¡Qué sorpresa!
La marca nipona pone en escena un ágil ciudadano que destaca por sus tres metros de longitud en un habitáculo configurado para tres plazas aptas para adultos más otra para niño y un pequeño maletero o dos y un mayor equipaje... tú decides si al final comprarte este anti Smart cargado de soluciones prácticas, emisiones por debajo de las normativas más exigentes y todo un elenco de elementos en materia de seguridad. Así es el modelo más pequeño del mercado, que aterrizará en mayo en España con un precio de partida aún por determinar, aunque podría partir entre los 12.500 y los 13.000 euros. Por fin ha llegado el momento de rodar con una de las estrellas que más han brillado con luz propia en el Salón de París, el iQ. Aunque a primera vista nos pueda parecer un vehículo de uso exclusivamente urbano, tras haber circulado unos cuantos kilómetros, nos demuestra que es capaz de afrontar cualquier recorrido. Para lograrlo los responsables de la marca nipona lo han equipado con dos resolutivas mecánicas: un tricilíndrico de 1.0 litros gasolina de 68 CV y el tetracilíndrico diesel D4-D de 90 caballos. Motores que pueden ir asociados a transmisiones manuales de cinco o seis desarrollos y en el caso del gasolina, a una automática de variador continuo.
Diseño
Destinado al entorno urbano donde la maniobrabilidad y el reducido tamaño ganan enteros, no es de extrañar que nuestro protagonista presenta una reducida y coqueta silueta con tan sólo 2,98 metros de longitud. Mientras la anchura y la batalla se cifran en 1,68 y 2,00 metros, respectivamente. Su denominación nacida como fruto de la asociación de dos letras "i" que hace referencia a su innovación e individualismo y "Q" a su calidad y aspecto cúbico. Basta echar un primer vistazo por darse cuente que su diseño está basado en algunos de los actuales modelos de la marca como el Yaris y el Auris. Su atractiva y diferente imagen destaca en su frontal por sus originales ópticas junto a las pequeñas tomas de aire partidas por el paragolpes. Mientras su sencillo lateral destaca por su voluminosa puerta y la aerodinámica silueta de la segunda ventana, que da forma a su particular zaga, cuyo paragolpes forma arte de los pasos de rueda, sobre los que se asientan unas agresivas ópticas. Como opción para los más coquetos el iQ se podrá elegir en un principio entre tres colores metalizados: azul, blanco y negro, que irán renovándose periódicamente para incrementar y hacer más atractiva aún su oferta disponible.. . .
Habitabilidad
Dentro de su habitáculo este coqueto microurbano puede dar cobijo hasta cuatro pasajeros, aunque uno de ellos - el situado detrás del asiento del conductor -, mejor que sea un niño si quiere viajar con comodidad. Mientras el pasajero situado detrás de la plaza del copiloto, el de la tercera plaza, puede ser adulto, siempre que su estatura no supere el 1,80 m, ya que de lo contrario rozará con el techo. Ello es debido a que el asiento del copiloto podemos desplazarlo hacia delante. No obstante, las banquetas de dichas plazas son cortas de asiento y bajas de respaldo. El acceso a las plazas traseras se encuentra facilitado por la anchura de las puertas y la suficiente inclinación del respaldo de los asientos delanteros. Delante dos adultos pueden alojarse con tanta confortabilidad como la que puede ofrecer un Auris, tanto en anchura como en altura. El puesto de conducción, ubicado en una posición demasiada vertical, es apto para personas de alta estatura. Sin embargo cuenta con el inconveniente de no poder regular el asiento en altura. Por otro lado, la visibilidad tanto frontal como lateral es buena. Por lo demás, sus respectivos asientos ofrecen tanto a conductor como a copiloto una buena sujeción. Detrás, el maletero cuenta con una capacidad de 38 litros, que se puede incrementar hasta superar los 238 en el caso de abatir los respaldos de las plazas traseras, suficientes para siturar dos pequeñas maletas como equipaje de fin de semana. De ocultar su contenido se encarga una funda, que se asegura con automáticos situados en las paredes del maletero. No obstante echamos de menos no contar con una red de sujeción que evitaría un desplazamiento de la carga hacia delante, dando así una mayor protección tanto a conductor como a pasajeros.
