Subaru XV: Por la puerta grande

El XV supone la entrada de Subaru en el poblado y exitoso segmento de los SUV compactos. Mide 4,45 metros de longitud, 1,78 m de alto y 1,57 m de alto y llega con el objetivo de dar batalla a toda una legión de todocaminos entre los que se encuentran el Ford Kuga, el Nissan Qashqai, el Hyundai ix35 o el Mitsubishi ASX. Para ello, la marca japonesa echa mano de un diseño atractivo, de una gama de mecánicas que va de los 114 a los 150 CV con consumos muy reducidos y, cómo no, de su afamada tracción integral Symmetrical AWD.

Las expectativas de ventas por parte de Subaru acerca de este modelo son bastante positivas, pues se prevé llegar hasta las 1.000 unidades a lo largo de este 2012. No hay duda de que, siguiendo la tónica del segmento, la mecánica de gasóleo 2.0 de 147 CV deberá ser la que ocupe la mayor porción de ventas. El XV ya puede encontrarse en los concesionarios de la marca a partir de 19.900 euros gracias a la promoción de lanzamiento de 1.000 euros aplicada sobre la versión de acceso (1.6i Advance).

Los diseñadores de la firma nipona han combinado elegancia y deportividad a la hora de desarrollar la apariencia de este SUV. Una parrilla hexagonal algo distinta a la de sus compañeros de marca domina el afilado frontal del automóvil japonés, que cuenta con unas ópticas estilizadas que le proporcionan una mirada agresiva. Debajo, esculpidos en el paragolpes se encuentran los faros antiniebla, con una segunda rejilla entre ellos, situada en la parte inferior del frontal.

Si miramos el nuevo XV de perfil llama mucho la atención la forma y el diseño de sus vistosas llantas de aluminio de 17 pulgadas, de serie en toda la gama. Su combinación de radios negros y bordes plateados le aporta una apariencia fuerte y muy urbana a la vez. Por otro lado, los pasos de rueda sobredimensionados contribuyen a generar una mayor imagen de robustez. Las barras en el techo también se encargan de reafirmar su silueta.

De la zaga cabe resaltar la arista transversal que cruza el portón, que resalta la forma del mismo. Los pilotos sobresalen de la carrocería e, inspirándose en la parrilla, también tienen forma hexagonal. En los extremos del paragolpes podemos observar unos bordes específicos cuyo cometido es el de contribuir, gracias a la mejora del rendimiento aerodinámico, a optimizar la eficiencia de vehículo en materia de consumos.

Una vez en el interior del vehículo seremos testigos de una amplia cabina. El tablier se caracteriza por su carácter funcional, dado el uso intuitivo que permite de sus mandos. Su calidad es buena y su diseño, atractivo, aunque no dispone de demasiados ornamentos decorativos. Desde el puesto de conducción disponemos de una buena visibilidad. En este sentido, debe citarse la posición elevada típica de su naturaleza SUV, por un lado, y la escasa presencia de ángulos muertos, por otro.

Los asientos cuentan con un buen mullido y sujetan el torso de forma adecuada. Junto al acabado Executive Plus, el tope de gama, éstos cuentan con reglajes eléctricos y son calefactables. El sistema de información y entretenimiento con navegador se incluye desde el acabado inmediatamente inferior, llamado Executive. Dicho dispositivo cuenta con una pantalla LCD a color de 4,3 pulgadas. Para alojar pequeños objetos, alrededor del puesto de conducción existen diversos espacios de almacenamiento.

En la parte trasera pueden acomodarse tres ocupantes adultos, aunque es preferible que viajen dos. Si bien hay anchura suficiente para los hombros, el túnel de transmisión es bastante intrusivo y reduce el espacio para los pies del ocupante central. De cara a la carga del equipaje, dispone de un volumen de 380 litros con los asientos traseros en posición normal.

