Una opción muy a tener en cuenta
En España el segmento de las berlinas del segmento D generalistas no pasa por buenos momentos. La cota de mercado sigue bajando año tras año y el cliente que se decanta por esta opción acostumbra a poner la mirada en los modelos llamados “premium” o, cada vez más, en los SUV. Aún y así hay marcas que siguen apostando fuerte por este segmento, como es el caso de Ford con el nuevo Mondeo o Volkswagen con el Passat, dos vehículos que recientemente han llegado al mercado renovados.
Es el caso también del Toyota Avensis. El japonés recurre a la típica puesta al día, o restyling de media vida, para intentar relanzar sus ventas. Un coche que tiene un buen potencial en el apartado de flotas y renting en nuestro país, pero que no acaba de cuajar del todo entre el cliente particular. Por el contrario, en otros mercados sí goza de buena aceptación.
El Avensis se vende en dos variantes: sedán y familiar (Touring Sports). Ésta última es la que hoy probamos y, según previsiones de la marca, su nivel de ventas supone alrededor de un 40% respecto a la versión sedán.
La unidad que nos ha cedido Toyota España esconde bajo el capó el propulsor diésel más potente de la gama, con 143 CV, y en el acabado intermedio Advance. Me parece una potencia más que correcta para mover los 1.500 kg de peso y un nivel de equipamiento muy bueno, como podréis ver en la parte final de la prueba.
Así pues, tenemos en nuestras manos una de las versiones más interesantes que ofrece Toyota con su Avensis. Un familiar amplio, atractivo, con una mecánica interesante, cargado de equipamiento de serie y con varias mejoras que elevan un poco más tanto el agrado de conducción como el confort a bordo.
Estética más moderna
La base no cambia respecto al modelo precedente, sin embargo el nuevo Avensis, tanto en su versión sedán como Touring Sports, gana 4 centímetros adicionales en longitud debido a la mayor prominencia de los paragolpes delantero y trasero.
Desarrollado bajo la segunda generación de los lemas Under Priority (Prioridad Inferior) y Keen Look (Imagen Potente), el nuevo frontal del buque insignia de Toyota en Europa se presenta con una calandra superior mucho más estrecha que deja más espacio para desarrollar una gran parrilla inferior con el paragolpes en negro brillante y varias entrada de aire.
Los nuevos faros ahora pueden contar con tecnología Full LED y añaden la luz de circulación diurna, también de LED, que encaja con el diseño de la línea cromada situada en la parrilla superior. Las luces antiniebla ahora están un poco más cerca de los extremos debido a las nuevas formas del conjunto frontal.
Visto de costado no se aprecian cambios significativos. Quizás una línea de cintura un poco más marcada, lo mismo que los faldones laterales y, eso sí, nuevos estilos de llantas de aleación de 17 y 18 pulgadas para elegir. Nuestra unidad de pruebas equipa las de 17'' con neumáticos Michelin Primacy 3 en medida 215/55.
La parte trasera también recibe algunas modificaciones estéticas para aumentar su atractivo visual. El elemento diferenciador son los nuevos grupos ópticos que incorporan ahora tecnología LED y que enfatizan una puesta a punto global mucho más moderna.
Mayor confort en el interior
El cambio en el interior es mucho más evidente. Prácticamente todo es nuevo. Nos topamos con un salpicadero mucho más trabajado que presenta ahora tres partes bien diferenciadas (conductor, consola, y acompañante), nuevos materiales más agradables, embellecedores más vistosos y nuevos patrones de colores y tapicerías para elegir. La que monta esta unidad combina tela y Alcántara, una decisión que particularmente me gusta mucho.
La instrumentación mejora la visualización gracias a un tacómetro y un velocímetro de mayores dimensiones. También es nueva la pantalla TFT a color de 4,2 pulgadas situada entre ambos indicadores que nos ofrece tanto información del coche como del sistema de infoentretenimiento.
El diseño de la consola central queda presidido por la pantalla táctil de 8 pulgadas a color del sistema Toyota Touch 2, el cual incluye toma de USB y cámara de visión trasera. Nuestra unidad, además, equipaba el sistema Toyota Touch 2 & Go que añade el sistema de navegación, conexión Bluetooth avanzada y el acceso a varias Apps. La única pega es que esta pantalla sigue situada en una posición bastante baja respecto a la línea de visión y obliga a desviar la vista de la carretera con frecuencia.
El climatizador es el mismo (el único cambio es la iluminación en azul de su pantalla), pero otros elementos como el pomo del cambio, los aireadores, los tiradores de las puertas y el volante multifunción, mucho más agradable al tacto y con un manejo de sus mandos más intuitivo, son completamente nuevos.