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Mecánica
Este tracción delantera ubica su motor en posición transversal, que puede variar su oferta a tres posibles mecánicas, dos de gasolina y una diesel. Todas ellas se encuentran caracterizadas por los bajos niveles de emisiones, que se sitúan por valores en torno a los 100 gr/km. Para empezar se ha optado por el eficiente motor Toyota tricilíndrico de 996 cc y 68 caballos de potencia asociada a una transmisión manual de cinco velocidades o de manera opcional a una automática de variador continuo, que vendrá a lo largo del próximo año. Más adelante - a lo largo de 2009 - se sumará a este mecánica un 1,3 litros de 87 caballos para quien busque un iQ en gasolina de repuesta más rápida y mayor agilidad en marcha. Dicha mecánica también acudirá a una transmisión de cinco velocidades. En cuanto al diesel, se trata de la versión 1.4 D4-D de 90 caballos con cambio manual de seis marchas que promete un consumo medio de 3,9 litros/100 km y unas emisiones de 103 gr/km. Una vez en marcha el conocido gasolina de 1.0 litro - que también monta el Toyota Aygo - resulta ideal para desenvolverse en la gran ciudad pues su menor peso respecto al diesel (50 kg) le ayuda a ser más enérgico que el diesel en las aceleraciones cortas. Además se muestra más suave y silencioso, aunque transmita algunas vibraciones, que se aprecian con mayor nitidez al ralentí y en las fases de aceleración. Sin embargo y aunque se muestre progresivo a medio régimen se queda algo limitado para trayectos interurbanos, sobre todo si tiene que salvar contínuos adelantamiento o fuertes repechos. Sus 3,9 litros/100 km le convierte en el coche de gasolina que menos gasta del mercado además de ser el que menos emisiones cuenta con 99 gr de C02/km. Por su parte, el 1.4 D4-D mueve con soltura al iQ dotándole de un mayor carácter para desenvolverse concierta soltura fuera de la ciudad. No obstante dicho empuje resulta algo brusco para su carácter. Por su parte la caja de cambios manual de seis velocidades, situada muy a mano del conductor, aprovecha mejor el rendimiento de la mecánica -al igual que le ocurre al 1.0 litro de gasolina -. En el caso de la transmisión automática que monta el 1.0 litro de gasolina cuenta con tres posiciones de palanca: "D" o normal, "S" o deportiva y "B" o de alta retención, que aunque funciona bien exige llevarlo muy revolucionado, lo que aumenta no sólo el consumo sino también el nivel de ruido. Más recomendable resulta ser la manual de cinco, pues además de serm ás barata, aprovecha en mayor medida el rendimiento de la mecánica. .
Comportamiento
Su anchura de vías, contenida altura y tacto firme de la dirección asistida han permitido al iQ mostrar un comportamiento ágil y seguro, sobre todo si el pavimento se encuentra liso y en perfectas condiciones. En estas circunstancias transmite un elevado aplomo a alta velocidad. Ante la presencia de baches, las reacciones de su firme suspensión no son como para permitirse grandes alegrías a gran velocidad. Es justo agradecer a Toyota que en un vehículo de estas características incorpora de serie el control de estabilidad, que sin duda ayuda y mucho a garantizar un buen comportamiento en carretera en situaciones comprometidas. Dentro de la ciudad el hecho de contar con el mejor radio de giro del mercado -3,9 metros frente a los 4,4 metros del Smart - le permite maniobrar con gran eficacia en espacios reducidos. Tampoco hay que olvidar que la carrocería tiene un brillante coeficiente aerodinámico Cx de 0,30 que ayuda no sólo a mejorar en prestaciones y comportamiento sino a contener el consumo dada la eficiente penetración del aire.
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Seguridad
Sin lugar a dudas estamos ante uno de los apartados donde mejor sale parado el benjamín de los Toyota pues a sus 9 airbags de serie: frontales, de rodilla para el conductor, laterales delanteros, de cortina para las cuatro plazas y trasero. Éste último se despliega tras los reposacabezas traseros y cuya función es la de evitar ser alcanzado por esquirlas ante un fuerte colisión. Todo ello junto los frenos ABS y el control de estabilidad denominado VSC por Toyota, contribuyen a lograr el objetivo de la marca nipona que es el de alcanzar las cinco estrellas en los test EuroNCAP. Por su parte, el iQ recurre a frenos ventilados en el tren delantero y de tambor en el trasero que gozan de buen tacto y una frenada estable y potente, pues la firme suspensión y rigidez de la amortiguación evita que el morro de hunda más de la cuenta en una frenada más acusada. . .
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Valoración Final
El iQ es cuanto menos la forma de entender el Smart interpretada por Toyota a través de un microurbano de vanguardista diseño y contenido tamaño, que cuenta en su habitáculo capacidad suficiente para acoger a tres adultos... todo un logro para un vehículo que no supera apenas llega a los tres metros de longitud. Su alto nivel de seguridad, su confort y tacto propios de un compacto de superior calidad y buen comportamiento hacen de el un coche ideal tanto para moverse por ciudad como para abandonarla, gracias en parte a unos mecánicas que sin destacar por su brillantez esultan suficiente para cumplir con su cometido. . . . .
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