Volkswagen Polo GTI 180 CV: Potente y eficaz

El Volkswagen Polo GTI es un modelo que en cierto modo recupera el espíritu del primer GTI, el Golf de 1976. Un tamaño más reducido y un peso menor son los ingredientes empleados por los ingenieros de Volkswagen en este cóctel ganador. Desde la primera generación del pequeño utilitario alemán, ha existido una versión de marcado carácter deportivo, primero fue el GT, luego el G40 y siguieron los distintos GTI. Es un modelo muy especial que cuenta con su público fiel y que además ha servido de base para carreras en circuito. La primera versión deportiva del Polo estaba animada por un 4 cilindros en línea, atmosférico de 1,2 litros; la segunda por un 1,3 litros sobrealimentado por un compresor que rendía 115 CV; la tercera por un 1,6 litros 16 válvulas de 100 CV. Las siglas GTI no llegaron al Polo hasta el año 2006 con la cuarta generación y de la mando de un 1.8 Turbo de 150 CV. Ahora la quinta generación equipa un 4 cilindros de 1,4 litros con doble sobrealimentación por compresor y turbo, inyección directa que rinde nada menos que 180 CV.

En 2009 se introdujo la actual generación del Volkswagen Polo, la quinta. La anterior generación inició su andadura en 2002 con un frontal con cuatro faros redondos, que luego en 2005 cambió por un look claramente inspirado en el Golf de aquel momento. En el caso de la versión GTI de esa carrocería restilizada de la cuarta generación del Polo era casi un clon a tamaño reducido del Golf GTI. En la actualidad a la nueva versión GTI le sucede algo bastante similar, al primer vistazo apenas podemos distinguir si se trata de un Polo o de un Golf. Por un lado está bien mantener una imagen de marca pero por el otro hace que confundan a los usuarios. Mientras que antes contaba con unas líneas más redondeadas, el nuevo Polo GTI se caracteriza por las líneas rectas. En la parte frontal encontramos trazos casi trapezoidales tanto en los grupos ópticos principales, como en los faros antiniebla o en las mismas entradas de aire. Las siglas GTI están presentes en la calandra a la derecha del logotipo de Volkswagen. Las manetas y las carcasas de los retrovisores pintadas del mismo color que la carrocería son otros elementos que lo distinguen. Las llantas de aleación de 17", bautizadas como Denver, tienen un diseño bastante similar a las del modelo anterior. Un detalle que también hace que mantenga un fuerte parecido con el Golf GTI actual. Otros elementos específicos del Polo GTI son los perfiles de color rojo del frontal, el difusor trasero de color negro así como la doble salida de escape cromada trasera.

El Polo ha ido creciendo a medida que han pasado las distintas generaciones, la actual es con diferencia la mayor de todas ellas con una longitud exterior de casi 4 metros, 3.976 mm exactamente. Unas cotas que casi rozan a las de un modelo compacto. A su vez el habitáculo ha crecido sustancialmente, mejorando así tanto las cotas interiores como las del maletero. Las plazas delanteras del Polo ofrecen un buen número de posibilidades de regulación. En el caso de la versión GTI nos encontramos con unos asientos deportivos todavía más cómodos, que sujetan muy bien la zona lumbar. El espacio delante es muy bueno. El volante además permite regularlo tanto en altura como en profundidad. Entre las plazas delanteras hay bastante sitio. Aquí el apoyabrazos central de serie es un elemento que se agradece y mucho porqué permite adoptar una postura más cómoda y relajada al volante. Dentro de este elemento de confort encontramos un pequeño hueco con tapa, siempre útil a la hora de dejar el mando del garaje o el del telepeaje. En las plazas traseras estamos ante el mismo problema común en todos los tres puertas, el acceso limitado a la segunda fila. Este inconveniente lo podremos remediar si nos decantamos por la carrocería de cinco puertas. En ambos casos el espacio detrás es idéntico. La banqueta es apta para dos ocupantes aunque las piernas de estos no disfruten de mucho sitio. El maletero en configuración estándar ofrece 185 litros, un volumen que podemos ampliar si abatimos los respaldos traseros hasta 882 litros.