El nuevo SUV japonés está disponible con un trío de motorizaciones bóxer de cuatro cilindros, dos de las cuales son de gasolina y una, diésel. El acceso a la gama lo ocupa una mecánica de 1.6 litros y 114 CV que registra un par motor de 150 Nm a 4.000 rpm. Con este motor, el XV homologa un consumo medio de 6,5 litros cada 100 km. El segundo bloque de gasolina es un 2.0i de 150 CV que entrega un par de 196 Nm a 4.200 rpm. Se trata de una buena opción para quienes se les quede algo corto el anterior, sobre todo teniendo en cuenta que ambos consumen casi lo mismo (6,6 litros en este caso).

El mayor equilibrio lo encontramos en la variante diésel. Se trata de un bloque 2.0 de 147 CV con 350 Nm entre 1.600 y 2.400 rpm. No sólo ofrece el mejor rendimiento prestacional de la gama al completar el 0-100 de 9,3 segundos, sino que también registra uno de los consumos más ambiciosos de todo el segmento con 5,6 litros de media. Cada uno de los motores va asociado a un tipo de transmisión distinta. El 1.6i de gasolina está engranado a un cambio manual de cinco velocidades, mientras que 2.0 diésel se combina con otro manual, pero de seis marchas.

Por su parte, el motor 2.0 de gasolina viene acompañado por una caja CVT Lineartronic de variador continuo, diseñada expresamente para este modelo. Además de haber sido desarrollada pensando en la rapidez de cambio, también se han tenido muy en cuenta aspectos como su optimización en cuestión de eficiencia y su funcionamiento silencioso. Esta transmisión también cuenta con un modo secuencial de seis marchas que puede gestionarse mediante las levas en el volante.

El nuevo XV utiliza la plataforma del futuro Impreza, que se lanzará durante los próximos meses. El tarado de suspensión tiende a firme, aunque ello no supone pérdida de comodidad. Y es que se ha trabajado a fondo en la amortiguación para asegurar un buen confort de marcha en todo tipo de superficies. Al aplomo que transmite el vehículo al conducir por autopista se suma una destacable estabilidad cuando toca enlazar curvas. Gracias a su bajo centro de gravedad y a la eficacia de la suspensión, los balanceos de la carrocería se reducen a la mínima expresión. Si bien Subaru subraya sobre todo las posibilidades dinámicas que posee el modelo al circular por asfalto, sus cualidades van mucho más allá. Para comprobarlo sólo hay que abandonar la carretera y ponerlo a prueba en cualquier pista convencional. Por este tipo de firme sale a relucir el laureado Symmetrical AWD de la marca japonesa. Gracias a este efectivo sistema de tracción a las cuatro ruedas, la sensación de control sobre el vehículo y la motricidad que proporciona en zonas de cuestionable adherencia son, simplemente, soberbias.

Además, los más aficionados a un uso offroad deben tener en cuenta que el vehículo proporciona una altura libre al suelo de 22 centímetros, algo superior a lo que suele ser habitual en el segmento todocamino. También cabe remarcar, en este sentido, un valor añadido que incluyen las versiones con motor 1.6i. Se trata de la reductora Dual-Range, que se equipa sólo junto con esta mecánica.

En el capítulo de la seguridad, el XV dispone de ABS y de un total de siete airbags (frontales, laterales, de cortina y de rodilla). Entre las ayudas electrónicas, cuenta con control de estabilidad VDC y control de tracción TCS. No hay que pasar por alto la tracción a las cuatro ruedas, de serie en toda la gama. Además, debe destacarse que ha logrado la máxima distinción de cinco estrellas EuroNCAP en los prestigiosos test de seguridad. Equipa también anclajes Isofix para sillas infantiles.

Con la llegada del XV, Subaru introduce una alternativa muy interesante para quienes busquen un vehículo polivalente que, además de sus posibilidades como compañero de viaje, permita realizar excursiones sencillas fuera de asfalto. Entre otros de sus argumentos también cabe valorar su bajo nivel de consumos, un equipamiento bastante amplio y, por qué no, la opción diferencial que ofrece una marca como Subaru, cuyo peso en nuestro mercado debe crecer gracias a este modelo.