Toyota Verso 2.2 D-4D AutoDrive S: Monovolumen de referencia

La tradición de Toyota en el sector de los monovolúmenes se remonta a 1984, con el lanzamiento del Space Cruiser. No obstante, la entrada oficial en este segmento tuvo lugar con el Toyota Corolla Verso, en 2002. Este coche ha evolucionado considerablemente desde entonces, y no tan sólo ha cambiado su denominación comercial, ahora Verso a secas, sino que también ha variado su plataforma. El primer Corolla Verso se basaba en una plataforma de coche compacto, mientras que el Verso actual se beneficia de una estructura diseñada ex profeso. Esto le permite ofrecer todavía más espacio interior y una modularidad muy buenas, un tacto de conducción parecido al de un turismo y un confort y comportamiento destacables. Hemos conducido durante unos días la versión más potente del Verso, la que monta el conocido motor diésel D-4D de 150 CV. Esta versión sólo se vende con acabado Advance, el más completo, con cambio automático Multidrive S y techo panorámico incluidos, entre otros. Si además le añadimos el Pack Drive, que incluye sensores de aparcamiento, navegador, bluetooth y faros de Xenón, creamos el monovolumen de Toyota con más filosofía "Premium".

PVP: TOYOTA Verso 2.2 D-4D AutoDrive S Advance 7 pl. 31.750 €

Una de las características del Toyota Verso, según nuestro punto de vista, es su discreción. Como muchos otros monovolumen, no es un coche que destaque por una espectacular estética, pasa bastante desapercibido. Aunque es agradable a la vista, y está muy bien terminado exterior e interiormente. El coche marca muy claramente que es un Toyota mediante la típica rejilla frontal de dos barras horizontales presidida por la gran insignia de la marca japonesa. Los grandes faros y el contundente paragolpes delantero en el mismo color de la carrocería y con los antiniebla integrados le dan una presencia bastante contundente. Visto de perfil, el Verso muestra claramente su diseño "en dos zonas", como dicen en Toyota. La zona frontal abarca el capó y el habitáculo, mientras que la segunda zona la forma el espacio de carga trasero. En la zaga destaca el amplio portón trasero, de apertura ascendente. Completan la imagen de este monovolumen las llantas de 17 pulgadas, como corresponde al acabado Advance. Aunque no lo parezca, el Verso mide 4,40 metros de longitud, 1,79 de anchura y 1,63 de alto. Por lo tanto, no es un coche de grandes dimensiones. De hecho, sus medidas corresponden a las de un turismo del segmento C.

En su interior se percibe buena calidad de los materiales y una cuidada terminación general, algo ya característico en Toyota. Sorprende en un primer momento la disposición de los relojes en el centro del salpicadero, la enorme consola central con la pantalla del navegador en primer plano y la palanca del cambio en posición elevada. Tanto la consola, como el cuadro de mandos, el volante o los tiradores de las puertas se rematan con un acabado símil titanio, que da un toque muy refinado al conjunto. Los huecos de la consola central destinados a colocar objetos son perfectos para botellas, pero pequeños para colocar objetos como el móvil o la cartera. Para ello, mejor el hueco en el apoyabrazos central. Al subirnos al coche, la sensación de espacio diáfano es inmediata. Y no sólo en las plazas delanteras. Las plazas posteriores se caracterizan por tener tres banquetas independientes, con posibilidad de abatirse y desplazarse longitudinalmente hasta 195 mm. de forma individual. Son tres plazas reales, en las que los pasajeros viajan con total comodidad y espacio, modulable a su gusto. El Verso puede montar una tercera fila de asientos, para poder llevar así hasta un total de siete pasajeros. Estas banquetas accesorias se abaten mediante un mecanismo muy sencillo y rápido, tirando de una correa. El acceso a esta 3ª fila es algo justo, desde nuestro punto de vista mejorable. Si abrimos el portón y abatimos los asientos, se nos presenta un maletero enorme, con piso plano y 1.696 litros de capacidad máxima hasta el techo. Para ser un coche de 4,44 metros de longitud, no está nada mal. Este Toyota Verso con acabado Advance monta de serie un techo panorámico de más de un metro de longitud, que ilumina todo el habitáculo hasta las plazas traseras. Algunos detalles como el retrovisor interior complementario que permite que podamos echar un ojo a los niños cuando viajan en las plazas traseras, la guantera con sección superior refrigerada, las mesitas plegables con portavasos en las plazas traseras o las cortinillas integradas en las ventanillas traseras, delatan claramente su filosofía de uso en familia.

