¿Por qué un pick-up?
Es curioso que con el éxito que tienen al otro lado del Atlántico, sea tan raro ver un pick-up en nuestras calles. En Estados Unidos el coche más vendido durante 28 años consecutivos ha sido el , el pick-up de la firma del óvalo.
Lanzado en 1948 el Ford F-Series es el segundo automóvil más vendido de la historia con 35 millones de unidades. Esta cifra lo sitúa por delante del Volkswagen Golf con 30 millones y sólo lo supera el Toyota Corolla con 40 millones.
Mientras que en el nuevo continente prácticamente cualquiera podría conducir un pick-up, en Europa parece que estén reservados a un uso profesional. Bien es cierto que sus precios tampoco tienen nada que ver con los de América.
Hoy probamos el Volkswgen Amarok Highline Edition, la versión más lujosa de la gama. Este acabado, que incluye tapicería de cuero, sólo está disponible con la carrocería doble cabina con 4 puertas, 5 plazas y una caja algo más pequeña que la de versión de Cabina Simple.
Chico para todo
Volkswagen Vehículos Comerciales lanzó el Amarok en 2010, un pick-up de tamaño medio diseñado por Walter de Silva y producido en las plantas de General Pacheco (Argentina) y Hannover (Alemania). Un modelo muy importante para América del Sur de ahí que su centro de producción principal esté ubicada allí.
Sus rivales naturales son Ford Ranger, Mitsubishi L-200, Nissan Navara y Toyota Hilux. Al igual que sus competidores cuenta con dos carrocerías distintas (cabina simple y doble), así como versiones de tracción trasera e integral.
Las versiones puramente comerciales del Amarok están disponibles tanto con Cabina Simple como con Doble Cabina. Asimismo, también existe una versión chasis con la que los clientes pueden carrozar la parte posterior al gusto de sus necesidades, desde un volquete hasta una ambulancia. Por encima encontramos tres niveles de acabado para la Cabina Doble: Trendline, Canyon y Highline Edition.
El Highline Edition añade sobre el resto retrovisores eléctricos con plegado automático y calefactados, llantas de aleación Aldo de 17”, faros antiniebla con función de giro, asistente de luces, alfombrillas en Velours, tapicería de cuero Vienna, asientos delanteros con calefacción integrada, sensor de lluvia, navegador, radio CD con 6 altavoces, climatronic, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, mandos por voz.
Sin embargo, como es costumbre en la firma de Wolfsburgo el listado de opciones con el que podemos configurar el Amarok a nuestro gusto es casi interminable. Esto hará que el precio final del vehículo se dispare hasta límites insospechados. Nuestra unidad de pruebas contaba con 7.000 euros en extras.
Con la carrocería de doble cabina disfrutamos de 5 plazas y de una caja, aportando un plus de versatilidad a la hora de combinar un uso profesional y en familia. Eso sí, las cotas exteriores de 5,2 metros de largo y 1,95 metros de ancho hacen que usarlo en el día a día no sea tan práctico como un SUV al uso.
Maniobrar en el parking de un centro comercial, buscar un hueco en la calle o callejear dentro del núcleo urbano son los hábitats en los que el Amarok se encuentra más incómodo. Los sensores de aparcamiento delanteros y traseros de serie serán de gran utilidad en estos territorios hostiles.
La primera vez que lo entré en el garaje de casa aguanté la respiración pues temía que las barras antivuelco del paquete opcional Cromo III (2.020 euros) pudieran rozar la puerta de acceso. Al ir sentado tan arriba parece que el coche tenga más de 2 metros de altura, no obstante sólo mide 1,83 metros.
5 plazas de verdad
Las plazas delanteras son amplias y cómodas disfrutando de una excelente visibilidad gracias a su elevada postura de conducción. Los asientos cuentan con múltiples posibilidades de regulación y aportan gran nivel de confort en largos viajes.
Al tratarse de la versión tope de gama o Highline Edition destaca por su tapicería de cuero Viena. Sin embargo, los acabados que encontramos en el salpicadero y en los paneles de las puertas están mucho más cerca de los de un vehículo comercial que de los de un turismo Premium.
En lo que a aislamiento acústico se refiere también está lejos de los turismos de la marca de Wolfsburgo. Tanto las vibraciones como el sonido de su motor se filtran demasiado dentro del habitáculo.
