Espíritu libre
La cuarta generación del Subaru Outback ha traído consigo una carrocería más estilizada que además de aportarle mayor habitabilidad aumenta su empaque. Aunque dentro de la gama hay disponibles dos motores de gasolina, las expectativas de la marca japonesa, en cuanto a número de ventas, pasan por el 2.0 Boxer diesel que, si bien, rinde 150 CV, los aprovecha tan bien que son suficientes para poder disfrutar al volante. Entre sus rivales están en Audi A4 Allroad y el Volvo XC70. Con el acabado Limited, el intermedio, cuesta 36.350 €.
Diseño exterior
El nuevo Subaru Outback ha dado un estirón en todos los sentidos pero en lo que respecta a su carrocería su longitud alcanza los 4,77 metros, lo que supone un aumento de algo más de 4 centímetros. De ancho crece 5 cm hasta 1,82 m, pero donde más ha ganado, si exceptuamos la batalla, es en la altura que pasa de 1,54 m a 1,60. Es por esto que ahora tiene más apariencia de SUV. Sus líneas son mucho más fluidas y el conjunto más elegante. El frontal gana prestancia con el nuevo diseño de la parrilla, formada por lamas cromadas mucho más anchas, y con los nuevos grupos ópticos, que aumentan de tamaño considerablemente además de avanzar hacia los laterales del vehículo. Lo que sigue conservando el Outback es la gran toma de refrigeración del capó.
Habitabilidad
La distancia entre ejes ha crecido 7,5 centímetros y eso se nota en el habitáculo, un habitáculo confortable en el que se pueden acomodar cinco adultos, pero ya se sabe que la plaza central trasera no es la más recomendable. Y es que en este caso a la merma típica de ergonomía y espacio de esta plaza, hay que sumar que el cinturón de seguridad es de los que parten del techo, lo que puede dar más inconvenientes de acoplamiento. El maletero es amplio, 526 litros, con un plano de carga continuo y con una tapa bajo la que se ocultan dos compartimentos para colocar los triángulos de emergencia u otros objetos similares en tamaño. Los asientos traseros se pueden abatir en una proporción 60/40. La terminación interior resulta agradable. El color predominante es el negro pero está perfectamente combinado con el aluminio pulido de la práctica totalidad de la consola central y las inserciones del salpicadero, los paneles de las puertas y los radios del volante donde van alojados los mandos del control de crucero, entre otros.
Mecánica
Siguiendo la tradición de la marca el motor diesel 2.0 disponible para el Outback también es boxer. Se trata del primer motor diesel con cilindros horizontalmente opuestos destinado a un vehículo de pasajeros, claro que, aunque reciente, no se trata de una estricta novedad puesto que hace más de un año que Subaru lo introdujo en algunos vehículos de la gama. De hecho, el anterior Outback fue uno de sus beneficiarios. Desarrolla 150 CV y va asociado a un cambio manual de 6 velocidades. El par máximo que ofrece, 350 Nm, es el mismo que el de la motorización 3.6 de gasolina de 260 CV pero con la diferencia de que lo entrega entre las 1.800 y las 2.400 rpm, cuando el citado motor de gasolina lo hace a 4.400 vueltas. Para realizar el 0 a 100 km/h emplea 9,7 segundos y puede alcanzar los 195 km/h de velocidad máxima. En cuanto al consumo, la ficha técnica acredita una media de 6,4 l/100 km, la nuestra fue de 7,8 l/100 km.
Comportamiento
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Sobre el papel, 150 CV pueden parecer escasos para un coche de la envergadura del Outback sin embargo, resulta asombroso el rendimiento que les saca. El motor es brioso y se mueve como pez en el agua en la zona media del cuentavueltas, además la combinación con el cambio manual de 6 velocidades es muy acertada. Eso sí, el tacto resulta menos fino de lo deseado. Todo lo contrario que la dirección que es suave y precisa, algo que se agradece en todo tipo de conducción pero especialmente al circular por ciudad. Claro que al Outback no le vendría mal mejorar el radio de giro. En carreteras de curvas enlazadas demuestra un gran dinamismo y su comportamiento está más próximo al de una berlina con tintes deportivos que al de un SUV. Es estable, dinámico y con gran aplomo en la trazada.
Seguridad
El Outback dispone de tracción total permanente, AWD, a través de un diferencial viscoso que es el encargado de repartir el par entre los dos ejes en función de las necesidades. Y en lo que respecta al equipamiento de seguridad todas las versiones incluyen de serie 8 airbags (frontales y laterales para conductor y pasajero, y de cortina delanteros y traseros), ABS con distribuidor de la fuerza de frenado, control dinámico de estabilidad y control de crucero. Asimismo cuenta con anclajes Isofix y reposacabezas activos.
Valoración
El nuevo diseño del Outback ya es algo que juega a su favor, máxime teniendo en cuenta que, en cuestión de imagen, su predecesor se había quedado bastante anticuado. Ahora, el Outback, ha ganado empaque y eso es bueno para captar clientes. Y es que una vez que lo pruebas, su estética pasa a un segundo plano. El Outback tiene un alto confort de marcha, fruto del buen trabajo de la suspensión que mantiene estable la carrocería al tiempo que filtra las irregularidades del asfalto. Por eso es un coche que da confianza en los apoyos y que, por otro lado, permite disfrutar de la conducción. Fuera de la carretera es un vehículo que cumple de sobra lo que cabe esperar de un vehículo de su categoría.
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