Suzuki Splash 1.2 GLS

Atraer por el diseño, conquistar por la practicidad. Bien podría ser el lema de este utilitario japonés con orientación de monovolumen que Suzuki ha puesto en el mercado recientemente. Urbano por naturaleza, el Splash, deja patente su agilidad en las distancias cortas pero tampoco defrauda en carretera. Se fabrica en la planta húngara de Magyar de donde saldrán 60.000 unidades al año. 3.000 lo harán camino de España con un precio inicial de 9.995 euros. Un argumento más para despertar el interés de posibles compradores.

El Suzuki Splash tiene una imagen juvenil y alegre a la que, además de su diseño, contribuye una acertada gama cromática incluidas las cuatro combinaciones posibles del interior. Sus trazos están perfectamente estudiados para disimular la altura que otorga a su carrocería sus valores de monovolumen, a la vez que cuidan de mantener una buena aerodinámica. La línea de cintura ascendente conforme se acerca a la zaga, junto con el remate en cuña de la superficie acristalada, contribuyen a acentuar la sensación de dinamismo. Lo mismo ocurre con el diseño tipo boomerang de los pilotos traseros, que incorporan detalles como el que la luz del freno se encienda en forma de estrella.

Aunque como decíamos más arriba la altura del Splash, 1,59 metros queda bastante disimulada, desde el interior, el techo alto proporciona una agradable sensación de espacio, al igual que la gran profundidad del salpicadero. Un salpicadero bien resulto que vuelve a recurrir al diseño y a la funcionalidad, como demuestra el pequeño cofre con tapa situado en la parte superior de la consola central o la sencillez de la instrumentación. La palanca de cambios se ubica en la prolongación de la consola en una posición elevada que resulta muy cómoda y en su conjunto, la buena presentación de los materiales empleados hace que la calidad percibida aumente. Llama la atención, sin embargo, que en un coche en el que se han cuidado tanto los detalles todavía se conserve en el techo y no en el propio asiento, la ubicación del cinturón de la plaza central. Los 3,71 metros de longitud total del Splash no dan para mucho en cuanto a capacidad de carga del maletero, pues ofrece entre 178 y 202 litros según sea la posición de la banqueta de los asientos posteriores, ya que se puede adelantar unos centímetros respecto a su posición original. También se ganan 35 litros gracias a un práctico doble fondo, bajo el cual aún queda hueco para una rueda de repuesto de emergencia.

El Suzuki Splash está disponible con tres motorizaciones: una diesel de 1.3 litros y 75 caballos y dos gasolina, entre las que se incluye el tricilíndrico de 1 litro y 65 caballos, un motor que constituye la base de la otra propuesta en gasolina, el 1.2i pero que en lugar de 3 tiene 4 cilindros. Es este último el motor que hemos elegido para realizar nuestra prueba. Rinde 86 caballos y aunque no se le puede exigir unas prestaciones brillantes, entre otras cosas porque no es el Splash un vehículo con inclinación deportiva alguna, ello no impide que se aprecien en él ciertas cualidades dinámicas, si bien para mantener un ritmo alegre habrá que estar atentos al cambio, en este caso manual de cinco velocidades, puesto que conviene llevarlo alto de vueltas ya que su par motor máximo es de 114 newton metro a 4.400 revoluciones por minuto, mientras que la máxima velocidad que puede alcanzar según su ficha técnica es de 175 kilómetros por hora, con un 0 a 100 de 12,3 segundos. El consumo en uso combinado es de 5,5 litros a los 100 kilómetros, algo que sin duda se agradece dado el precio que está alcanzando el combustible.

Si bien a primera vista el corte monovolumen del Suzuki Splash invita a pensar que su mayor altura respecto a un utilitario convencional se dejará sentir en orden de marcha mostrando balanceos de la carrocería a su paso por curvas, sorprende comprobar la estabilidad que mantiene el utilitario japonés en todo tipo de trazados. Ofrece una conducción fácil y una gran maniobrabilidad gracias a que necesita poco espacio para realizar giros. La palanca del cambio, además de estar en una posición muy cómoda que llega a compensar la falta de regulación en profundidad del volante, tiene un tacto muy agradable y recorridos cortos y bien guiados. Para la suspensión Suzuki ha recurrido al esquema clásico en vehículos urbanos: McPherson con tirantes y muelles helicoidales para la delantera y barra de torsión en el eje posterior. Una configuración sencilla pero eficaz que, ayudada por unos neumáticos con perfil 60, filtra correctamente las irregularidades del firme proporcionando un buen nivel de confort al habitáculo.

Al Suzuki Splash no le falta de serie ni el doble airbag delantero, ni los airbags laterales, ni el ABS con distribución electrónica de la frenada (EBD). Tampoco los anclajes ISO-FIX en las dos plazas traseras latelares. Como opción deja los airbags de cortina delanteros y traseros y el control electrónico de estabilidad (ESP) por un precio de 290 y 446 euros respectivamente. Lo que también llevaba la unidad probada era el control de tracción (TCSS) que se podía desconectar pulsando la correspondiente tecla situada a al izquierda del volante.

El Splash es un coche que gusta por el diseño y por el comportamiento. Sus líneas están cargadas de frescura, algo bueno para diferenciarlo de otros modelos más anodinos. Mientras que al volante transmite agilidad y confort. Cuenta con un habitáculo espacioso, dentro lógicamente de los límites que suponen su tamaño. Pero eso sí, el maletero ofrece una capacidad bastante ajustada. El consumo también es un punto a favor del Splash pues como decíamos más arriba le bastan 5,5 litros a los 100 kilómetros en uso combinado y como no, el precio. El Splash 1.2 L GLS cuesta 12.295 euros.

Motor

Disposición: Delantero transversal Nº Cilindros: Cuatro en línea Cilindrada: 1.242 cc Potencia: 86 cv a 5.500 rpm Par máximo: 114 Nm a 4.400 rpm

Transmisión

Tracción: Delantera Cambio: Manual de cinco velocidades

Dimensiones y peso

Longitud: 3.715 mm Anchura: 1.680 mm Altura: 1.590 mm Batalla: 2.360 mm Peso: 990 kg

Prestaciones y consumo

Aceleración 0 a 100 km/h: 12,3 Velocidad máxima: 175 km/h Consumos (l/100 km): Urbano: 6,9 Extraurbano: 4,7 Mixto: 5,5 Emisiones de C02 (gr/km): 131