Toyota Yaris 100H: Ciudadano híbrido

De cara a este año, Toyota ha introducido leves novedades en el Yaris, que sigue siendo el único modelo del segmento B disponible con sistema híbrido. Y ésta es precisamente la alternativa motriz que hemos seleccionado para poner a prueba. El precio de esta unidad en acabado Feel!, incluyendo opcionales, es de 22.450 euros, si bien los descuentos promocionales que ofrece Toyota reducen actualmente el importe hasta los 18.250 euros. Eficiencia por ciudad y confort de marcha son dos de sus grandes credenciales.

Poder contar con un coche “a medida” para cada conductor supone un factor cada vez más importante en los últimos, lo que ha convertido a las posibilidades de personalización en una prioridad para buena parte de las marcas. Esta apuesta es aún más evidente en los segmentos urbanos, como es el caso del Yaris. El Yaris probado equipa, de forma opcional, la combinación de colores Bi-Tono Rojo Tokio con techo negro (800 euros), una alternativa atractiva y sin estridencias que sin duda puede resultar del agrado de muchos conductores.

Dentro de las mínimas novedades exteriores que ha aplicado Toyota al modelo de cara a este año se encuentra la incorporación de una antena de tipo aleta de tiburón en el techo para el equipo de sonido. Este elemento viene de serie en la versión en el acabado Feel! con combinación Bi-Tono de la unidad probada. Dejando a un lado esta leve novedad, el modelo conserva el diseño con el que se renovó hace tan solo unos meses.

Es decir, mantiene esa “mirada” con un toque agresivo en unas ópticas delanteras que destacan además por las franjas cromadas que apuntan hacia el logotipo de la marca. A ello se suma una parrilla de tipo nido de abeja (en este acabado) de considerables dimensiones. Forman parte del equipamiento de serie las vistosas llantas de aleación de 16 pulgadas que combinan el color negro con el acabado pulido.

Al acceder al habitáculo del Yaris se aprecia otro de los cambios que ha incluido Toyota de cara a este año. Mientras que en las versiones con exterior Bi-Tono en rojo y negro, esta misma combinación se repetía en el interior (incluyendo salpicadero, paneles de las puertas, asientos, etc.), ahora se opta por una mayor sobriedad colorista y se confía todo al negro.

En su última actualización, que tuvo lugar hace solo unos meses, el Yaris subió un peldaño en calidad percibida, algo que se puede observar fácilmente tanto en los materiales empleados en el habitáculo como en los ajustes entre los diferentes paneles. Cabe señalar que, en la comentada puesta al día, se mejoró el software del sistema de infoentretenimiento con tal de lograr un uso más intuitivo de las diferentes aplicaciones que pueden emplearse desde la pantalla táctil, como es el caso de Coyote o Google Maps, entre otras.

En lo que respecta a la amplitud interior, el Yaris ofrece un puesto de conducción generoso, a lo que hay que sumar un asiento confortable. Por su parte, en la segunda fila pueden viajar de forma bastante cómoda dos adultos gracias a la buena anchura y al correcto espacio para las piernas. La altura al techo puede resultar justa para ocupantes de talla superior a la media y que sobrepasen una altura de 1,80 m.

Pese a tratarse de un urbano de proporciones contenidas, su maletero es aceptable. Más que por su volumen de 286 litros destaca, sobre todo, por unas formas regulares que permiten aprovechar bien el espacio disponible. El vehículo, además, cuenta con diversos huecos para alojar pequeños objetos repartidos por el habitáculo.

Esta unidad pertenece al acabado Feel! y cuenta, entre su amplio equipamiento de serie, con elementos como siete airbags, controles de estabilidad y tracción, arranque sin llave, sistema de asistencia de arranque en pendiente, control de crucero, cámara de visión trasera, climatizador automático bizona, pantalla táctil multifunción de 7 pulgadas, entrada USB, seis altavoces, sensor de lluvia, sistema de seguridad precolisión, avisador de cambio involuntario de carril, control inteligente de luces de carretera y reconocimiento de señales de tráfico.

Opcionalmente, equipa el sistema Toyota Touch 2 & Go (650 euros) con navegador, Bluetooth con audiostreaming, acceso a aplicaciones, llamada de emergencia y asistencia Eurocare.

Para esta prueba hemos escogido la alternativa híbrida que ofrece la gama del modelo japonés. El sistema que da vida a esta versión está integrado por un propulsor de gasolina 1.5 de cuatro cilindros y 75 CV y por un motor eléctrico de 61 CV. Entre ambos, que pueden funcionar de forma independiente o combinada, logran una potencia máxima de 100 CV. Con esta combinación mecánica, el Yaris responde de forma satisfactoria desde bajas revoluciones y ofrece unos correctos resultados a la hora de recuperar. Eso sí, de cara a mantener velocidades constantes en repechos suele mostrar algunas carencias.

En cualquier caso, en líneas generales, el sistema híbrido es capaz de mover con soltura el vehículo. El Yaris híbrido se caracteriza por su suavidad de marcha y por ser muy silencioso mientras se practique una conducción relajada. Cuenta con un cambio automático e-CVT, es decir, de variador continuo (no tiene marchas), que proporciona un correcto comportamiento si bien no está pensado ni mucho menos para exprimirlo en conducción deportiva. En lo que respecta a prestaciones, esta versión del modelo japonés acelera de 0 a 100 km en 11,8 segundos y su velocidad máxima es de 165 km/h.

La eficiencia es uno de los puntos fuertes de la variante híbrida del Yaris, pues homologa una media de consumo de 3,3 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de solo 75 g/km. Al finalizar la prueba, la media obtenida fue algo superior pero los 4,6 litros registrados siguen siendo un valor bastante ambicioso teniendo en cuenta que incluyen un recorrido por ciudad, vías interurbanas, carreteras de montaña y autopista. En el ámbito del ahorro de combustible, es un coche ideal para rodar por zonas urbanas, que es por donde más se aprovechan las ventajas del sistema híbrido.

Desde el punto de vista dinámico, lo primero que llama la atención al moverse con el Yaris por las estrechas calles de cualquier ciudad es su maniobrabilidad. Tanto sus compactas proporciones como su buen radio de giro ponen su granito de arena para ello y facilitan además las maniobras de aparcamiento en espacios reducidos.

Por otra parte, hay que señalar que se trata de un automóvil confortable, con un tarado de suspensión equilibrado que le permite absorber de forma bastante efectiva las pequeñas irregularidades del asfalto. Al salir de terreno urbano hacia las grandes rectas de autopista se aprecia un aplomo razonable para su segmento, lo que hace posible ampliar sus posibilidades urbanas hacia alguna que otra escapada de fin de semana.

En la última actualización del modelo, Toyota aplicó diversas modificaciones para mejorar la eficacia tanto de la suspensión como de la dirección. Al afrontar sucesiones de curvas, el Yaris se muestra bastante estable y su dirección ofrece, además, una considerable precisión que contribuye a potenciar la sensación de agilidad que transmite el vehículo.

En definitiva, el hecho de que el Yaris sea el único de su categoría que puede ofrecer tecnología híbrida se convierte en un aspecto realmente interesante para los conductores que se muevan mayoritariamente por ciudad. Ello supone un importante ahorro de combustible, a lo que hay que sumar un razonable confort de marcha, un interior bien aprovechado y un amplio equipamiento en el acabado Feel! de esta unidad probada. El precio, no obstante, es algo más elevado que el de rivales equivalentes por categoría y potencia.