Volkswagen Scirocco 1.4 TSi 160 CV

Veinte años después un viento calido procedente del Sahara, que cruza el Mediterráneo y calienta el sur de Europa - significado de Scirocco - vuelve a soplar transformándose en un coupé deportivo de cuatro plazas. Aunque esta vez sus sugerentes formas las combina con un pequeño motor 1.4 TSi de 160 CV enérgico, suave, progresivo y moderado en consumos. . Si uno de los coches más deseados y favoritos en los años ochenta era el sempiterno GTi de Golf, la segunda generación del Scirocco nacida hace diecinueve años provocaría el deleite de tener algo personal y divertido, cargado de un mayor atractivo destinado a los más fanáticos del motor. Idéntica receta es lo que ahora recorre la tercera generación de este modelo cargado de diseño, aunque ahora adaptado a los tiempos que corren donde ergonomía y habitabilidad juegan un mayor papel en pos del confort. Como aquel su bastidor es puro dinamismo, aunque muestra un chasis que en facilidad y conducción está a años luz.

Volkswagen nos presenta su particular manera de entender el coupé a través de una generosa anchura, marcados hombros en la zaga y una descendente línea del techo, que junto a los generosos neumáticos marcan una imagen aplomada, compacta de líneas muy marcadas.

En lo que concierne a la habitabilidad el Scirocco ofrece en sus plazas delanteras espacio más que suficiente para que sus ocupantes se sientan realmente cómodos, con unos asientos que aporta una gran sujeción. Detrás el espacio viene condicionado por su altura - al igual que el acceso a las mismas -, ya que tanto en anchura como el hueco disponible para situar las piernas es correcto.

El puesto de conducción resulta ergonómico, pues prácticamente todo queda al alcance de la mano, salvo los mandos de los elevalunas eléctricos que quedan un tanto retrasados. El amplio reglaje del asientos junto a los correspondientes en altura y profundidad del volante facilitan una óptima postura al volante, que queda penada por la escasa visibilidad trasera que tenemos a través del retrovisor interior, debido a la pequeña luneta trasera y los amplios reposacabezas. También el maletero no queda condicionado en su volumen por la altura del vehículo, pues sus 292 litros que cubica no son nada del otro mundo para un coche de su volumen. A su favor cabe destacar que resulta muy cuadrado y aprovechable para facilitar la carga..

Gran parte del equilibrio de esta versión reside en la racionalidad de su propulsor encargado a un motor de inyección directa de gasolina, con culata multiválvulas, compresor Eaton, turbo e intercooler, que permite conseguir nada menos que 160 caballos para un motor que cubica sólo 1.390 centímetros cúbicos. Su par máximo de 245 Nm disponible entre las 1.500 y las 4.500 vueltas garantizan un empuje constante y consistente independientemente de la marcha engranada. La práctica ausencia de efecto turbo hace que con poco que lo hagamos girar por encima de ralentí el coche gana velocidad con tremenda facilidad sin causar esa sensación que parece dejarnos tirados hasta que entra el turbo. Para colmo es comedido en consumo, fruto de la avanzada tecnología de esta mecánica. Prueba de ello es que a lo largo de nuestro habitual recorrido por carretera, autovía y ciudad marcó una media de 7,7 litros/100 km. En cuanto a la sonoridad que transmite la mecánica podemos destacar que al ralentí es muy confortable sin llegar a dar excesivas señales de su presencia. Eso sí una vez en marcha se dejar notar un intencionado sonido deportivo.

A la hora de desenvolverse en carretera el Scirocco presenta un bastidor muy dinámico con un tren trasero que transmite una total nobleza en todas y cada una de sus reacciones, ya que se coloca con facilidad y precisión. Seguro, estable y fácil de conducción este propulsión de gasolina y tracción delantera cuenta además con una suspensión firme, aunque bien calibrada como para no llegar a cansar durante un largo viaje, ya que en ningún momento resulta incómoda. Dicha suspensión - con esquema Mc Pherson delante y eje multibrazo detrás - logra la estabilidad idónea para sus 160 caballos de potencia, ayudado por el agarre que facilitan sus anchos neumáticos y por una dirección precisa, cuya asistencia es variable en función de la velocidad.

Su correcta frenada, junto a la gran ayuda que prestan los correspondientes controles de tracción y de estabilidad culmina con un nivel de seguridad dentro del habitáculo de primer orden donde no faltan los airbag frontales, laterales delantero y de cortina.

De aspecto juvenil y divertido y marcado estilo, el Scirocco y en particular éste es de los automóviles que deja buen sabor de boca nada más entregarlo, pues tiene muchas cualidades

de las que presumir y pocos defectos que corregir. Emociones aparte, este es un vehículo de buena calidad general capaz de acoger en su interior a cuatro pasajeros sin mayores problemas y cuya seguridad y confort en marcha está asegurada por un eficaz bastidor. Su buena relación entre precio y equipamiento, junto a un agradable y prestacional motor -a tenor de sus 160 caballos de potencia que es capaz de desarrollar - culminan un producto bien realizado.