Carácter rebelde
Todos los coches reflejan en mayor o menor medida nuestra personalidad. Los hay deportivos, vanguardistas, elegantes, juveniles, clásicos, aventureros, ecológicos o simplemente funcionales. Es cuestión de escoger el que mejor encaje con nuestra forma de ser, nuestras expectativas y la imagen que queramos dar en nuestro entorno social. De hecho, es lo que hacemos consciente o inconscientemente cuando nos decantamos por uno u otro modelo antes de comprarlo.
Hay coches que incluso mezclan varios de estos atributos, en una especie de “cocktail” que puede llegar a entrarte por los ojos a primer golpe de vista. Uno de estos coches es el Volkswagen Beetle, un modelo con una marcada personalidad que engloba acertadamente clasicismo y vanguardismo a partes iguales, junto con una imagen juvenil que resulta muy “simpática” a la vista. Y la máxima expresión de todo ello en la gama Beetle la encontramos en la versión cabrio que ves en las fotos.
Por eso, no debe sorprenderte la decoración de nuestra unidad de pruebas, llena de motivos florales repartidos convenientemente por su bella carrocería. Es una decoración que le va como anillo al dedo a este modelo, como así han entendido un jurado de expertos en arte y diseño. Y es que el Volkswagen Beetle que hemos probado es uno de los ganadores del concurso “As sun as possible”, organizado durante la pasada feria de Arte Contemporáneo de Barcelona (SWAB), que premió las mejores decoraciones para el Beetle realizadas por alumnos de diversas escuelas de diseño españolas. Nuestro Beetle es concretamente el que decoró Juanma García, bajo el título de “Sol y flores”.
Esta decoración se ha realizado sobre la base de un Volkswagen Beetle Cabrio 50’s Edition, una versión especial que Volkswagen vende en España con equipamiento que rememora los años 50 del siglo pasado. Un ejemplo lo puedes ver en las llantas de aleación ligera de 17 pulgadas “Type One Design Black”, con sus bordes y embellecedores cromados. El cromo también está presente en la carcasa de los retrovisores, así como en los distintivos 50’s situados en las aletas.
Esta versión especial también se distingue por la tapicería de cuero “Vienna” en contraste con el negro “Beige Nutria”, los asientos deportivos, el volante multifunción en cuero de tres radios,el climatizador y, claro está, un buen equipo de audio con pantalla táctil TFT a color, amplificador doble y siete altavoces, para compartir la música al aire libre con total garantía.
Todo este equipamiento viene de serie en el Beetle Cabrio 50’s , que bajo su capó monta uno de los motores más polifacéticos en la gama Volkswagen: el 1.6 TDI de 105 CV que también podemos ver bajo el capó del Volkswagen Golf, Polo, Passat, Touran o Jetta.
Conducir al fresco
Sol, mucho sol es lo que encontramos durante la semana que disfrutamos al volante del Volkswagen Beetle Cabrio. Sin duda, primavera y verano son las mejores épocas para sacar partido a la principal característica de esta versión: la capota. Eso sí, a pleno sol llevar gorra es obligado si no quieres chamuscarte la cabeza, porque es muy fácil cogerle el gusto a conducir a cielo abierto.
Esta capota de lona ha sido mejorada respecto a la del anterior New Beetle Cabrio, es más estanca, ofrece una mejor insonorización y se acciona de forma más rápida. Sólo son necesarios 9,5 segundos para plegarla, mientras que para cerrarla emplea 1,5 segundos más, lo justo para fijar el techo sobre el marco del parabrisas. El sistema funciona a la perfección, y es muy práctico, ya que puede accionarse hasta 50 km/h sin problemas. Así, si arrancamos el coche y empezamos a circular, no es necesario detenerse para cerrar el cielo sobre nuestras cabezas.
Esta capota no queda recogida en el maletero, sino que permanece a la vista, en un estilo de lo más clásico. Con el coche se suministra una funda para poder protegerla de las inclemencias, (ver foto) aunque el sistema para colocarlo obliga a trabajar bastante, no es demasiado práctico.
Bonito interior, pero poco capaz
La presencia de esta capota hace que las plazas traseras de este Beetle Cabrio sean considerablemente más estrechas que las del cabrio convencional. En realidad, este coche es un 2+2, y sus plazas traseras sólo son para niños o para usarlas muy de vez en cuando. Eso sí, el acceso a estas plazas traseras está bien solucionado, mediante un sistema de plegado y corrido del asiento trasero que se lleva a cabo en una simple operación.
Estas plazas traseras pueden quedar inutilizables en dos supuestos: si colocamos el deflector de viento, un accesorio dentro del listado de opciones totalmente recomendable, o bien si plegamos los respaldos para ampliar la capacidad del maletero. Esto es nuevo. El anterior New Beetle Cabrio no tenía banqueta trasera partida ni abatible, de forma que el maletero era el que era, no teníamos la posibilidad de ampliar su capacidad para colocar objetos de mayor longitud. En este nuevo modelo sí es posible gracias a que utiliza un diferente sistema de protección antivuelco. Creo que este es un detalle y una mejora importante para un coche que, como es lógico, tiene su capacidad de transporte muy mermada por su condición de descapotable. Ahora en el maletero nos puede caber un carrito de niño, una pequeña estantería o una maleta de mayores dimensiones sin problemas, siempre que estos objetos pasen por la estrecha boca de acceso.
