Bajo consumo y alta capacidad
Más allá del nuevo “look”, mucho más moderno y actual, del nuevo Octavia, el aumento de tamaño de la berlina checa ha generado un interior más amplio en todos los aspectos. Desde los ocupantes hasta el equipaje, todos se benefician de la ganancia de centímetros que, sin ser exagerada, afecta positivamente al confort interior. Un confort que también se obtiene gracias a la suavidad de marcha que proporciona el automóvil al ponernos en movimiento, pues monta un chasis muy equilibrado y con un buen compromiso dinámico.
Mención aparte merece el propulsor que hemos probado que, hasta que Skoda lance la versión GreenLine dentro de unos meses, se reafirma como el más eficiente de la gama. Nos referimos al motor 1.6 TDI de 105 CV, capaz de establecer unos registros de consumo y emisiones realmente seductores en estos tiempos que corren, sobre todo si tenemos en cuenta que brinda un rendimiento más que razonable para su caballaje.
Crecen sus proporciones
Si lo comparamos con el modelo anterior, el nuevo Octavia es 9 cm más largo y 4,5 cm más ancho. Su renovación ha venido acompañada de un diseño más moderno con el que el modelo del fabricante checo se ha actualizado por completo y se ha integrado en la línea de diseño que se inició en el Rapid. En lo que respecta a su aspecto, el frontal destaca por la elevada presencia de líneas horizontales, que acentúan la sensación de anchura del vehículo y le dan una apariencia más asentada sobre el asfalto.
La parrilla, integrada por 19 tiras verticales, es algo más grande que antes y está situada más arriba. No hay que pasar por alto que el logo de Skoda se ha trasladado de la parrilla al capó, ofreciendo una imagen más novedosa y respetando la nueva tendencia dentro de la marca.
Si observamos el vehículo de perfil apreciaremos que el voladizo delantero es más corto y que el pilar C se ha desplazado hacia atrás. Cabe destacar que la distancia entre ejes ha aumentado en casi 11 centímetros con respecto al Octavia anterior. Mientras tanto, la zaga del vehículo se distingue por unas líneas más limpias y por la presencia de las luces en forma de C característica de Skoda que, con el nuevo diseño, es aún más reconocible.
Notable ergonomía
Nada más sentarnos al volante del nuevo Octavia observamos la facilidad de alcance de los mandos y su uso intuitivo. Todo está en su sitio por lo que, ergonómicamente, no hay ningún pero. Como de costumbre en este modelo, no encontramos un diseño interior que sorprenda por originalidad, pues la sobriedad es la tónica general. En general, el interior está bien acabado, tanto por los materiales empleados como por los ajustes de los distintos paneles. Además, el asiento es confortable y sujeta bien el torso durante la conducción.
Una de las mayores virtudes del interior del Octavia es, sin lugar a dudas, su carácter funcional, pues su habitáculo está repleto de pequeños espacios para vaciarnos los bolsillos o incluso para alojar objetos de tamaño algo mayor. El incremento de la distancia entre ejes de la renovada berlina checa se ve reflejado en una mayor habitabilidad de la que se aprovechan, sobre todo, los pasajeros posteriores. Y es que la distancia entre filas de que disponen es muy buena incluso para personas de altura superior a la media. La plaza central, eso sí, no es igual de cómoda debido al espacio que resta el túnel central. Por su parte, en el maletero aguarda otro de los puntos más favorables del vehículo, ya que nos ofrece un excelente volumen de 590 litros que, si abatimos los respaldos traseros, aumenta hasta nada menos que 1.580 litros.
Nuestra unidad, perteneciente al acabado intermedio Ambition, equipa de serie climatizador bizona, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, volante multifunción, empuñadura de la palanca de cambios y freno de mano de cuero, reposabrazos central delantero, guantera refrigerada, ,ordenador de a bordo, control de velocidad de crucero, radio-CD MP3 con ocho altavoces, entrada USB, lector de tarjeta SD y Bluetooth.