Los asientos delanteros son otra de las novedades que deben resaltarse en el Avensis. La marca expone que son completamente nuevos y se han construido teniendo en cuenta el “feed-back” recibido por parte de antiguos propietarios del modelo. Ahora son más deportivos, recogen mucho mejor el cuerpo tanto en la zona del respaldo como de la banqueta, una banqueta que por cierto es un poco más larga, y ofrecen un gran confort en cuanto a su mullido. Sin lugar a duda uno de los puntos que yo destacaría del interior.
Las plazas traseras son espaciosas para dos ocupantes, tanto en altura como en longitud para las rodillas o anchura en los hombros. Las dos plazas laterales tienen una banqueta de formas bien marcadas para evitar que los pasajeros se desplacen lateralmente. Sin embargo estas formas también suponen un hándicap en el caso de tener que llevar el coche lleno con 5 ocupantes. La plaza central queda muy elevada y se muestra un poco incómoda, pero es completamente utilizable gracias a que el piso es prácticamente plano y permite acomodar bien los pies.
El maletero ofrece la misma capacidad que hasta la fecha: 543 litros para ser exactos, que pueden ampliarse hasta los 1.609 l. en el caso de abatir los asientos traseros y contando también con los múltiples huecos que ofrece su triple fondo (con rueda de repuesto tipo galleta incluida). Los 543 litros se sitúan en la media que ofrece el segmento: Ford Mondeo familiar (500 l.), Opel Insignia Sports Tourer (540 l.), Peugeot 508 SW (512 l.), Hyundai i40 CW (553 l.) y Citroën C5 Tourer (533 l.). El Volkswagen Passat Variant (650 l.) y el Skoda Superb Combi (660 l.) se desmarcan del resto.
El famoso “downsizing”
La gama Avensis en España se ofrece con tres mecánicas bien diferenciadas, dos diésel y una única variante de gasolina. Las dos motorizaciones diésel son nuevas, de origen BMW, y sustituyen a los dos diésel que había hasta el momento reduciendo su cilindrada y mejorando emisiones y consumos. El propulsor de gasolina (1.8 de 147 CV) es el mismo, pero también recibe algunas mejoras para hacerlo un poco más eficiente.
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El diésel de acceso a la gama es el D-4D de 1.6 litros y 112 CV que sustituye al anterior 2.0 litros, mientras que el más potente, el D-4D de 2.0 litros y 143 CV hace lo propio con la anterior unidad de 2.2 litros de cilindrada.
Bajo el capó de nuestro coche de pruebas se esconde esta última variante. A los 143 CV disponibles a 4.000 rpm hay que sumarle un par motor de 320 Nm entre las 1.750 y las 2.500 rpm. Todo ello asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades que transfiere la potencia a las ruedas delanteras.
Si echamos un vistazo a la ficha técnica del modelo vemos una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y una velocidad punta de 200 km/h en su apartado de prestaciones. En cuanto a la eficiencia se detalla un consumo medio homologado de 4,5 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 119 g/km, una reducción de 24 g/km respecto al anterior 2.2 litros.
Para lograr un consumo tan contenido la caja de cambios ofrece una sexta marcha muy larga, quizás demasiado, que se desmarca ligeramente del buen escalonamiento que presentan las cinco primeras, además del sistema Stop & Start.
Tras siete días de pruebas, y varios centenares de kilómetros, la media de consumo se acerca de forma fiable a lo que un propietario obtendría de consumo real, y en este caso la media ha acabado reflejando una interesante cifra de 5,9 l/100 km, cerca de un litro y medio más del que especifica su ficha técnica, pero que se mantiene en un rango eficiente muy aceptable.
150D: la elección acertada
Cuando Toyota presentó a la prensa este modelo hace unos meses tuve la suerte de poder cubrir el evento y probar las tres mecánicas que se ofrecen para el Avensis. Ya por entonces quedé convencido de que el diésel de 2.0 litros se postula como la versión con mayor número de papeletas de contentar a todo el mundo. Y ahora, tras una semana probándolo, reafirmo mi comentario.
Hay que tener en cuenta que el Toyota Avensis no es un coche demasiado liviano. Pesa 1.500 kilos de base, al que habrá que sumar además el peso de los ocupantes que nos acompañen y toda la carga del maletero. Para el día a día los 112 CV del motor diésel pequeño nos pueden servir, pero sinceramente, para un modelo tipo familiar, pienso que disponer de unos caballos extra pueden venir muy bien a la hora de realizar viajes. Los adelantamientos en carrera serán más rápidos y el mayor par motor reduce el número de veces que debemos acudir a la palanca de cambios.
