El modelo alemán VW Polo 1.2 TSI ha recibido recientemente un “facelift” que ha implicado leves cambios estéticos en el Polo que conocíamos hasta la fecha. La unidad elegida para esta prueba cuenta con carrocería de cinco puertas y pertenece a la terminación Sport. Se trata de la más equipada de todas, con un equipamiento bastante completo que puede ampliarse de forma importante gracias al poblado catálogo de opcionales que brinda Volkswagen para este modelo.
VW Polo 1.2 TSI más que un ciudadano
Con el motor 1.2 TSI de 110 CV, el Polo obtiene un rendimiento excelente, con una capacidad de aceleración que incluso llega a sorprender si tenemos en cuenta su cilindrada. Asimismo, hay que reseñar unos interesantes registros de consumo que sitúan a esta mecánica en una posición privilegiada para los conductores que busquen un término medio entre prestaciones y ahorro de combustible. El precio oficial de esta variante, extras aparte, es de 17.940 euros, aunque a fecha de enero de 2015 existe un descuento promocional que sitúa el precio en 16.675 euros. No es de lo más baratos de su clase pero se trata de un precio bastante competitivo dado el equipamiento incluido. De esta forma la firma germana busca rivalizar con un poblado escaparate de utilitarios como es el caso del Peugeot 208, el Seat Ibiza, el Ford Fiesta o el Renault Clio.
Conservando la esencia
El reciente lavado de cara que ha recibido el Polo no ha supuesto una gran revolución a nivel de diseño, sino más bien una serie de retoques “cosméticos” con los que se ha puesto al día sin modificar su esencia. En primer lugar, se aprecia un paragolpes remodelado al que acompañan unas entradas de aire de mayor tamaño. También cabe señalar los nuevos perfiles cromados que enlazan, por un lado, las ópticas y, por otro, los faros antiniebla, dotando al modelo alemán de una apariencia visual más ancha.
El nuevo Polo ha venido acompañado por la llegada de nuevos tipos de llantas, uno de los cuales es el que monta la unidad que probé. Se trata de las llantas de aleación Portago de 16 pulgadas opcionales, que tienen un coste adicional de 285 euros. Asimismo, el color de la carrocería también es de estreno en el renovado utilitario de Volkswagen (395 euros).
En la parte trasera, los leves cambios se aprecian en diversas zonas. Al igual que en el frontal, el paragolpes posterior se ha remodelado con tal de lograr una imagen más asentada del vehículo sobre el asfalto. Mientras tanto, el interior de los pilotos traseros también se ha rediseñado y los reflectores han cambiado su posición.
Actualización inspirada en el Golf
Al introducirme en el habitáculo pude comprobar que la marca de Wolfsburg ha rediseñado tanto la instrumentación como el volante multifunción de cuero, que forma parte del equipamiento de serie del acabado Sport de esta unidad dentro del paquete de lanzamiento. Sin tener en cuenta las variantes Blue GT y GTI, esta terminación es la superior de la gama, por encima de la Edition y la Advance, si bien ninguna de estas dos está disponible con el motor 1.2 TSI de 110 CV probado. Entre el equipamiento del acabado Sport se encuentran airbags frontales, laterales y de cabeza, asistencia de arranque en pendientes Hill-Hold, control de estabilidad ESC, sistema de detección de fatiga, indicador de presión de neumáticos, pomo de palanca de cambio y de freno de mano de cuero, asientos tapizados en tela “Cell”, cajones bajo los asientos delanteros y faros antiniebla.
Este listado se ve ampliado gracias al paquete de lanzamiento que incluye, climatizador bi-zona, control de crucero adaptativo con Front Assist y función de frenado de emergencia en ciudad, radio-CD Composition Media con pantalla táctil de 5,8 pulgadas, lector de MP3, entrada para USB, lector de tarjeta SD y ocho altavoces. También incorpora de serie el paquete Luz y Visión, que abarca sensor de lluvia, retrovisor interior fotosensible y luces de marcha diurna con función “Coming Home”. De forma opcional, además de los elementos comentados anteriormente, la unidad probada equipaba techo corredizo panorámico (835 euros).
El puesto de conducción del Polo es bastante amplio y es muy fácil conseguir la postura más cómoda debido tanto a las numerosas regulaciones del asiento como a los ajustes en altura y profundidad del volante. Mientras tanto, los asientos traseros ofrecen un considerable espacio para las rodillas y una destacable altura al techo, por lo que dos adultos pueden viajar de manera cómoda en esta banqueta. La anchura es justa para alojar a tres personas.