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El más ahorrador de la gama, de momento
Bajo el capó de nuestra unidad se encuentra el propulsor 1.6 TDI GreenTec de 105 CV. Su entrega de par máximo es de 250 Nm entre 1.500 y 2.750 rpm y, si bien su respuesta a bajas revoluciones no es excepcional enérgicamente hablando, el motor acelera muy bien una vez que supera las 1.700 vueltas y muestra, además, una interesante elasticidad. El bloque cuenta con sistema Start/Stop de serie, lo que contribuye a ahorrar combustible.
Hasta que, a finales de año, se incorpore a la gama la variante GreenLine, que será la más “limpia” de todas y montará el bloque 1.6 TDI pero con 110 CV, el motor que hemos probado supone la alternativa más eficiente. Marca unas emisiones de CO2 de sólo 99 g/km y un consumo medio homologado de 3,8 litros cada 100 km, unos registros magníficos que no fueron demasiado superiores durante nuestra prueba. Y es que el valor medio que ofreció el ordenador de a bordo fue de 5,1 litros.
En lo que se refiere a la caja de cambios, el bloque se asocia a una transmisión manual de cinco velocidades. La verdad es que no se echa en falta una sexta relación, pues en quinta el motor ya va bastante desahogado y, como hemos comentado, se obtiene un nivel de consumo excelente. Asimismo, hay que señalar que el tacto de la palanca es muy preciso y refuerza la sensación de calidad del vehículo.
Gran suavidad de marcha
En términos dinámicos, lo primero que apreciamos al rodar con el nuevo Octavia es su notable suavidad de marcha, un aspecto que se ha afinado todavía más si lo comparamos con el modelo que conocíamos hasta la fecha. Monta una amortiguación muy equilibrada, que absorbe de forma muy satisfactoria los pequeños baches del asfalto sin resultar excesivamente blanda.
Resulta muy estable en curva y sus nobles reacciones dinámicas, previsibles y sin sobresaltos, hacen que se trate de una apuesta más pensada como coche de espíritu familiar que como un automóvil con el que vibrar sobre el asfalto. El automóvil del fabricante checo dispone de una muy buena insonorización que, unido a sus avances en materia aerodinámica, hace que la experiencia de conducción sea aún más agradable. Todo ello contribuye a fomentar la conducción sosegada para la que está concebido el vehículo.
Por su parte, el tacto de dirección suma sus virtudes al resto del conjunto, poniendo su granito de arena en la consecución de un importante placer de conducción. Cuenta con una buena asistencia y su precisión permite mantener constantemente una gran sensación de control sobre la conducción. En lo que se refiere a seguridad, la renovada berlina de Skoda se beneficia de una eficaz frenada y dispone de airbags frontales, laterales, de cabeza y de rodillas así como control de estabilidad de serie.
Conclusión
Para los conductores que, en lugar de buscar un nivel prestacional elevado, ansíen un automóvil que les dé alegrías al mirar el ordenador de a bordo y un habitáculo muy amplio con un fantástico, la versión que hemos probado del Octavia puede ser quizá la más acertada. Además, llega con un envoltorio renovado, más elegante y actual, y con un equipamiento más ambicioso. Y todo ello sin pasar por alto la presencia de nuevos ingenios funcionales que Skoda ha diseñado para hacer más fácil el día a día de los ocupantes.
Yo tengo un Octavia el 1.9 TDI 130 CV del 2004, modelo 1u2 a los 2 meses cambiaron el modelo, y ahora tiene 279.000 km En 6 años que lo llevó le he hecho 130.000 km y super contento. 0 problemas , solo una rotula de dirección y una rotula axial. Ahora me planteo adquirir otro Octavia , alguien lleva el 2.0 150 CV que tal va? Busco motor a bajas revoluciones lo que alarga su vida, hago al año unos 25.000 km. Un saludo