En familia pero sin renunciar a nada
La letra R aplicada al Golf va asociada a la versión más potente de la gama. Y todo empezó en 2002 con el modelo original, es decir, el Golf R32 que fue el primer vehículo de la marca en el que, opcionalmente, se podía disponer del cambio de doble embrague DSG y disponía de una potencia máxima de 241 cv. Tres generaciones después -denominado ya Golf R- la potencia aumentó hasta los 300 cv, para pasar a los 310 cv con la actualización 2017. Hasta 2014 el Golf R sólo podía adquirirse como modelo de tres y cinco puertas pero gracias a que la marca lanzara en 2015 la versión Variant, hoy puede adquirirse el nuevo Golf R de 310 CV, en las tres versiones de carrocería.
Los cambios estéticos respecto al modelo anterior siguen la línea de los realizados en el resto de versiones de la gama pero con personalizaciones en la parrilla delantera en color en negro con perfil de aluminio mate, en el parachoques, con molduras en color negro brillante y en el difusor con dos salidas de escape en cada lado. La versión R ofrece de serie faros delanteros y pilotos traseros con tecnología Full LED, llantas específicas de 18” y no falta el logo R en la parrilla, laterales y portón trasero. La opción del escape Akrapovic de titanio -7 kilos más ligero- no se contempla para el Variant. Una pena.
Mejoras en el interior
En el interior el R presenta unos exclusivos asientos deportivos de tela y alcántara calefactables con el logo R, un volante deportivo multifunción de cuero con las levas del cambio y elementos decorativos de símil carbono que incluye la palanca de cambios de cuero combinado con este material. Una de las novedades destacables se encuentra en el Volkswagen Digital Cockpit -por primera vez en el Golf- que ofrece numerosas funciones en una pantalla a color de 12,3 pulgadas en la que el conductor tiene a disposición los perfiles de consumo y autonomía, eficiencia, asistencia de conducción y navegación. En la opción navegación el tacómetro y el cuentarrevoluciones se desplazan al extremo para proporcionar mayor espacio al mapa de navegación en el centro de la pantalla.
En el salpicadero, bajo las salidas de aire, está situada la nueva pantalla táctil de 8” del sistema Discover Media que elimina los botones de antaño y que incluye navegador y la conexión de smartphones -Android y Apple a través de la plataforma App Connect que integra, junto con MirrorLink, Apple CarPlay y Android en los sistemas de infotainment. Bajo la nueva pantalla -en la que además obtendremos toda clase de información del vehículo, modo de conducción, cronómetro, etc- los mandos de calefacción y aire dan paso a la parte baja de la consola central en la que se sitúa la palanca del cambio, el botón de puesta en marcha, un hueco portaobjetos con tapa y conexión USB y el reposabrazos central que dispone de un buen hueco para objetos.
De serie y con opciones
El Golf R familiar llega con un buen equipamiento de serie si tenemos en cuenta que dispone de un pack de conducción semiautónoma -novedad en el Golf- que incluye cámara multifuncional, identificación de señales de tráfico, asistente de mantenimiento de carril, regulación dinámica de las luces de carretera y tracción total. En el paquete de lanzamiento están incluidos los faros LED -con luz dinámica en curva, regulación dinámica del alcance de las luces, luz de giro, reposabrazos central delantero y techo panorámico. La actualización del Golf se hace notar también en los sistemas de ayuda a la conducción y seguridad, donde dispondremos -aunque sea opcionalmente- de asistente en caravana y emergencias con identificación de señales de tráfico con un coste de 1.335 €.
Por su parte, el pack que incluye asistente de mantenimiento de carril, asistente de ángulo muerto y detector de vehículos en movimiento al circular marcha atrás -Rear Traffic Alert- tiene un coste de 1.220 €. La lista de opciones se amplia con elementos individuales como la suspensión adaptativa -3.175 €- diferentes tapicerías de cuero -2.310 €- regulación eléctrica del asiento del conductor -955 €- y pinturas metalizadas que van desde los 215 € hasta los 1.095 €. El Kit específico Performance incluye regulación adaptativa del tren de rodaje, un equipo de frenos 2 kilos más ligero que el de serie, llantas de aleación de 235/35 R19 con neumáticos específicos y, en el caso de las versiones de tres y cinco puertas, el escape Akrapovic anteriormente mencionado. El pack tiene un coste de 3.175 €. Opciones a parte, la versión Variant del Golf R tiene un precio 46.410 €.
