Elegancia racional
Al igual que sucede con otros modelos de Skoda, la gama del Octavia cuenta con un acabado que rinde homenaje a los fundadores de la marca, Laurin & Klement. Este acabado, que supone el tope de gama dejando a un lado la versión deportiva RS, busca aportar mayor exclusividad mediante un aspecto más elegante y un equipamiento de serie más completo. En esta versión, la racional berlina checa de cinco puertas está disponible sólo con dos motores, uno de gasolina y otro diésel. En esta prueba hemos conducido la versión 2.0 TDI de 150 CV con cambio de doble embrague DSG, una versión que garantiza confort de marcha y suavidad, así como una conducción sencilla y sin sobresaltos.
Esta versión cuesta, según la tarifa oficial de Skoda, 32.670 euros sin tener en cuenta los opcionales que llevaba la unidad probada. No se trata de un desembolso bajo. Sin embargo, actualmente existe una campaña comercial de hasta 5.000 euros financiando con Vokswagen Finance. El Octavia, construido sobre la nueva plataforma MQB del Grupo Volkswagen, es una berlina a medio camino entre los segmentos C (por motores, plataforma y precio) y el segmento D (por tamaño aunque el Superb sea el auténtico Skoda de ese segmento).
Detalles exteriores
Esta versión tope de gama de la berlina checa (la más completa y equipada si obviamos las variantes deportivas RS) cuenta con algunos elementos exteriores de serie que la distinguen del resto de la gama. En primer lugar hay que destacar la presencia de faros bi-xenón con luz diurna de tipo LED integrada así como faros antiniebla adaptativos con fondo oscuro. El resultado de esta combinación es una iluminación excelente que asegura una gran visibilidad en plena noche al rodar por carreteras sin ningún tipo de luz o reflectante.
Al echarle un vistazo al vehículo de forma lateral encontramos unas llantas de aluminio de 18 pulgadas específicas, con diseño de tipo Turbine, asociadas a unos neumáticos Continental en medidas 225/40 R18. También cabe señalar que esta versión cuenta con retrovisores calefactables y plegables eléctricamente.
Otra de las características del Octavia Laurin & Klement se halla en la línea cromada que recorre la base de las ventanillas, con la que el modelo gana en distinción. En las aletas delanteras se aprecia la presencia del pequeño emblema Laurin & Klement con el que se identifica aún mejor esta exclusiva variante de la berlina de Skoda. De la parte trasera hay que subrayar que las luces en forma de C integran tecnología LED. El color Marrón Topaz de la carrocería es opcional (220 euros).
Destacable vida a bordo
El Octavia Laurin & Klement también incorpora numerosos elementos en su interior con los que no sólo se incrementa su equipamiento sino también el grado de calidad percibida. Comenzando por el puesto de conducción hay que señalar el confortable asiento con reglajes eléctricos, entre los que se incluye también el ajuste lumbar y que cuenta además con función de memoria. Otro de los valores añadidos de esta variante es la elegante tapicería, de color marrón y que combina cuero y Alcántara, con el logo Laurin & Klement en los respaldos.
Los diseñadores de Skoda también han recurrido en la versión probada al marrón tanto para el tablier como para la parte inferior del salpicadero, mientras que la zona superior es de color negro. Al seguir observando el habitáculo se encuentran los rediseñados paneles interiores de las puertas, que conjugan también el marrón y el negro. No hay que pasar por alto detalles como los marcos de las puertas delanteras, con efecto aluminio y que también incorporan el logo de esta versión exclusiva. El techo, por su parte, es de un tono beige claro que beneficia la luminosidad interior, reforzada además por el techo solar panorámico que también lleva de serie este acabado.
En general, el automóvil goza de un muy buen nivel de terminaciones y transmite una destacable calidad. Sobresale en términos de amplitud. Las plazas delanteras son espaciosas y muy confortables mientras que las traseras destacan por su importante distancia entre filas, lo que genera un buen espacio para las rodillas. Dos personas viajarán más cómodas que tres a causa de la mayor rigidez del mullido de la plaza central y a la intrusión del túnel de transmisión. Por su parte, el maletero brinda nada menos que 590 litros, una capacidad que lo sitúa en la cima de su categoría.
Amplio equipamiento
Además del espacio interior, el poblado equipamiento es uno de los fuertes de esta versión. Incluye airbags frontales, laterales, de cabeza y de rodilla, control de estabilidad, climatizador bizona y volante de cuero multifunción (esta unidad lleva levas, con coste extra de 105 euros). Cabe resaltar la calidad del sistema de sonido Canton de serie, que cuenta con diez altavoces, incluyendo un subwoofer en el maletero generando una potencia total de 570 vatios.
