El Yaris con el nuevo acabado Connect incorpora navegador integrado en el salpicadero —extraíble para usarse fuera del coche— equipo de audio de alta gama con reproductor de video/DVD, tomas auxilares para Ipod y USB y tapizado exclusivo. Por fuera se distingue por su anagrama específico, faros antiniebla y llantas de aleación "starlight". Tanto en diesel como en gasolina podemos contar con cambio manual automatizado "Confortdrive" con levas en el volante.
Disponible en tres motorizaciones, dos de gasolina: 1.0 VVT-i y 1.33 VVT-i, y una diesel: 1.4 D-4D —todas ellas cumplen la norma Euro 5—, y dos terminaciones: Live y Connect. La horquilla de precios va desde los 11.400 euros de la versión 1.0 VVT-i Live de tres puertas a los 16.900 del 1.4 D-4D Connect Confortdrive cinco puertas.
En el segmento de los utilitarios que es donde se posiciona el Yaris hay múltiples opciones de elección, desde pequeños urbanos como el Kia Picanto, el Hyundai i10, el Renault Twingo, el Suzuki Alto o el Toyota Aygo, sin ir más lejos; a "ciudadanos" Premium como el reciente Audi A1, pasando por los que apuestan por el diseño como el Mini, el Fiat 500 o el Citroën DS3 y por supuesto, sin olvidar a los "clásicos" Renault Clio, Peugeot 207, Opel Corsa y Ford Fiesta, entre otros.
Diseño exterior
De corte y filosofía netamente urbana, su longitud, próxima a los 3,8 metros, lo engloba dentro del competido segmento B, es decir, el de los utilitarios.
En sus dos configuraciones, 3 ó 5 puertas, el Yaris parte de la misma plataforma. Sus formas redondeadas representan una arquitectura de inspiración ovoide. En ella destaca que se une casi en el mismo trazo la línea del capó y el parabrisas formando un monocasco, achatado por detrás, muy compacto, de corte juvenil y singular imagen.
En su frontal cobran gran protagonismo los grupos ópticos —halógenos— y el contraste de su alta cintura, marcada por la línea horizontal que separa el final del paragolpes y el inicio del capó del motor.
La gran superficie acristalada de este modelo aligera mucho sus formas proporcionándole un habitáculo muy luminoso. Y para obtener la mejor nota en efectividad al circular por vías rápidas, los ejes —sobre todo se aprecia más en el caso del trasero— se han llevado lo más cerca posible a las esquinas del coche. Un alarde técnico, muy bien resuelto en un vehículo de tan compactas dimensiones, que conlleva complicaciones extra para los ingenieros a la hora de ubicar las bases de anclaje de las suspensiones.
Hay 10 opciones de color para la carrocería. Los acabados metalizados tienen un sobreprecio de 300 euros.
Habitabilidad
En su interior encontramos multitud de huecos en la consola central y las 4 puertas de acceso, y diversas guanteras en donde depositar objetos. Éstas se distribuyen sabiamente por el salpicadero. Hay una justo detrás del volante y dos frente al copiloto.
Tanto las tapas de estas guanteras como algunos plásticos del interior del Yaris, aunque presentan muy buenas terminaciones y sus ajustes son muy buenos, muestran cierta fragilidad; el material con el que están hechas desentona en el conjunto.
El interior está configurado para cinco pasajeros, pero el espacio en las plazas traseras, en la zona de los hombros y caderas (1.269) mm resulta un tanto justo para alojar a tres adultos. No ocurre así en el caso de los pies (880 mm) pues hay margen con la primera fila de asientos. La plaza central tiene su cinturón oculto en el techo.
Hay que destacar que los resposacabezas traseros se pueden enrasar con el respaldo cuando no se utilizan, de esta forma se gana en visibilidad. Eso sí, cada vez que se acomode un pasajero hay que levantarlos, puesto que le molestarán en la nuca. El respaldo de estos asientos es reclinable y se puede plegar en una proporción de 60/40.
En cuanto a los asientos delanteros, regulable en altura el del conductor, ningún problema de espacio. Además es fácil encontrar la postura. Su volante, forrado en piel, tiene regulación en altura y profundidad.
Todos los mandos, salvo curiosamente los que nos permiten manejar el ordenador de abordo, quedan muy a mano. El climatizador forma parte del equipo de serie en este acabado.
En lo que se refiere a capacidad de carga se puede ajustar entre 272 ó 363 litros dependiendo de la posición en la que pongamos el respaldo de las plazas posteriores. Además el plano de carga queda suficientemente bajo como para que no resulte incómodo cargar o descargar objetos pesados. El maletero cuenta con cobertor rígido, y bajo la alfombrilla del piso va la rueda de repuesto que es de de tipo "emergencia".