Hemos conducido el Toyota Verso con el motor diésel D-4D de 2,2 litros de cilindrada y 150 CV de potencia. Es un turbodiésel, con sistema common rail y filtro de partículas sin mantenimiento. Está unido a un cambio automático AutoDrive S de seis velocidades. Con este motor, el Verso ofrece un consumo medio de 6,8 l/100 km. Esta cifra es superior en la realidad: 7,2 l/100 en autopista, 8,4 en carretera y 11,9 en ciudad.

El coche, en esta versión Advance, se arranca "sin llave", mediante el botón situado en el salpicadero. El motor diésel es bastante silencioso, contribuyendo así a un mayor placer de conducción. También es un motor elástico, con buena potencia desde bajas vueltas, algo que facilita el guiado del coche en ciudad, por ejemplo. El cambio de marchas nos permite escoger entre tres modos de funcionamiento: normal, sport y manual . En modo normal la transición entre marchas es muy suave, y a nuestro parecer, un poco lenta, con bastante resbalamiento. Si queremos una mayor dinamismo, podemos conectar el modo Sport, que mejora un poco la respuesta al escoger un régimen más alto de giro para la misma marcha y una marcha más corta a la hora de reducir. Si nos decidimos por el modo manual, podemos accionar el cambio con las levas situadas detrás del volante. El Toyota Verso se encuentra a gusto en autopista y autovía, gracias a su particular estructura: vías anchas, larga batalla, suspensión enfocada al confort, etc. En carretera de montaña no se ve demasiado afectado por el típico balanceo de la carrocería, y se muestra suficientemente ágil a la hora de enlazar curvas. En ciudad el coche se percibe un poco grande. La sensación de espacio interior, la posición elevada de conducción y el elevado radio de giro, típico en un monovolumen, generan esa sensación. . Porque en realidad, estamos hablando de un coche de 4,44 metros de longitud, un poco más grande que un Ford Focus, para hacernos una idea.

El Toyota Verso ha obtenido la máxima calificación en las pruebas EuroNcap, con 5 estrellas. Es un coche equipado con ABS y EBD, asistencia de frenado BA, control de estabilidad VSC+ con control del par de dirección, control de tracción TRC y control de asistencia del arranque en pendientes. Monta de serie siete airbags, incluidos los airbags de cortina completos hasta la tercera fila de asientos. Los asientos delanteros montan reposacabezas activos antilesiones cervicales. La frenada se confía a discos ventilados de 320mm. en las ruedas delanteras.

El éxito del Toyota Verso radica básicamente, según nuestra opinión, en su calidad general y en su efectivo diseño interior. El Toyota Easy Flat-7, como la marca japonesa denomina a su sistema de combinación de asientos, es práctico y efectivo a la hora de aprovechar el espacio interior, que no es poco. El equipamiento es de calidad, y muy completo, especialmente en lo referente a sistemas de seguridad. Con el motor diésel de 150 CV podemos aprovechar en mayor medida el buen comportamiento del chasis, aunque siempre hay que tener en cuenta que es un coche diseñado para una conducción tranquila y relajada, más que deportiva. Tiene grandes rivales en el sector. Entre ellos, el Ford Grand C-Max, con el que hicimos recientemente una comparativa. El Citroën C4 Picasso, Opel Zafira Tourer, Peugeot 5008, Seat Altea XL o Volkswagen Touran podrían ser otras alternativas. Algunas de ellas tienen un precio más competitivo sobre el papel, teniendo en cuenta que la versión del Verso que os hemos presentado supera los 30.000 euros debido a su alto nivel de equipamiento y a su motor diésel más potente.