El navegador de serie RNS 315 dispone de pantalla a color táctil, memoria flash integrada de 4 Gb, lector de CD y de tarjetas SD. El sistema opcional RNS 510 añade un software mucho más moderno, una pantalla de mayor tamaño y un disco duro de 30 Gb, lástima que Volkswagen pida por ella 2.471 euros, una cifra algo excesiva.
En la segunda fila presenta una banqueta corrida de tres plazas con un respaldo un tanto vertical que sujeta más bien poco. Tres adultos de talla XL se encontrarán cómodos disfrutando de una destacable altura libre al suelo y de mucho espacio para las piernas.
En caso de necesitar un espacio de carga cubierto siempre podremos levantar la base de la banqueta trasera (divisible en dos mitades asimétricas tipo 40/60) para plegarla contra su respaldo. Una solución que aporta un maletero adicional pero que a su vez nos resta plazas.
Un trastero con ruedas
La caja de la carrocería doble cabina, con un volumen de 2,52 m2, tiene una amplitud interior máxima de 1,2 metros. Esta cota permite cargar un europalet de forma transversal. La versión de cabina simple alcanza los 3.57 m2 de capacidad y puede cargar dos europalet a la vez, el único de su segmento en lograrlo.
Si estas cotas no son suficientes, podremos recurrir a abatir la compuerta trasera para usarla como extensión de la zona de carga. En esta configuración la matrícula deja de ser visible con lo que necesitaremos de un porta-matrículas adicional, disponible a modo de opción.
De serie cuenta con cuatro anillas de sujeción para fijar la carga. Otros elementos concebidos para la zona de carga son opcionales como la iluminación en la plataforma o el recubrimiento especial en color antracita. Este último extra es resistente a la radiación UV y protege la carrocería en este punto de arañazos, golpes y manchas.
Hay todavía más extras como las cubiertas de aluminio y plástico para proteger la carga ante posibles inclemencias meteorológicas. Incluso podemos montar un Hardtop con portón de cristal que transforma el espacio de la caja en un maletero cerrado.
Durante la prueba de 1.000 kilómetros que realizamos nos topamos con una tormenta con lo que todo lo que llevábamos en la caja quedó como si lo hubiésemos lanzado a una piscina. La opción de la cubierta merece la pena si se busca disfrutarlo con la familia, de lo contrario el equipaje tendremos que llevarlo en los pies de las plazas traseras.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Subir a la caja es muy sencillo, sólo tienes que poner un pie sobre uno de los neumáticos traseros, agarrar el borde de la caja y pasar la otra pierna dentro. Las barras anti-vuelco opcionales permiten sujetarte mejor a la hora de subir y bajar de la caja. Estas barras, jinto con las estriberas ovales, forman parte del paquete exterior Cromo III.
Para comprobar el comportamiento del vehículo con carga subimos media tonelada de leña a bordo y realizamos un trayecto de 300 kilómetros. Aunque disponía del recubrimiento especial para proteger la zona de carga dispusimos también una manta en la base de la caja para ensuciar lo mínimo posible. El peso y la propia fricción de los trozos de madera entre si hacen que en marcha la carga no se mueva ni un milímetro.
Gracias a contar con largueros en el eje posterior el vehículo apenas cambia de comportamiento con carga. Además, si optáramos por una ballesta adicional (ballestas Heavy Duty) que se ofrece en opción, entonces podríamos aumentar la capacidad de carga de 952 a 1.151 kilos.
Imperturbable
No importa si se circula sólo, con pasajeros o con carga en la caja, el Amarok ofrece un comportamiento casi idéntico en todas las situaciones. Es un coche que se muestra noble y muy comunicativo tanto mediante su dirección como su suspensión.
En vía rápida no es ningún problema rodar a 120 km/h, su equipo de suspensiones ofrece una estabilidad más que destacable para un pick-up de 5,2 metros de largo y casi 2 toneladas de peso. La carrocería se inclina cuando entramos rápido en un viraje, no obstante, el feedback que transmite al volante es de control total.
Aunque las reviradas carreteras de montaña puedan parecer un terreno hostil, allí el Amarok se defiende la mar de bien. Las suspensiones ofrecen un buen compromiso entre efectividad y confort.