Mecánica
En el Yaris hay tres motores disponibles. Dos de gasolina: 1.0 litros de 3 cilindros y 1.3 de 4 cilindros, y el diesel 1.4 D-4D también de 4 cilindros. Únicamente en el de menor cilindrada no se puede equipar la transmisión automática Confortdrive de 6 relaciones (que además queda reservada exclusivamente para el acabado Connect). En su caso ha de conformarse con una caja manual de 5 relaciones. Manual también, pero de 6 marchas, puede incorporarse al motor D-4D en los dos acabados. El sistema Stop&Start queda únicamente para el gasolina 1.33 Connect.
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La tracción es al eje delantero. Toyota declara unas prestaciones cifradas en: 175 km/h de velocidad máxima y un 0 a 100 km/h en 11,9 s. -10,7 en el 1.6 D-4D-.
El Yaris Connect que hemos tenido ocasión de probado era la versión 1,3 VVT-i -de 1.374 cc, 101 CV a 6.000 rpm y 132 Nm a 3.800 rpm- equipado con transmisión automática Confortdrive y el pack Plus que incluye airbags de cortina delantero y trasero, de rodillas del conductor, control de tracción y de estabilidad, discos de freno en el eje posterior y elevalunas traseros eléctricos. Supone un sobre precio de 900 euros que sumados a los 15.500 del coste del modelo deja la cifra final en 16.400 euros.
Comportamiento
La principal característica en el caso de la unidad probada, al margen del nuevo equipamiento, es la caja de cambios manual automatizada denominada "Confortdrive" sin pedal de embrague. Cambio que presenta una relación más corta, y con menor salto entre sí, en la tres últimas marchas. Las restantes, 1ª,2ª,3ª y la marcha atrás, son idénticas en la caja manual tradicional.
Tanto en modo manual como si dejamos que actúe "por cuenta propia", el cambio Confortdrive hace que se obtengan muy buenos resultados. Aunque el motor hay que llevarlo alto de vueltas para que mueva con soltura los poco más de 1.000 kg que pesa el Yaris en vacío.
Apenas se percibe demora entre la inserción de marcha, salvo a la hora de reducir si vamos a un ritmo alegre. En tal caso la centralita del motor retarda la inserción de la marcha acorde al régimen de giro de éste. Lo que evita peligrosas subidas de régimen que podrían comprometer la integridad mecánica.
De comportamiento ágil y noble, el Yaris sabe desenvolverse entre semáforos con presteza. Y cuando pasamos a carretera abierta sus reducidas dimensiones no son obstáculo para aventurarnos en largas travesías. Eso sí, para viajar en familia si esta es de más de tres miembros, es mejor poner los ojos en otros modelos con un habitáculo, y sobre todo maletero, más acorde.
Toyota le otorga un consumo combinado de solo 5,2 litros a los 100 kilómetros -4,2 en el diesel- , que en la práctica no resultan fáciles de obtener. Más real en el caso de la unidad probada era moverse entre los 6,1 y 6,3 l. a los 100 km/h. Lo que fijaba la autonomía en unos 670 km con los 42 litros de su depósito.
Seguridad
Entre el equipamiento destinado a la seguridad no falta como equipo de serie el ABS con distribución electrónica de la frenada y asistente a la frenada de emergencia, airbags de cortina delanteros y traseros. Desconexión de airbag acompañante, fijaciones Isofix de 3 puntos en la 2ª fila de asientos y faros antiniebla.
Si se cuenta con el pack Conenct Plus obtendremos airbag de rodillas de conductor y de cortina laterales delanteros. También discos de freno en el eje posterior y control de estabilidad y tracción.
En los test EuroNCAP el Yaris obtiene 5 estrellas en protección de ocupantes, valoración a la altura de modelos como el Avensis, el Verso o el Prius.
Valoración
En su comportamiento destaca sobre todo la confianza que da su robusto chasis monocasco. Estable y con buen tacto de suspensiones (de tipo McPherson), su precisión en giros -la dirección según la velocidad varía su servo asistencia- y su aplomo son argumentos convincentes para quien se sienta al volante.
El motor ofrece una respuesta sorprendente para su baja cilindrada, aunque en el caso de nuestra unidad de pruebas, con apenas 1.000 km en su marcador, se percibía aún cierta dureza motivada por la falta de rodaje.
Nos ha convencido bastante el cambio manual automatizado Confortdrive por su suavidad y progresión, pues al insertar las marchas no se perciben esos "vacíos" sin impulso que resultan patentes en otros cambios similares.
Todo un lujo es también contar con un equipo "multimedia" (firmado por Fujitsu) tan completo. Algo que hasta hace poco solo encontrábamos en coches más grandes y de otra escala de precios.
Compre un yaris gasolina en mayo del 2014, desde hace 2 meses empezó con ruidos en la parte posterior cómo una cama vieja.Lo lleve a revisión me dijeron que era normal que todos los yaris tienen ese ruido,a mi me sorprendió por tratarse de un coche nuevo.No se si alguien de ustedes tiene un yaris con un problema similar. Gracias.