Subaru Impreza 2.0D

Pocos automóviles atesoran un pasado tan repleto de éxitos deportivos como el Impreza, indisociablemente unido a la disciplina de los rallies, donde ha logrado innumerables victorias y títulos en el mundial de la especialidad. Tras su debut, en 1992, este modelo ha estado, año tras año, presente en el campeonato del mundo y a sus mandos se han sentado pilotos de la talla del bicampeón del mundo Carlos Sainz, pasando por el malogrado Colin McRae hasta el último campeón con la marca nipona, Peter Solberg.

Su legendaria deportividad y su asombroso dinamismo han sido algunos de los factores determinantes para demostrar su supremacía en competición, pero también le han servido para forjarse una reputación excelente en su versión "de calle". Subaru ha sabido mantener el listón de las prestaciones, la agilidad y la deportividad tan alto en las variantes de gasolina como en la nueva de gasóleo, que ofrece unas sensaciones de conducción tan apasionantes como efectivas, seguras y confortables.

La marca japonesa se ha caracterizado tradicionalmente por asociar sus productos a una avanzada tecnología mecánica, empleando soluciones poco convencionales como la tracción integral permanente en todos sus coches, el uso de reductoras (en forma de marchas cortas y largas) en algunos modelos y la configuración Boxer -cilindros horizontalmente opuestos- en la arquitectura de sus propulsores. El uso exclusivo de la gasolina, uno de los rasgos de identidad de la marca hasta ahora, ha dejado de serlo con el desarrollo del motor 2.0D de 150 CV, que la firma monta ya en casi todo su catálogo.

Sin embargo, el hecho de optar por la configuración Boxer incluso en el muevo motor diésel demuestra que Subaru sigue siendo una marca diferente para clientes diferentes, con unos fuertes principios vinculados siempre a la máxima deportividad y la mayor eficiencia dinámica posible para sus modelos; en su mayoría, verdaderos prodigios mecánicos que proporcionan un placer de conducción extremo.

PVP

El precio en España del Subaru Impreza 2.0D cinco puertas arranca en 22.000 euros para el acabado Classic. El Limited cuesta 22.500 € y el Sport 25.350 €.

Diseño

La incorporación de una nueva motorización a la gama no ha comportado, lógicamente, cambios en su aspecto exterior, que mantiene el mismo estilo depurado de cuando el modelo hizo su aparición el pasado año, rompiendo por cierto los esquemas de diseño tradicionales del Impreza.

Su carrocería se caracteriza por presentar una continuidad desde el frente hasta la trasera gracias a las resaltadas líneas laterales que se prolongan por el coche. La sensación visual que transmite es de gran estabilidad y aplomo, gracias a su bajo centro de gravedad y sus marcados pasos de rueda, así como a su reducido voladizo trasero. Otros detalles son los encargados de conferirle una apariencia de calidad, como los faros delanteros de tipo proyector y las ópticas traseras con faros tipo Led y lentes transparentes unidas por una moldura cromada. El alerón trasero, por su parte, culmina la zaga con un elemento deportivo que se encarga de mejorar la aerodinámica del coche, reduciendo en un 7% aproximadamente su coeficiente anemométrico. La gama de colores exteriores que se oferta en el Impreza está formada por seis tonalidades cromáticas diferentes: negro ópalo, blanco satinado nacarado, gris plata metalizado, gris oscuro metalizado, rojo relámpago, y azul mica WRC.

Habitabilidad

Entre los elementos específicos de la nueva variante de gasóleo figuran el conjunto de tres relojes indicadores en color azul, iluminados día y noche para facilitar su visión y que cuentan con unos nuevos bordes cromados para mejorar su estética. Igualmente, se incluye en la versión diésel un indicador de incandescencia, chivatos de sedimentos y de DPF, además de cambios en la zona roja del cuentarrevoluciones. En estos relojes, la aguja sube rápidamente a su posición máxima al girar la llave de contacto a la posición "ON", para luego bajar rápidamente, y así comprobar el correcto funcionamiento de todos los elementos de control.

Por lo que se refiere a otros componentes del habitáculo, destacar que el Impreza Diesel incluye en todos sus acabados volante y pomo de la palanca de cambios forrados en cuero, para dotarlo de un toque deportivo y de calidad a la vez. Los asientos, a su vez, poseen un diseño que facilita la accesibilidad pero ofreciendo un gran apoyo gracias al material empleado para el mullido de los cojines (uretano), muy adaptable y con gran capacidad de amortiguación de las vibraciones. Asimismo, se han modificado los muelles de los respaldos para ofrecer un mejor apoyo en las zonas lumbar y dorsal que permita mantener la postura óptima durante la conducción. El acabado Sport incluye de serie asientos tipo bacquet con tapicería de cuero opcional.

El interior no resulta especialmente espacioso, y el maletero tampoco ofrece un volumen extraordinario debido a la tracción integral. En cuanto al resto de componentes, no hay variación en su distribución, los materiales empleados y el aspecto general, que sigue siendo, como en la mayoría de modelos Subaru, algo tosco y sencillo debido a la abundancia de plásticos de tacto duro y frío.

