Conducimos uno de los Beetle más deportivos de todos los tiempos, el R-Line animado por el motor 2.0 TSI de 220 CV. Un coche 100% de capricho con un diseño simpático que cuesta 32.240 euros. Sumando todos los extras esta unidad supera los 40.000 euros, casi el mismo precio que tiene el Beetle Cabrio Dune.
Coincidiendo con el último cambio de siglo Ferdinand Piëch, entonces presidente de Volkswagen, quiso honrar la memoria de su abuelo Ferdinand Porsche y por ello lanzó el New Beetle, o lo que es lo mismo, el Tipo 1 del Siglo XXI. Aquella reinterpretación del primer Volkswagen logró un cierto éxito comercial tanto en su versión de carrocería cerrada como descapotable.
Volkswagen le dio continuidad en 2011 con el The Beetle, una segunda evolución también inspirada en el Escarabajo clásico. Mientras que el New Beetle aportaba unas proporciones algo más fieles al original, el The Beetle ha sido concebido desde una perspectiva algo más dinámica, buscando ofrecer más masculinidad.
El acabado en dos colores de la carrocería, con la parte inferior de la misma en negro disimula sus proporciones reales al mismo tiempo que aporta un toque de estilo y deportividad.
Las llantas Tornado de 19” pueden parecer una exageración pero encajan como anillo al dedo. Además montan neumáticos de cierta anchura, todavía recuerdo aquellos primeros New Beetle antiguos con llantas más pequeñas y neumáticos tan estrechos que lo hacían parecer esquelético.
Sólo 4 plazas
El habitáculo es mucho más pequeño que el de cualquier otro modelo del segmento C. Tiene la misma plataforma que un Golf pero no ofrece ni por asomo ni el espacio ni el confort de este último.
Los asientos delanteros tapizados en cuero negro equipan en esta unidad sistema de calefacción integrado. Son bastante cómodos pero no recogen todo lo que esperas en un coche de talante deportivo con más de 200 CV.
El acceso a la segunda fila es el típico en un tres puertas, abatiendo el respaldo delantero y siempre evitando no engancharte el pie con el cinturón de seguridad. El espacio detrás es pequeño, tanto para las piernas como la altura libre al techo. Dos niños van cómodos pero dos adultos talla XL no.
La visibilidad a la hora de maniobrar es bastante mala, hay una buena parte del coche que no la ves bien y es muy sencillo terminar golpeándolo con cualquier obstáculo que tengamos alrededor.
El maletero con 310 litros es 70 más pequeño que el de Golf. Abatiendo el respaldo trasero el volumen de carga crece hasta los 905 litros. No obstante, la peculiar forma de la carrocería lo limita mucho a la hora de cargar objetos de gran tamaño.
Falta un autoblocante
El motor suena bonito, pero en la zona baja no puedes sacarle esa quintaesencia que tendría si contara con un diferencial autoblocante. A la salida de curvas lentas por debajo de tercera velocidad el tren delantero no puede asumir toda la caballería y se ve desbordado. Algo que obliga a entrar de forma intrusiva al control de estabilidad.
Es una verdadera lástima porque un elemento como es un diferencial de deslizamiento limitado no supondría un notable incremento en la factura final del coche y mejoraría de forma exponencial la experiencia al volante. SEAT León CUPRA y Volkswagen Golf GTI Performance son tracción delantera con más caballos pero que gracias a sus diferenciales de serie se comportan de maravilla en secundaria.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
El motor 2.0 TSI declara 220 CV de 4.500 a 6.200 rpm y 350 Nm de 1.500 a 4.400 rpm. Combinado on un peso de 1.451 kilos termina ofreciendo unas prestaciones que no están nada mal con un 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y una punta de 231 km/h.
Otra de las limitaciones del conjunto se encuentra en la caja de cambios. Monta una DSG de 6 relaciones en lugar de la de 7 que ya ofrecen coches con mecánicas más potentes como son Golf GTI Perfomance o Golf R.
Con el cambio en la posición “D” suele llevar el motor muy bajo de vueltas y a la mínima que levantes el pie del acelerador se activa el modo inercia. En una conducción relajada puedes hacer medias de entre 7 y 9 l/100 km. Con algo más de ilusión y en una secundaria es muy fácil subir por encima de los 11 l/100 km. Una séptima velocidad bajaría de forma ostensible los consumos.
Su equipo de suspensión cuenta con una calibración marcadamente deportiva. Esto hace que en núcleo urbano o sobre asfalto en mal estado no sea el coche más cómodo del mundo. Rebota en exceso y se muestra muy seco en los baches.
Su equipo de suspensión no es todo lo firme que podría ser en compresión pero es quizás demasiado duro en extensión. Un Golf GTI Performance de los nuevos ofrece un mejor filtrado, al mismo tiempo que es infinitamente más efectivo. Sin extras el GTI Performance cuesta 3.000 euros menos que este Beetle tan equipado.
Los discos de freno permiten modular con buena precisión las deceleraciones pero no son se trata de un equipo alto rendimiento. Es más que suficiente para el día a día pero en un tramo de montaña los podemos llegar a comprometer.
La dirección no tiene toda la precisión que esperas en un compacto de marcado talante deportivo. No es demasiado dura y tampoco comunica todo lo que me gustaría. Hay momentos que ofrece la sensación de que estás al volante de un coche más normal, del montón.
En resumidas cuentas
¿40.000 euros por un Escarabajo? Es lo de siempre, si quieres el capricho adelante pero por esa franja de precio hay compactos deportivos de verdad… Pongamos por ejemplo: Peugeot 308 GTI, el Volkswagen Golf GTI Performance y el SEAT León CUPRA.
Todos estos últimos son 5 plazas y cuentan con carrocería de 5 puertas con lo que además de ir mejor en un tramo de montaña son mucho más prácticos y cómodos. Incluso sus registros de consumo son más bajos.
Interesante vehículo que se sale de la sosez habitual. Bien por la gente que lo critica y bien por sus vidas aburridas dentro de sus Seats, Yundays, citroenes.... etceterisimas...