Más potencia y más espacio
El nuevo R dispone del mismo motor 2.0 TFSI turbo de 4 cilindros que su antecesor pero ahora proporciona una potencia de 310 cv a 6.200 rpm y un par máximo de 400 Nm entre 2.000 y 5.400 rpm. Dispone de una caja de cambios DSG de 7 velocidades y sistema 4Motion que le proporciona la tracción total. El Variant es capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,8” -con el cambio DSG- y de alcanzar los 250 km/h -limitados- que se pueden “liberar” a través del paquete Performance. El Variant R pesa 1.583 kg. -1.503 kg la versión 3 puertas- mide 4,58 metros de largo -4,26 metros el berlina- y comparten anchura y batalla, siendo el familiar un poquito más alto -1,46 m. - 1,51 m.-
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En el interior las plazas son cómodas -los asientos delanteros de corte racing sujetan muy bien- y las traseras son correctas tanto en distancia al respaldo delantero como en altura, tan sólo la plaza central es más incómoda tanto por su composición como por el túnel de transmisión. Donde sí hay diferencias claras respecto al tres y cinco puertas es en la capacidad del maletero. El Variant ofrece unos buenos 605 litros, que se convierten en 1.620 litros con la fila trasera abatida. En esta configuración el espacio de carga es muy amplio y aprovechable gracias a unas líneas rectas y planas y a que los respaldos, si bien no quedan totalmente arras del piso del maletero, sí están suficientemente planos como para poder utilizarlo sin problemas.
Lo mejor: en marcha
Que el Golf es un coche muy equilibrado, estable, rápido y eficaz no es ningún secreto, pero se podría pensar que en la “configuración familiar” podría perder aptitudes y ser menos efectivo. Error. El Variant tiene todo lo bueno del Golf R y además nos permite “engañar” a la familia. Y es que esta versión ofrece -mejor que ninguna- las dos posibles caras de un modelo tan deportivo como el Golf R. Si queremos disfrutar de sus 310 cv, de su capacidad de tracción, de su estabilidad y de su aceleración en modo deportivo, sólo tendremos que activar el modo Race -con el que la respuesta de acelerador es más inmediata, el cambio “estira” más la marcha y es más rápido, la dirección es más dura y la suspensión se endurece, para disponer de una respuesta fantástica en todos los campos.
La respuesta del motor es, como siempre, constante cuando supera las 2.500 rpm acelerando con firmeza hasta alcanzar las 6.500 rpm que es cuando -lo queramos o no- la electrónica del DSG decide que es hora de introducir la siguiente marcha, sea cuál sea el modo de conducción que estemos utilizando. Pese a ello, las prestaciones y las sensaciones de conducción que ofrece el Golf R en su versión familiar son excelentes. En zonas lentas y reviradas la electrónica del nuevo R bastante permisiva y “te deja conducir” lo suficiente como para disfrutar pero manteniendo siempre los límites de seguridad. Apenas subvira, el cambio de trayectorias lo hace con una rapidez asombrosa, la dirección es rápida… ¿Qué más se puede pedir? La verdad es que conducir el R familiar es una gozada porque mezcla a la perfección velocidad y deportividad con facilidad de conducción.
Para todo
En carreteras rápidas, en virajes en los que se necesita apoyo y aplomo, todavía sorprende más. Es tremendamente estable y transmite una sensación de seguridad muy elevada. Es muy fácil ir rápido con él sin tener la sensación de que lo estás haciendo. Lo mismo ocurre en autopistas y autovías en donde el aplomo y el confort de marcha es elevado, a pesar de la firmeza de suspensión. Mezclando varios tipos de carreteras y tomando como referencia los consumos obtenidos en conducción normal -ni en modo eco ni en conducción deportiva- obtuvimos una media de 9,8 litros.
Tras haber conducido durante unos días el Golf R Variant, estoy convencido que se trata de una gran opción. Si quieres divertirte al máximo en una carretera de montaña, tienes en él todos los ingredientes para hacerlo: potencia, estabilidad, capacidad de tracción… Si quieres viajar tranquilamente con la familia o llevar cada día a los niños al colegio, te ofrece espacio y confort para hacerlo sin ningún problema. A mi, me parece un puntazo…
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