El motor 1.4 TSI es el gran protagonista del Polo GTI, pues es la única versión del utilitario alemán con el que está disponible. Se trata de un cuatro cilindros en línea de 1,4 litros, la reducida cilindrada no es ningún inconveniente en lo que a prestaciones se refiere. Los ingenieros de Volkswagen han trabajado mucho a la hora de concebir un complejo sistema de sobrealimentación con el que se logra una destacada cifra de potencia máxima. El Polo GTI cuenta con un motor sobrealimentado por un compresor, por un turbocompresor y además dispone de inyección directa de gasolina. A bajas revoluciones el compresor actúa para lograr un par máximo de 250 Nm una cifra que entrega de forma constante entre las 2.000 y las 4.500 rpm. El turbocompresor se encarga de aportar otro empujón, esta vez en la zona alta del cuenta revoluciones. La potencia máxima de 180 CV no llega hasta las 6.200 rpm, todo un logro para un motor de sólo 1.390 c.c. La caja de cambios DSG de 7 velocidades es de serie en el Polo GTI y supone otro importante avance tecnológico. En modo D dejando que la caja lleve a cabo los cambios de forma automática, éstos son prácticamente imperceptibles. Si seleccionamos el modo manual podemos controlar los cambios, tanto con las levas del volante, como con la palanca. En este caso si que sentiremos de una forma más viva cada uno de los cambios de marcha. Los consumos medios están en torno a los 8 l/100 km lo que no está mal para un gasolina de 180 CV.

Una de las granes bazas del Polo GTI es su contenido peso, algo que redunda directamente en su agilidad. No obstante los poco más de 1.194 kilos que pesa están muy lejos de los casi 900 kilos que pesaba el primer Polo. Este notable incremento se debe directamente a las mejoras que se han introducido en lo que a seguridad se refiere, así como a un equipamiento de serie mucho más lujoso. Aún así sigue siendo mucho más ligero que un Volkswagen Golf GTI, 145 kilos más pesado, pues alcanza los 1.339 kilos. En el tren delantero el equipo de suspensiones cuenta con un equipo tipo McPherson con resorte helicoidal y barra estabilizadora. Por otro lado, en el trasero nos encontramos con un eje semi-independiente formado por brazos tirados, una viga de torsión transversal y resortes helicoidales. El conjunto trabaja muy bien, filtrando las irregularidades del firme a la vez que aportan una gran firmeza. En conducción deportiva se muestra muy asentado sobre el asfalto, con un tren trasero que apenas se mueve de la trayectoria ideal. Detrás de las llantas de aleación de 17" que monta de serie, nos encontramos con un potente equipo de frenos. En el tren delantero cuenta con discos ventilados de 288 mm de diámetro, mientras que en el trasero son discos de 230 mm. Para ser un conjunto de estricta serie las pastillas de freno ofrecen una buena resistencia a la fatiga y permiten llevar a cabo una conducción deportiva sin sufrir apenas pérdidas de mordiente.

El Grupo Volkswagen ha incorporado al Polo GTI un sistema electrónico que ya habíamos visto en otras marcas del Grupo como es el caso de SEAT. Estamos hablando del XDS, un control de tracción que actúa como si de un diferencial autoblocante se tratara. Una solución que ahorra el peso adicional que supone esta mejora mecánica y que a la postre consigue casi los mismos resultados. Como no podía ser de otra forma, el control de estabilidad también es de serie, así como un completo número de airbags y demás elementos de seguridad.

22.270 € por un Volkswagen Polo es mucho dinero, no estamos descubriendo nada. No obstante el GTI vale lo que cuesta, cuenta con una mecánica de última generación, con un cambio secuencial ultra-rápido y con un completo equipamiento de serie. Una forma interesante de volver el concepto del GTI a los orígenes con menos peso y dimensiones más reducidas que las de un Golf. Dos alternativas por precio y tamaño pueden ser: Mini Clubman Cooper S y Skoda Fabia RS.