Original, divertido y polivalente
El Skoda Yeti es el primer modelo de filosofía campera de la marca de origen checo propiedad del Grupo Volkswagen. Se caracteriza por unas dimensiones exteriores compactas (4,2 m de largo por 1,79 de ancho y 1,69 de alto) y por el máximo aprovechamiento del espacio interior, optimizado gracias a su sistema de carga VarioFlex. Lo más interesante de este modelo, el quinto de la marca y primer SUV "en condiciones" si no se cuentan las versiones Scout de la marca, es su polivalente enfoque de uso. Demuestra un excelente comportamiento en carretera, se desenvuelve bien en ciudad y ofrece buenas aptitudes montañeras para disfrutar de la naturaleza.
Con su lanzamiento, Skoda revitaliza su catálogo de productos y explora de paso una nueva vía que a buen seguro le reportará éxito ya que el Yeti se adapta muy bien a la realidad del mercado y al segmento de moda: el de los todocaminos compactos de vocación asfáltica, con atractivas alternativas como el Nissan Qashqai, el Ford Kuga, el Renault Koleos, el Honda CR-V, el Toyota RAV4, el Mitsubishi Outlander o los más exclusivos BMW X1 y Volkswagen Tiguan, por citar algunos.
Texto y
Diseño
El Yeti es bastante original estéticamente, cuenta con un diseño robusto y a la vez estilizado que destaca por una generosa superficie acristalada para dar mayor luminosidad interior, factor que al tratarse de un coche que mezcla características de todoterreno y vehículo familiar se agradece.
Su peculiar concepción, como pasa con el ecléctico Skoda Roomster, hace que sea difícil encasillarlo en una sola categoría, puesto que presenta unas formas bastante cuadradas, que posibilitan un buen aprovechamiento del espacio interior, a la vez que adopta rasgos singulares, como los faros redondos encastrados en las esquinas de las ópticas delanteras cuadradas. En suma, es original, amable y muy racional en sus formas y su diseño despierta simpatía, además de resultar discreto y nada ostentoso.
Habitabilidad
El espacio interior es sorprendente considerando sus contenidas dimensiones exteriores. Además, los asientos delanteros se ubican en una posición elevada para favorecer la visibilidad. Los pasajeros que ocupan las plazas traseras, se ubican dos centímetros por encima de sus acompañantes delanteros, creando un "efecto grada" y facilitando la visión. Precisamente esta posición elevada del volante y el puesto de conducción resulta muy cómoda y aporta una mayor sensación de control sobre el entorno.
En cuanto a la flexibilidad del interior, aumenta gracias al mencionado concepto VarioFlex, que proporciona al Yeti una modularidad interior de referencia. Los tres asientos se pueden abatir o retirar de forma individual, y los laterales se pueden desplazar hacia delante o hacia atrás hasta 15 cm, e incluso hacia el interior, si se prescinde de la unidad central, transformándose así en un vehículo de cuatro plazas, e incrementando el espacio en la parte trasera. Asimismo, puede alcanzar una capacidad máxima de maletero de hasta 1.760 litros de carga. Para los bultos, todas las "herramientas" propias de un familiar: cubierta para el equipaje, anillas de anclaje, y redes para asegurar la carga.
En cuanto al acabado y al aspecto general de todos los materiales sorprende agradablemente el buen tacto de los revestimientos y su preciso ajuste.
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Mecánica
El Yeti se ofrece con cinco motores de última generación y entre los de gasolina la versión de la prueba conforma la opción superior. Monta el conocido bloque de inyección directa de gasolina con turbo e intercooler 1.8 TSI de 160 CV que el Grupo VAG ofrece en otros muchos modelos, como el VW Golf, el Audi A3, el Seat León, etc. En el Yeti se acompaña con un cambio manual de 6 velocidades y tracción 4x4 con embrague Haldex de cuarta generación.
Lo cierto es que este propulsor es una delicia por suavidad de funcionamiento y por rapidez de respuesta, y posee un potencial prestacional notable. Acelera con un brío y una facilidad pasmosa y se muestra capaz de empujar desde bajas vueltas y hasta con marchas altas. El hecho de tener un peso contenido y un volumen discreto hace que además de registrar cifras más que interesantes (200 km por hora de punta con un 0-100 en 8,4 segundos) su consumo se mantenga en una escala moderada, entorno a los 8 litros a los 100 km.
Comportamiento
Con un chasis robusto y el plus en seguridad que aporta la tracción integral (muy eficaz sobre nieve o terrenos resbaladizos pero también idónea sobre asfalto mojado o trazados sinuosos) el Yeti se comporta muy bien por carretera, con un aplomo digno de un automóvil compacto de corte deportivo. Gracias a su suspensión trasera de tipo multibrazo, es agradable, cómodo y fácil de conducir pues balancea muy poco y su estabilidad es muy buena, ofreciendo solvencia y eficacia en la transmisión de su potencia al suelo.
Igualmente, el tacto de la dirección es óptimo y proporciona un alto grado de precisión y seguridad. Fuera de la carretera está facultado para circular con solvencia sobre nieve, barro o pistas gracias al sistema Haldex de tracción a las cuatro ruedas. Este dispositivo de tracción 4x4 inteligente funciona de manera automática y en conducción normal transmite el 96% de la potencia a las ruedas delanteras. Si sus sensores detectan diferencias de velocidad entre ambos ejes, el embrague puede transmitir hasta el 90% de la potencia al eje trasero.
Seguridad
Además de la citada tracción total, un extra en seguridad que resulta de lo más práctico gracias a que interviene cuando es necesario, el Yeti cuenta con otros dispositivos de asistencia a la conducción muy útiles, como el sistema de control de descenso, una función que se encarga de retener el coche -sin intervención del conductor- para descender pendientes pronunciadas a baja velocidad y controlando siempre la situación. Los habituales dispositivos que las marcas del Grupo VAG han estandarizado en sus modelos de gama media-alta (airbags delanteros y laterales, ABS, EBD, ESP, TC...) está también presentes en esta versión del Yeti, mientras que el acabado Ambition incorpora además airbags de rodilla y de cortina, control de velocidad, etc.
Valoración Final Por sus características mecánicas, sus cualidades dinámicas, su capacidad interior y su calidad de acabados, el Yeti es un excelente producto capaz de competir con rivales de prestigio consolidado en el mercado. A priori su precio (27.770 euros) resulta casi desorbitado, pero una vez acostumbrados a sus ventajas y analizando lo que ofrece y sobretodo cómo responde, se queda en elevado. Hay que recordar a su favor que el equipamiento asociado a las variantes más altas y las mecánicas más potentes, como ésta, es de lo más completo y no tiene nada que envidiar a lo que ofrecen otros modelos similares de marcas de prestigio, con tarifas, por cierto, tan o más abultadas.
Vivo en Colombia y poseo un Skoda Yeti 1.8 modelo 2011. me gusta su diseño sencillo y clásico, lo deberían seguir sacando en el mismo estilo y con mejoras mecánicas y tecnológicas.En 5 años que lleva el vehículo en mi poder y con un recorrido de 52,000 kilómetros me acaba de dañar la bobina que alimenta una de las bujías que me costo 192 mil pesos colombianos y yo mismo se la cambié.Es lo único que ha molestado. Esto indica que es un carro confiable en cuestión de calidad. Vivo feliz con él. Es lo mejor que he tenido en cuestión de vehículos.