El Subaru Impreza es un coche compacto de casi 4,5 metros de longitud, buena habitabilidad, maletero correcto y motor de gasolina de 114 CV de potencia que se ofrece sólo con cambio automático tipo CVT y tracción a las cuatro ruedas. Lo hemos probado en su versión más equipada, en acabado Excellence, cuyo precio de venta es de 23.200 euros.
¡Puedes conocer más detalles aquí!: https://www.coches.net/descubresubaruimpreza/
El Impreza es el equivalente en la categoría de los compactos al XV en la de los SUV (videoprueba del XV con motor 2.0 de gasolina en este enlace) y comparte con su hermano campero el nuevo chasis global de la compañía japonesa, más rígido y con mayor distancia entre ejes que en la generación anterior (que no llegó a España), lo que se traduce en una mejor habitabilidad.
El Impreza tiene una estética más discreta que la del XV. Es un coche que pasa bastante desapercibido, con un frontal en el que destaca la parrilla trapezoidal, no muy grande, y los adornos cromados sobre los faros antiniebla. La línea lateral es la propia de un compacto de cinco puertas aunque es un coche largo para los estándares del segmento (mide 4,47 metros) y en la parte trasera deja muy claro que es el mismo coche que el XV, sin más cambios que el color del alerón trasero en el color de la carrocería (en el SUV es negro) y un parachoques convencional.
Si entramos en el habitáculo, sólo hay dos diferencias respecto al XV; el pespunteado en puertas y maletero, blanco en el Impreza y naranja en el XV y la ausencia del botón X-Mode en el turismo. Por lo demás, se mantiene la disposición de mandos muy lógica, con la pantalla central situada en posición elevada, como debe, la pantalla superior complementaria, la instrumentación completa y el volante, de tacto excelente gracias a su recubrimiento de cuero, con mandos integrados del equipo de sonido, del ordenador de a bordo y del control de crucero. Junto al volante encontramos el botón de puesta en marcha y en la consola, los mandos de la climatización y la palanca del cambio automático.
Como en el caso del XV y de las nuevas versiones del Outback, el Impreza no tiene navegador ni tan siquiera en opción de manera que hay que tirar de Android Auto o Apple Car Play, proyectar el navegador del teléfono en la pantalla central a través del sistema Mirror Link y utilizar los navegadores del móvil. Subaru España ha pensado que si todos llevamos un navegador en el bolsillo, ¿para qué duplicarlo en el coche?
Los asientos delanteros son de tamaño generoso y cómodos pero no pueden disponer de tapicería de cuero, una opción que se limita a los modelos con motor de dos litros. Este motor está disponible en el XV pero no en el Impreza, al menos no de momento ya que la marca podría plantearse su importación en una segunda fase. Tampoco es posible equiparlos ni con regulación eléctrica ni con calefacción.
Las plazas traseras, por su parte, son generosas, con buen espacio para las piernas, buen espacio al techo y facilidad para entrar y salir por el excelente ángulo de apertura de puertas, aunque la banqueta queda un poco baja y los abuelos entrarán mejor en el XV que es una ventaja de los SUV que nadie cita nunca. La habitabilidad trasera es una de las ventajas de este modelo que tiene una distancia entre ejes generosa.
El maletero tiene 385 litros que, si nos parecen pocos en un SUV, son correctos en un segmento C donde hay coches que llegan a 400 y algunos que los superan, pero tampoco son tantos. Con la longitud que tiene, el Impreza, eso sí, podría ser más generoso en este apartado. Con el respaldo abatido, nos vamos a 835 litros hasta la línea de los cristales y hasta 1.310 si lo utilizamos hasta el techo.
Motor boxer de gasolina
Debajo el capó tenemos un motor de gasolina bóxer de 1,6 litros y 114 CV. ¿Diésel? No. Subaru está a punto de archivar el diésel de manera definitiva. 114 CV pueden parecer pocos, pero la mayoría de compactos se venden con motores de entre 100 y 130 caballos, de manera que está justo en medio. El motor va acoplado a una caja de cambios de tipo CVT con seis relaciones prefijadas que no son marchas sino “saltos” en la carrera del variador continuo. Sus prestaciones son modestas, con 180 km/h. de velocidad máxima y un 0 a 100 km/h. en 12,4 segundos.
El motor no está mal. No es un trueno ni lo pretende, pero en este coche todo está condicionado por el cambio. Es un CVT de la vieja escuela de manera que cuando aceleras suena mucho, el motor se revoluciona y el coche avanza pero con parsimonia. ¿Mucho ruido y pocas nueces? Un poco sí.