Mecánica

El motor Boxer Diésel de Subaru -desarrollado íntegramente por los ingenieros de la marca- combina el diseño compacto y ligero del motor de cilindros horizontalmente opuestos con una buena economía de consumo y un amplio par motor en el arranque. Entre las ventajas de optar por esta disposición mecánica figura la de que la disposición simétrica invertida reduce ruidos y vibraciones y ofrece una respuesta más ágil de los ejes. Traducido a la conducción, este bloque de dos litros y 150 CV permite no sólo potenciar las características de los motores diésel, como es la economía de consumo y la disponibilidad a bajo régimen de casi todo el potencial del motor, con la eliminación de algunos de los inconvenientes típicos de los motores de gasóleo, como las vibraciones y los ruidos.

Gracias a estas limitaciones en las pérdidas por rozamiento tanto en el motor como en la transmisión, a la utilización de un filtro cerrado de partículas de diesel DPF -que mejora la capacidad de purificación de los gases de escape- y a la utilización de una dirección asistida optimizada se ha logrado un comportamiento ecológico y una eficiencia muy mejoradas. Tanto es así que el Impreza 2.0D registra unas emisiones de CO2 de 152 g/km (155 para el 2.0D Sport) y una autonomía de más de 1.000 kilómetros con un solo depósito de combustible (de 64 litros). Estas cifras lo colocan como el modelo de dos volúmenes (hatchback) de la categoría dos litros con tracción AWD que mejores registros de consumo y emisiones certifica. Y todo ello con una mecánica silenciosa y confortable que proporciona un ritmo de conducción estable y cómodo a la vez de efectivo, rápido y prestacional con un moderado gasto de combustible.

Comportamiento

Si anteriormente comentábamos que la atmósfera interior de los modelos de la marca que luce las seis estrellas de las Pléyades en su logotipo no es su mayor logro, es de justicia reconocer que todos los productos de esta firma se distinguen por su solidez de fabricación, su resistencia mecánica y su envidiable capacidad dinámica, fruto de un infatigable funcionamiento de todos sus componentes. En un Subaru, el tacto del cambio de marchas, de la amortiguación, de la dirección, e incluso del embrague o del freno denota una dureza y una firmeza algo ruda pero que resulta agradable por su deportividad. Sensaciones así con cada vez más inusuales en otros coches, con componentes estandarizados compartidos por multitud de fabricantes, que no potencian como lo hace la casa japonesa su "carácter de marca".

El motor 2.0D es un buen ejemplo de ello, como también lo es la rediseñada transmisión manual de seis velocidades asociada a esta nueva variante mecánica. De reciente desarrollo, se ha rediseñado para que su manejo sea más fácil y para que permita sentir el potente par motor del Boxer Diésel sin abandonar un estilo de conducción cómodo y agradable.

Por su parte, el sistema de tracción total Symmetrical AWD de Subaru, además de mantener el carácter brioso del Impreza, recibe modificaciones para potenciarlo. Con este objetivo se han acometido una serie de ajustes en el chasis para adaptar el concepto de Control Dinámico de Chasis (Subaru DC3) al nuevo motor diésel y a su particular respuesta. El resultado ha sido un deportivo ágil, práctico y sofisticado a la vez que cómodo, económico y respetuoso con el medioambiente que ofrece una gran estabilidad funcional y una inapelable eficacia dinámica con niveles sonoros muy comedidos.

Seguridad

Las ventajas de este motor de cilindros horizontalmente opuestos se extienden hasta el capítulo de la seguridad, ya que en caso de colisión frontal esta disposición reduce las lesiones de los ocupantes. El motor y la transmisión están diseñados para caer hasta el nivel del suelo del coche y evitar así que irrumpan dentro del habitáculo y causen más lesiones a los pasajeros.

Paralelamente, el Impreza de Subaru posee el bastidor de refuerzo en forma de anillo, de reconocida eficacia, que aumenta aún más la seguridad en caso de colisión por delante, por detrás y por ambos lados. Complementariamente, los airbags laterales y de cortina contribuyen enormemente a reducir las lesiones de los ocupantes en caso de colisiones laterales al proteger una superficie corporal significativamente mayor, mientras que los pedales del freno y del embrague incorporan una estructura de seguridad para reducir las lesiones del conductor en las extremidades inferiores, y los reposacabezas se desplazan hacia adelante rápidamente para sujetar las cabezas de los pasajeros delanteros.

Valoración Final

Como ya hemos indicado antes, la peculiar oferta que Subaru pone a disposición de sus clientes es muy valorada por aquellos que aprecian el componente tecnológico y la singular apuesta mecánica que realiza la marca japonesa. Quienes disfrutan de la conducción deportiva y altamente dinámica, y quienes necesitan "sentir" el dominio de la máquina y la carretera tienen en Subaru un candidato firme, sea cual sea el modelo y versión que elijan. Sin embargo, hay que destacar que la tracción integral permanente aumenta los consumos de forma notable, y que el uso de las marchas reductoras será muy ocasional, a no ser que la presencia de la nieve o el hielo sea frecuente o que precisemos de una mayor capacidad de tracción, como por ejemplo para el arrastre de remolques. En los demás casos, lo que ofrece el Impreza lo podemos encontrar en otros modelos por un precio similar, un equipamiento igual o superior, y con registros de consumo algo inferiores.