Cuando llega la hora de colocar el equipaje en el maletero del Polo se observa que sus 280 litros no le hacen sobresalir especialmente dentro de su segmento en cuanto a volumen. No obstante, hay que resaltar que tiene unas formas muy regulares y es bastante versátil gracias a la posibilidad de variar la altura del plano de maletero según las necesidades. Si no se necesitan los asientos traseros, abatiendo los respaldos se consigue una capacidad de 952 litros.
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Carácter y eficiencia del VW Polo 1.2 TSI
La gama mecánica de gasolina del nuevo Polo va de los 60 CV del motor 1.0 BMT a los 192 CV del 1.8 TSI de la variante deportiva GTI. Teniendo en cuenta este contexto hemos escogido para esta prueba una versión intermedia, movida por el propulsor turboalimentado de cuatro cilindros 1.2 TSI de 110 CV. Desde un primer momento, este bloque de cuatro cilindros demuestra una capacidad de aceleración que incluso parece superior a su caballaje. Empuja con energía desde abajo, aprovechando al máximo sus 175 Nm de par motor entre 1.500 y 4.000 rpm.
El resultado son unas prestaciones que no están nada mal, puesto que el utilitario alemán puede rodar a 196 km/h de velocidad punta y emplea 9,3 segundos en completar el 0 a 100 km/h. Y todo ello con un motor muy silencioso que se caracteriza además por su suavidad de funcionamiento. Engranada al bloque TSI se encuentra la caja de cambios manual de seis velocidades, cuyo escalonamiento está enfocado a extraer el mejor rendimiento del bloque pero sin olvidarse de la eficiencia. Con este objetivo, la sexta marcha cuenta con un desarrollo más bien largo.
Pero esa no es la única medida para lograr reducir consumos. El motor también cuenta con la tecnología BlueMotion de Volkswagen, que ayuda a optimizarlos. De hecho, el nuevo Polo con el motor 1.2 TSI de 110 CV homologa una muy buena cifra de 4,8 litros cada 100 km y unas emisiones de 110 g/km de CO2. Tras realizar la prueba pude constatar una media de 5,9 litros, que sigue siendo un resultado más que convincente dado que combiné ciudad, carreteras interurbanas y de montaña, además de autopista.
Buena calidad de rodadura
En cuanto al chasis del Polo, hay que tener en cuenta que está compuesto por una suspensión de tipo McPherson en el tren delantero mientras que el trasero es de brazos acoplados. Dispone de un acertado compromiso entre firmeza y confort de marcha. Ello queda evidente en el hecho de que registra un nivel muy bajo de oscilaciones de la carrocería al apoyar en curva pero copia de forma eficaz los pequeños baches del asfalto en carreteras en mal estado.
Es bastante ágil, aunque le exigimos ritmos muy fuertes en zonas reviradas muestra cierta tendencia subviradora. El sistema de frenos, que equipa discos ventilados delante y discos macizos, detrás, muestra un buen rendimiento y detiene el vehículo de forma contundente y apenas registra fatiga por uso intenso y continuado. Por otra parte, la dirección se ha mejorado y se muestra precisa, aunque se agradecería que su tacto transmitiera algo más de información sobre la conducción. En cualquier caso, su suave comportamiento refuerza el confort de marcha general del automóvil.
El Polo saca a relucir su buena calidad de rodadura sobre todo por autopista o carreteras interurbanas, por las que me dio una impresión de aplomo cercana a la de modelos de segmentos superiores. También tengo que destacar lo bien aislado que se encuentra el habitáculo en términos de sonoridad, lo que se convierte en otro punto a favor en materia de comodidad.
Conclusión
En definitiva, el nuevo Polo sigue siendo un modelo práctico, con un interior espacioso y un equipamiento que ha sido mejorado. Al mismo tiempo, se trata de un utilitario confortable que brinda un buen nivel de estabilidad aunque su chasis no está orientado a una conducción deportiva por mucho que la terminación probada se denomine Sport. Por su parte, el motor 1.2 TSI de 110 CV ofrece unos resultados verdaderamente buenos, con un importante nivel prestacional enlazado a un consumo bastante ambicioso que, aunque no llega al magnífico nivel de las variantes diésel, sí las mira de cerca. Con el descuento promocional disponible a fecha de enero de 2015, adopta un precio bastante competitivo dado su equipamiento, aunque no llega a ser tan económico como buena parte de sus rivales generalistas.
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