En autopista, esto carece de importancia ya que rara vez aceleraremos a fondo y una vez lanzado, el cambio se muestra muy suave y el coche mantiene la velocidad sin problemas, incluso cargado. Además, el nivel sonoro es bajo y el confort, gracias a una suspensión bien calibrada, es muy elevado. En autopista el consumo se mantiene en unos 6 litros y si el terreno es llano, podremos alcanzar incluso consumos por debajo de esa cifra. En carretera, el consumo se mueve entre 6 y 7,5 litros y si hacemos mucha ciudad, nos acercaremos a 8.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
En carreteras de montaña, se echa de menos otro tipo de cambio, más reactivo. El XV disimula el CVT con una marcha más y levas tras el volante para hacer una conducción de tipo manual pero el Impreza no las lleva de manera que no se puede saltar de una "marcha" a otra a voluntad del conductor. El Impreza, eso sí, tiene un as en la manga relacionado, como no, con el cambio.
Si desplazamos la palanca hacia la izquierda no conseguimos una posición de cambio manual como en otros modelos. Aquí se inserta una especie de reductora. En carreteras reviradas, esta posición del cambio acorta el recorrido del variador y el cambio saca más partido a la potencia del motor. Con ello, el Impreza pasa a ser un coche más dinámico, que apetece más conducir ya que el chasis, nuevo y más rígido, está a la altura de la mecánica. Bueno, en realidad está muy por encima de lo que llega a dar de sí la mecánica.
El Impreza va mejor incluso que el XV ya que es un coche más bajo y, por lo tanto, con el centro de gravedad también más bajo, la suspensión tiene menos recorrido, lo que hace que contenga mejor la inclinación de la carrocería y, además, tiene un agarre en curva tremendo ya que no hay que olvidar que es 4x4 y que monta un sistema de vectorización del par que elimina el subviraje y hace que sea muy estable en curva rápida.
Además, resulta muy confortable ya que la mayor rigidez del chasis ha permitido utilizar elementos de suspensión más blandos con lo que se mejora el confort de marcha y se filtran muy bien los baches. El Impreza conserva además una dirección muy buena, muy directa, y un equipo de frenos que está a la altura de las prestaciones que es capaz de desarrollar el motor aunque "huele" con facilidad si le damos mucha caña.
Eye sight de serie
A derecha e izquierda del retrovisor hay dos cámaras y en el centro, lo que parece otra cámara es en realidad el sensor que facilita el cambio automático de luces cortas a largas. Las dos cámaras son imprescindibles para el funcionamiento del sistema de seguridad y ayudas a la conducción Eye Sight de la marca.
El Eye Sight incluye diferentes sistemas de asistencia a la conducción como el aviso de posible colisión y frenada de emergencia, el control de crucero activo con capacidad para frenar el coche completamente (funciona entre 0 y 130 km/h.), el aviso de vehículos demasiado cerca, el control del acelerador pre-colisión (una función que evita el error de pedal y que no acelera cuando está muy cerca de una pared o de otro coche) y el aviso de cambio de carril. Todo ello es de serie en este coche y para que todo esto sea de serie… el Impreza debe llevar cambio automático. Por ese motivo, Subaru España ha decidido no importar la versión manual de este coche que, existir, existe.
Precios. Hay una versión básica, llamada Sport que cuesta 20.400 euros y la que hemos probado, la Executive, con aviso de ángulo muerto, advertencia de tráfico cruzado, sistema de mantenimiento de carril, que actúa sobre la dirección y no es especialmente intrusivo, llantas de 17 pulgadas de aleación, faros de LED direccionales, acceso y arranque sin llave, climatizador bizona, cámara de visión trasera, faros antiniebla, cristales traseros oscuros, la pantalla de 8,5 pulgadas y un buen equipo de sonido que cuesta 23.200 euros más 550 de la pintura metalizada.
Hay pocos coches compactos de casi 4,5 metros y el equipamiento de seguridad y de confort que lleva este Impreza por 23.200 euros. Y que además sea 4x4, con el plus de seguridad que ello aporta, ninguno. Este es un compacto atractivo, amplio, con un maletero correcto, muy bien equipado y con un confort y un dinamismo por encima de la media. A un buen precio. Sólo que, tiene cambio automático CVT.
Por este motivo, os voy a dar un consejo. Si este coche os gusta, si entra en vuestra lista de la compra, y virtudes para ello tiene, probadlo. Ir al concesionario y pedid que os lo dejen probar. Si después de la prueba, el cambio os parece bien, que a algunos os parecerá perfecto y a otros no, adelante. El producto es excelente. Y si resulta que todo os encaja, pero vosotros lo que queréis es un SUV, también hay un XV con el mismo motor, el mismo cambio y el mismo equipamiento por 24.900 euros.
que pena de coche, con lo que fue subaru en los rallyes, como se atreven a sacar un coche con 114 CV en los tiempos que estamos, a poquito cualquier coche pequeño les supera en potencia y encima cambio automático que penaliza la deportividad, así les pasa que no se ve ni uno por la calle.