Sobre pistas sin asfaltar ofrece una muy buena capacidad de filtrado, con lo que los pasajeros sufren poco las irregularidades del firme. En los saltos notas como la parte trasera va por su cuenta, una de las características típicas de un pick-up.
También llevamos a cabo un recorrido offroad para comprobar la efectividad del sistema de tracción integral 4Motion. Mediante un botón junto al cambio podemos activar el 4X4 siempre que queramos, distribuyendo así el 50% del par del motor a cada eje. El resto del tiempo el Amarok circula con tracción trasera.
En una zona que combinaba caminos en mal estado, pedregales y barrizales vimos que no hay terreno que se le resista. Eso si es importante tener en cuenta que cuando se desactiva el ESP y a posteriori se conecta la tracción 4X4, el ESP vuelve a activarse.
Con el modo de tracción integral lo único que queda desactivado es el control de tracción para facilitar el deslizamiento de las ruedas. Cuando el ESP nota que el vehículo tiene intención de derrapar neutraliza la situación por completo.
No obstante, si existe un modo en el que podemos tener el ESP desconectado por completo. La única forma de disfrutar del control de estabilidad OFF es cuando se conecta la reductora, entonces el ESP se desconecta de modo automático. Estaría bien poder contar con un modo 100% ESP OFF para situaciones puntuales sin tener que recurrir a la reductora.
El Amarok además presenta unas más que correctas aptitudes offroad con un ángulo de ataque de 28°, un ángulo ventral de 23° y un ángulo de salida de 23,6°. Puede vadear hasta 500 mm, ascender pendientes de 45°, recorrer una pared lateral de 50° de inclinación así como remolcar 3,2 toneladas.
Buen empuje y consumos contenidos
El motor 2.0 BiTDI y la caja de cambios manual de 6 relaciones encajan a la perfección con lo que uno espera encontrar en un pick-up como este. Se trata de un propulsor sobrealimentado por dos turbocompresores de cuatro cilindros en línea de última generación.
Esta mecánica brilla por su contundente entrega en la zona baja del cuenta-vueltas. Su par máximo de 400 Nm llega de forma constante entre las 1.500 y 2.250 rpm, para la potencia máxima tenemos que esperar hasta las 4.000 rpm.
Su caja de cambios manual de seis relaciones me gustó mucho. La palanca brinda recorridos cortos y precisos. En opción se puede contar con la caja automática de 8 relaciones que ZF fabrica para Volkswagen, entonces el motor ve aumentado su par hasta los 420 Nm.
Incluso con carga y en tramos de fuerte pendiente ofrece una capacidad de recuperación más que destacable. En ningún momento de la prueba noté que le faltará capacidad de empuje.
Con una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y una punta de 178 km/h no está tan lejos de un turismo en lo que a prestaciones se refiere. Con marchas largas recupera con fuerza y parece mentira lo alegre que se muestra en vía rápida.
Volkswagen declara un consumo medio de 7,6 l/100 km. Si bien en uno de los trayectos que realicé con él logré 8,6 l/100 km, en varios trayectos de más de 200 kilómetros la cifra no bajó de los 10 l/100 km.
Si tenemos en cuenta su tamaño, peso y capacidad de carga estamos ante unos registros de lo más comedidos. Con los 500 kilos de leña, el equipaje y toda la familia a bordo a una media de 79 km/h logramos 11,8 l/100 km. No está nada mal.
En resumidas cuentas
Con la versión Highline Volkswagen ha civilizado todavía más a su pick-up. Mejores acabados y elementos que en el resto de modelos son opcionales transforman a este vehículo comercial en "casi un SUV", a la vez que sigue siendo un todo-terreno a la antigua con ballestas detrás.
Lamentablemente los 49.227 euros que cuesta esta unidad tal y como está equipada hacen que sea casi prohibitivo. 10.000 euros lo separan de un . Dos automóviles que están a años luz entre sí en lo que a nivel de acabados se refiere y que sin embargo tienen un precio de tarifa tan próximo.
El Amarok es un pick-up que ofrece un comportamiento impecable sobre cualquier terreno. El habitáculo de su carrocería de doble cabina es amplio y muy cómodo, incluso en el día a día. Lástima que su precio sea tan elevado.
Pero ese camión para qué sirve?