En marcha se percibe como un coche muy silencioso haciendo gala de un buen trabajo de insonorización. Al interior apenas llega un ligero ruido de rodadura y la acústica del motor si se revoluciona más de la cuenta, pero siempre manteniendo un nivel que no molesta en absoluto. Sí es cierto que en frio el propulsor diésel transmite algunas incómodas vibraciones típicas del traqueteo, pero cuando alcanza su temperatura óptima éstas desaparecen casi por completo.
El Avensis Touring Sports no esconde su orientación hacia el confort y monta unas suspensiones de tarado blando capaces de filtrar absolutamente todo lo que encuentren en el asfalto. Es un coche que se disfruta mucho más en vías rápidas que en sinuosas carreteras de montaña, lugar en el que se ve en desventaja frente a otros modelos del segmento por su excesivo balanceo de la carrocería. Aún y así, goza de muy buena estabilidad y tracción.
El tacto de la dirección es quizás uno de los puntos que menos me ha gustado por su extrema asistencia y falta de información. También habrá que tomarse un tiempo para acostumbrarse al tacto del pedal del embrague.
Completo equipamiento a buen precio
La mayor potencia que ofrece la versión 150D frente a la 115D no es el único motivo para acabar decantándonos por el motor más potente, no, el equipamiento también juega un papel fundamental en este apartado.
El modelo probado es un Advance, el nivel medio de equipamiento, y posiblemente el más demandado. Este acabado ofrece de serie un completísimo listado de elementos como los que se citan a continuación: el asiento del conductor con ajuste lumbar eléctrico, las barras del techo, el climatizador automático bizona, el control de crucero, los cristales oscurecidos, los faros antiniebla, las llantas de 17 pulgadas, la palanca del cambio y el volante multifunción de cuero, la pantalla TFT de 4,2 pulgadas en el cuadro de instrumentos, el retrovisor interior electrocromático, los retrovisores exteriores calefactables y plegables eléctricamente, los sensores de luz y lluvia, el sistema Toyota Touch 2 que añade pantalla táctil de 7 pulgadas, Bluetooth, USB y cámara de visión trasera, y el pack Toyota Safety Sense que incorpora el sistema de seguridad precolisión PCS, el avisador de cambio de carril involuntario, el reconocimiento de las señales de tráfico y el control inteligente de las luces de carretera.
Todo este equipamiento (y más que no he nombrado) se incluye de serie, pero además, nuestra unidad de pruebas, añadía como extras el color Azul Marino para la carrocería (550 €), el techo panorámico Toyota Skyview (1.000 €), el sistema Toyota Touch 2 & Go (800 €; 600 € con descuento) y el Pack Visibilidad (1.000 €; 350 € con descuento aplicado) que ofrece llantas de 17 pulgadas bitono, luz diurna LED, faros delanteros Full LED y luces antiniebla delanteras con función cornering.
Con esta configuración de motor y acabado el precio final del Avensis Touring Sports probado se eleva hasta los 34.200 euros de tarifa. Un precio que se reduce significativamente aplicando los diferentes descuentos que se ofrecen tanto del Plan PIVE como de la promoción de lanzamiento, además de 650 € de descuento en el Pack Visibilidad y los 200 € de rebaja del navegador Toyota Touch 2 & Go. El precio final de la unidad que hemos probado, con descuentos aplicados, es de 27.140 euros.
Si nos decantamos por la versión menos potente en diésel, el 115D, con el mismo nivel de acabado Advance, nos encontramos con algunas sorpresas interesantes de analizar. En este caso no se puede montar el Pack Visibilidad, por lo que este modelo no puede llevar ni luz diurna LED ni los faros delanteros Full LED. Sí puede montar las llantas de 17 pulgadas y los faros antiniebla, pero habrá que pagarlos aparte (1.152 € las llantas y 257 € los antiniebla). Además también debemos equipar el sistema multimedia con navegador Toyota Touch 2 & Go (600 € con el descuento) para igualar al máximo las dos versiones que comparamos.
El precio final de esta versión 115D Advance que acabamos de configurar se factura a 26.499 euros (con descuentos aplicados), sólo 641 euros de diferencia a favor del menos potente pero sin los faros LED ni el techo panorámico Toyota Skyview.
Se trata de una diferencia de precio más que asumible que debería tenerse en cuenta a la hora de acabar decidiéndonos por uno u otro motor diésel. Personalmente, mi opinión es que la elección acertada es decantarse por el más potente, tanto por su mejor equipamiento como por la significativa mejora en las prestaciones sin elevar demasiado el consumo final de combustible.
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