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Este simple detalle es una muestra del cariño puesto por Volkswagen a la hora de diseñar su nuevo Beetle Cabrio, cuyo interior refleja una calidad de acabados sobresaliente. El habitáculo combina el negro del salpicadero con algunas molduras cromadas y todo ello en contraste con la tapicería en cuero Viena beige, a mi parecer muy acertada. Hay numeroso huecos para depositar objetos, algo que hace agradable el uso del coche a diario. Aunque muchos elementos del salpicadero son comunes a otros Volkswagen, como es lógico, algunas soluciones son propias y características de este Beetle Cabrio, como la doble guantera con una de sus portezuelas con apertura hacia arriba, (ver foto) rememorando los Beetle de los años 50.
El equipamiento de serie para esta versión 50’s no incluye algunos elementos que sí encontramos en los acabados Sport o Design aunque sea como opción, como el equipo de radio y navegador con pantalla táctil. Pero sí que equipa de origen el paquete Excelence, que incluye la tapicería de cuero, los asientos calefactables ,los faros Bi-Xenón o los precisos sensores de párking delanteros y traseros, entre otros.
Chasis sobrado
Dejo para lo último el apartado de comportamiento. Estamos ante una versión que no tiene en las prestaciones su principal razón de ser. Su motor diésel de 105 CV. funciona de forma bastante refinada, transmite poco ruido mecánico y vibraciones y tiene como aspecto más positivo lo poco que gasta. En nuestra prueba consumió una media en torno a 6 litros/100km., con picos de 7,6 litros en ciudad y registros de 4,8 litros/100km. circulando por las rondas de Barcelona a 80 km/h de forma sostenida.
No obstante, también se caracteriza por ofrecer poco empuje a bajas vueltas. Es uno de aquellos diésel que obliga a jugar con el embrague si quieres salir con decisión, y que en fuertes pendientes necesita que tires del cambio bastante a menudo, en este caso un manual de sólo cinco marchas. Muestra su mejor cara a partir de medio régimen, y permite que lo estires hasta las 5.000 r.p.m., lo que no está mal para tratarse de un diésel. De esta manera, puedes aprovechar las excelentes aptitudes de un chasis que está diseñado para ir acompañado de propulsores más potentes, de hasta 210 CV, que es lo que ofrece el gasolina 2.0 TSI.
El Beetle Cabrio, en cualquiera de sus versiones, se muestra muy cómodo y seguro en carretera. Su dirección tiene un buen tacto, es precisa y hace fácil el guiado del coche. Me hubiera gustado, no obstante, que el coche equipase un volante con un aro más grueso, que ofreciese un mejor agarre. Pero en este caso, la intención de dar un aire clásico al interior manda.
En curvas la carrocería balancea poco, y muestra un buen grado de rigidez, un punto muy crítico en un cabrio. Volkswagen ha reforzado la carrocería para mejorar la rigidez torsional hasta valores que han evitado tener que recurrir a amortiguadores especiales. De hecho, delante monta un clásico sistema Mc Pherson y en el eje trasero un multibrazo derivado del que se monta en el Volkswagen Golf, sin ir más lejos. Así, este Beetle puede ofrecer un buen nivel de confort y un guiado muy preciso. A pesar de ello, al conducir por carreteras con asfalto en mal estado puedes percibir pequeñas vibraciones en el volante y el retrovisor interior, que indican que todavía hay camino para mejorar este punto. No obstante, no resultan para nada molestas, y debemos considerarlas como un pequeño defecto muy común en la mayoría de cabrios.
También para hombres
Volkswagen considera que el nuevo Beetle se dirige a un público masculino y femenino a partes iguales, a diferencia del anterior, cuyos clientes eran principalmente mujeres. No creo que el modelo que la marca nos cedió de prueba sea precisamente el más indicado para corroborar este punto, pero sí confirma que el coche se dirige a un público muy joven y desenfadado, que se identifica con la filosofía del modelo.
Las ventas del Beetle en España son bastante limitadas, en torno a 300 unidades anuales. Y de éstas, las versiones cabrio representan un parte muy pequeña. El Beetle sigue siendo un coche “de capricho” y como tal, sólo para personas que tienen muy claro lo que quieren. Son, en definitiva, clientes con una marcada personalidad, acordes con el carácter y la imagen del coche.
Por 32.660 euros que vale esta versión 50’s del Beetle tienes algunas otras opciones en el mercado para tener en cuenta, aunque pocas. Por debajo de él en precio tenemos el Mini Cooper D Cabrio, aunque es bastante más pequeño. Por encima, el Renault Mégane CoupéCabrio con motor dCi de 110 CV se le acerca en precio, y es un poco más grande. En realidad, su verdadera competencia la tiene en casa: un Volkswagen Golf cabrio con el mismo motor diésel que el Beetle cuesta 29.800 euros, aunque sin la imagen y el equipamiento exclusivo de estas serie limitada.
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