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También como extras pueden incluirse otros sistemas y elementos que no lleva esta unidad pero que pueden resultar de interés como los airbags laterales traseros (295 euros), cámara de visión trasera (255 euros) y una notable variedad de ayudas electrónicas como el asistente de frenada automática (290 euros), el asistente de mantenimiento de carril (375 euros) o el detector de fatiga (40 euros).
Suave y eficiente
Desde el momento en que lo puse en marcha comprobé que este motor diésel se distingue por una gran suavidad de funcionamiento. Su par motor máximo es de 320 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm y demuestra un buen comportamiento en la zona baja del cuentarrevoluciones. Este motor ya lo hemos probado en otros modelos del Grupo y tiene un funcionamiento quizás menos refinado pero, en este caso y dado el buen aislamiento del Octavia, se percibe poco su funcionamiento.
Si bien no es un “relámpago”, el bloque responde bien de salida y no se amilana cuando se encuentra con repechos en autopista, aunque si va cargado sí que se aprecia cierta falta de empuje. La elasticidad es una de sus virtudes y, además, registra un bajo nivel de sonoridad general. Aunque está disponible en manual, he probado la versión con caja de cambios automática de doble embrague DSG de seis velocidades. Esta transmisión es bastante rápida a la hora de cambiar de marcha y cuenta con un escalonado muy equilibrado. El hecho de contar con levas en el volante facilita su uso cuando se escoge el modo secuencial.
En materia de eficiencia, homologa una excelente media de 4,5 litros cada 100 km y unas emisiones de 119 g/km de CO2. La cifra de consumo registrada tras la prueba fue de 5,8 litros, un valor realmente bajo si tenemos en cuenta que el recorrido estuvo integrado por ciudad, carreteras interurbanas, de montaña y autopista. En cuanto a prestaciones, logra un nivel bastante bueno teniendo en cuenta las características del motor, pues consigue completar el 0-100 km/h en 8,6 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 215 km/h.
Confort de marcha
El Octavia ofrece una buena calidad de rodadura. Al rodar por autopista el vehículo se muestra muy aplomado, algo en lo que influye directamente una distancia entre ejes de 2,69 metros. No obstante, ello le resta cierta agilidad a la hora de conducir por carreteras reviradas. En cualquier caso, se trata de una berlina estable, con buen comportamiento en los apoyos, ya que el chasis los afronta de forma noble y no se producen balanceos considerables de la carrocería.
Pero por encima de todo, el rasgo dinámico que mejor define al modelo de Skoda es el confort de marcha que transmite a los ocupantes. Esto lo consigue gracias a la notable capacidad de absorción de las irregularidades de la calzada por parte del sistema de suspensiones. Alcanza un equilibrio muy acertado gracias a un tarado más bien blando pero con la firmeza justa como para garantizar un comportamiento satisfactorio al animar el ritmo por carreteras de curvas.
La unidad probada equipaba un sistema de modos de conducción (opcional por 100 euros) que permite variar entre Normal, Sport, Eco e Individual. Cada uno de ellos modifica diferentes parámetros para adaptar la conducción a cada circunstancia de conducción. El modo en que más noté estas adaptaciones fue en el deportivo, pues el endurecimiento de la dirección supone una mejora cuando llega la hora de enlazar curvas. Por su parte, el modo Normal establece un compromiso pensando en el confort y el Eco, en la eficiencia, aunque perdiendo algo de prestaciones. Mientras tanto, el Individual permite modificar los parámetros según las preferencias de cada conductor
Conclusión
A la sobriedad habitual del Octavia, esta variante Laurin & Klement le añade un toque de distinción, no sólo por el equipamiento adicional sino también por el toque Premium que le aporta la tapicería y el predominio del color marrón en el habitáculo. No se trata de un coche barato (sin tener en cuenta la promoción actual de 5.000 euros) pero la relación calidad-precio de esta terminación del modelo checo es bastante equilibrada. Si bien no es tan económico como otros acabados inferiores, el sobreprecio queda justificado por los numerosos elementos que vienen de serie. Por otra parte, se trata de un vehículo que destaca por un interior práctico y un importante confort de marcha reforzado por la suavidad de su motor y su transmisión.
Octavia 2.0 150cv diesel modelo elegance 21000 euros contado, consumo interurbano 5.1 litro (ciudad/carretera), 2000 rpm, 130 km/hora, sin problemas(año 2014).Un saludo.