Skoda Yeti

El primer SUV de Skoda tiene nombre de monstruo, pero eso no es suficiente para hacer temblar a sus rivales, entre los que se encuentra el todopoderoso Nissan Qashqai. Por eso cuenta con una gran modularidad interior y una innovadora tecnología que, por lo menos, le servirá como argumento para dar un zarpazo a la cuota de mercado e intentar arañar el 5% previsto por la marca para este año dentro de su segmento, lo que equivaldría a vender 3.200 unidades.

PVP: 1.2 TSI 105 CV /Del. / Man. 5 vel. Active /18.690 2.0 TDI CR 110 CV /Del. / Man. 5 vel. Active/ 22.490

1.2 TSI 105 CV /Del. / DSG 7 vel. Ambition /n.d. 1.2 TSI 105 CV /Del. / Man. 5 vel. Ambition /n.d. 2.0 TDI CR 110 CV /4x4 / Man. 6 vel. Ambition /26.990 2.0 TDI CR 110 CV /Del. / Man. 5 vel. Ambition /n.d. 2.0 TDI CR 140 CV /4x4 / Man. 6 vel. Ambition /n.d.

1.8 TSI 160 CV /4x4 / Man. 6 vel. Experience /27.690 2.0 TDI CR 140 CV /4x4 / Man. 6 vel. Experience /n.d. 2.0 TDI CR 170 CV /4x4 / Man. 6 vel. Experience /n.d.

El Yeti es un SUV bastante compacto. Mide 4,22 metros de largo, 1,79 m. de ancho y 1,69 m. de alto. Tiene la misma distancia entre ejes ( 2,58 m.) que el Octavia, pues es de este modelo del que toma la base rodante aunque con las oportunas modificaciones de acuerdo con su posible uso off-road. Estéticamente recuerda algo al Roomster, aunque el Yeti tiene mucho más empaque y transmite mayor sensación de robustez. El frontal está presidido por la ya característica parrilla Skoda en la que destaca una ancha banda superior cromada en cuyo centro se aloja el emblema de la marca. Mientras que los grupos ópticos forman parte de las más destacadas particularidades estilísticas del Yeti al combinar dos faros redondos con otros dos alargados. La parte trasera viene marcada por un portón de caída prácticamente vertical.

La habitabilidad es una de las señas de identidad de los modelos de Skoda así que el Yeti no iba a ser menos. Las formas cuadradas de la carrocería facilitan aprovechar el espacio interior al máximo para conformar un habitáculo cómodo y modulable. Además la sensación de amplitud se acentúa gracias a la luminosidad que aporta el doble techo de cristal y a la altura de éste. Es fácil encontrar una postura cómoda de conducción, si bien la primera sensación es de que el pedalier está algo desplazado a la derecha. Las tres plazas traseras son independientes y cada uno de los asientos se puede plegar o incluso retirar de forma independiente. Los dos exteriores también se pueden desplazar longitudinal y lateralmente, claro que para esto último hay que quitar primero la plaza del centro. Con cinco ocupantes la capacidad de carga del maletero es de 416 litros, pero puede llegar a los 1.760 litros. Por el diseño del salpicadero, de la consola central y de sus mandos, el Yeti no puede negar que pertenece al Grupo Volkswagen.

Skoda ha previsto cinco motorizaciones para el Yeti: dos de gasolina y tres diesel, pero cuando en septiembre llegue a nuestro mercado solo estarán disponibles dos mecánicas. Las elegidas para su bautizo comercial son el gasolina 1.8 TSI de 160 CV y el diesel 2.0 TSI de 140 CV. Ambas asociadas a la tracción 4x4 y a un cambio manual de seis velocidades. Un mes más tarde la gama se ampliará con el otro motor de gasolina, el 1.2 TSI de 105 CV, el único que, en principio, podrá acoplar el cambio DSG de 7 velocidades, aunque de serie equipará un cambio manual de seis marchas. Esta motorización está asociada a la tracción delantera exclusivamente, y lo mismo ocurre con el diesel 2.0 TDI de 110 CV que llegará en noviembre junto a la versión diesel más potente, el 2.0 TDI de 170 CV. Skoda también ha anunciado que a medio plazo se podrá optar al cambio DSG en la versión 4x4 del Yeti equipada con el motor 2.0 TDI de 140 CV.

Un embrague multidisco Haldex de cuarta generación es el encargado de gestionar la tracción integral en el Yeti. En condiciones normales el 96% del par lo envía a las ruedas delanteras pero si detecta pérdida de adherencia puede llegar a destinar el 90 % de la potencia del motor al eje posterior. Es el mismo sistema que emplean el Octavia y el Superb 4x4, así que como es completamente electrónico no hay que ocuparse más que de conducir. Por otro lado, para facilitar la conducción fuera del asfalto, el Yeti dispone de una tecla off-road que al activarse modifica los parámetros del ABS, del ESP, del control de tracción y hasta del acelerador para ganar sensibilidad y eficacia en terrenos resbaladizos o inestables. La única condición para que entre en funcionamiento es que no se sobrepasen los 40 km/h. Además, al afrontar una bajada pronunciada el control electrónico de descenso se encarga de todo menos del volante, es decir, que no tendremos que pisar ni el acelerador, ni el freno, el propio sistema es el que regula la velocidad, pero lo más curioso es que para esto hay que poner la palanca del cambio en punto muerto.

La tracción a las cuatro ruedas, además de aumentar la versatilidad del vehículo, aporta un plus de seguridad en caso de circular por terrenos deslizantes, lo que no quiere decir, ni mucho menos, que el Yeti con tracción únicamente al eje delantero sea inseguro. Para ayudar a mantener la trazada elegida aún en situaciones límite está el ESP, que se incluye de serie en todas las versiones al igual que el ABS con asistente a la frenada y control de tracción entre otros. También cuenta, desde el nivel de acceso con airbags delanteros frontales y laterales. Asimismo los asientos delanteros van equipados con reposacabezas activos para evitar el latigazo cervical.

Como se menciona en la introducción de esta toma de contacto, Skoda tiene previsto vender 3.200 unidades del Yeti este año en nuestro país, lo que supondría un 5% del volumen total de las matriculaciones dentro de su categoría. Una cifra más ambiciosa de lo que a bote pronto pudiera parecer si tenemos en cuenta que las ventas llevan acumulado más de un 40% de caída en lo que va de año y que el Yeti se posiciona en un segmento, el de los SUV, cada vez más competido y en el que domina claramente el Nissan Qasqhai con un 24% de cuota de mercado. A esto hay que añadir que Skoda hace tiempo que dejó de ser la marca más barata del mercado, de hecho la tarifa del Yeti parte de 18.690 euros, de modo que con la situación actual y la rivalidad existente no lo va a tener fácil. Ni siquiera en nuestro mercado que es uno de los más importantes para la marca.