empleo del turbo o y la inyección directa a alta presión) y reducido consumo. El motor de gasolina más sencillo es el conocido tres cilindros 1.2 HTP de 60 CV o 70 CV, que monta la gama Fabia, y que ahora tiene un funcionar más suave y silencioso gracias a la sustitución de la cadena del árbol de levas por una correa dentada. El segundo motor de gasolina es un 1.2 TSI de cuatro cilindros, de 85 o 105 CV, que montan tanto el Fabia como el Roomster. Puede ir asociado a un cambio manual de cinco velocidades o bien al nuevo cambio automático DSG de 7 velocidades, totalmente recomendable si buscamos un mayor placer de conducción. Por lo que hace referencia a los motores diesel, éstos abandonan el antiguo sistema tipo inyector-bomba para confiar en la moderna tecnología common rail de inyección a alta presión (hasta 1.600 bares) que hace el motor más eficiente, silencioso y reduce sus vibraciones. El diesel de entrada a la gama es un 1.2 TDI de 75 CV, mientras que el más potente es el 1.6 TDI de 90 o 105 CV. Son los mismos diesel que se han montado en el Volkswagen Polo, sin ir más lejos.
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Precisamente una de las características que más nos han gustado de la nueva gama Skoda Fabia y Roomster es la finura de funcionamiento de toda su gama de propulsores. Pudimos conducir tanto las versiones con motor de gasolina como la TDI de 105 CV, y en cualquier caso nos encontramos con propulsores que destacan por la elasticidad en su respuesta, su silencio mecánico y sus buenas prestaciones tanto en aceleración como en recuperación. En cuanto a consumos, el gasolina 1.2 TSI de 105 CV gasta oficialmente 5,3 l/100 km. El diesel más potente tan sólo 4,2 l/100km de media. Al volante del Fabia o del Roomster se percibe una buena sensación de conducción. No son coches para apretarlos en conducción deportiva, ya que su chasis ha sido diseñado principalmente para favorecer el confort de los pasajeros, y en apoyos en curva la carrocería de ambos modelos balancea un poco, fruto de la morbidez de las suspensiones. Son coches sin demasiadas pretensiones, básicamente cómodos y fáciles de conducir. El guiado es bueno, la dirección es precisa y directa y el cambio de marchas es de accionamiento suave. Nos pareció bien escalonado, con una quinta marcha lo suficientemente larga para poner el coche a velocidad de crucero legal con el mínimo consumo. Tanto el Fabia como el Roomster se perciben ligeros y bien equilibrados en los principales aspectos que afectan a la conducción.
Estos Skoda, en cualquiera de sus versiones, equipan cuatro airbags de serie (delanteros y laterales) y dos opcionales (los de cabeza, que son de serie tan sólo en los acabados Sport y Scout). El equipo de frenos está compuesto por discos delanteros y traseros, excepto la versión con motor 1.2 de 60 CV, que monta tambores traseros. El sistema ABS-+ MSR+ Dual Rate también es de serie en todos los vehículos. Desgraciadamente, no ocurre lo mismo con el control de estabilidad, que es opcional para los acabados Young y Style (vale 370 euros). Otros elementos destacados presentes desde el acabado más básico son las fijaciones Isofix en asientos traseros, los faros antiniebla delanteros, la activación automática de las luces de marcha o la tercera luz de freno, entre otros.
Estos Skoda tienen en su excelente relación calidad-precio su gran caballo de batalla. Tanto el Fabia como el Roomster son coches muy equilibrados en todo: comportamiento, prestaciones, consumos y equipamiento. La introducción de una nueva gama de motores, ya conocida en otros modelos del grupo Volkswagen, da un toque de calidad a estos vehículos básicamente utilitarios, diseñados para un uso funcional y sin demasiadas pretensiones. Si lo que buscas es un coche sencillo, bien terminado y equipado, poco bebedor y que cueste entre dos y tres millones de las antiguas pesetas, estos turismos de la marca checa pueden ser una excelente opción.
me ha decepcionado bastante la marca skoda, tengo un roomster 1.4 tdi y la verdad eske no stoy muy contento tiene 2 años y me salio un problema de embrague y engranaje de marchas, todo fueron pegas con tal de no kerer pasarlo por garantia, pero al final paso y lo del ruido, hace un monton de ruido. saludos.