Volkswagen Tiguan Allspace 2.0 TDI 150 CV DSG 4Motion

El Tiguan Allspace es la variante familiar del Tiguan convencional. Está fabricado sobre la misma plataforma y comparte prácticamente todo con el modelo estándar, pero es más grande desde el pilar B hasta la zona trasera. En concreto 21 centímetros que aumentan sustancialmente la capacidad del maletero.

Para realizar esta prueba Volkswagen España nos ha cedido una unidad de pruebas con el motor diésel 2.0 TDI de 150 CV, con cambio automático DSG, tracción 4Motion a las cuatro ruedas y acabado con el nivel de equipamiento Advance. Una configuración muy recomendable para el cliente que vaya a realizar bastantes kilómetros al año con él.

Los 21 centímetros extra que añade el Tiguan Allspace hacen que este modelo se estire hasta los 4,7 metros de longitud (4,49 en el Tiguan) y que la batalla crezca en 11 centímetros. Gracias a ello se ha ganado espacio para las plazas traseras y el maletero a la vez que su estética exterior no queda demasiado condicionada por este aumento de la longitud. Visualmente parece un Tiguan más grande.

El aumento de su carrocería no se limita a estirar la parte atrás como si de un vehículo familiar se tratase, sino que también crece el tamaño de las puertas traseras. Ahora son más grandes, tanto como las delanteras, y ofrecen un acceso a la segunda fila aún más amplio.

Poco hay que hablar de su estética ya que comparte absolutamente todos los rasgos de diseño con el Tiguan normal. En este caso nos encontramos ante una unidad con el acabado Advance, sin el paquete estético R-Line, con una bonita pintura Gris Platino metalizada que cuesta como extra 550 euros y unas llantas opcionales Nizza de 18 pulgadas que también se facturan aparte por un precio de 145 euros.

Para el mercado español el Tiguan Allspace sólo se ofrece en la configuración de siete plazas. Añade una tercera fila con dos asientos individuales, aptos para adultos pero más recomendables para niños por su posición baja y la justa distancia para las rodillas. La anchura tampoco es generosa pero sí suficiente para, como digo, que puedan acompañarnos un sexto y séptimo pasajero sin demasiados problemas.

El acceso a esta tercera fila se realiza plegando los asientos de la segunda. El espacio resultante para acceder es algo justo y no demasiado práctico.

El hecho de aumentar la batalla proporciona aún más espacio en la segunda fila. Partimos de una habitabilidad muy buena en el Tiguan convencional que se ve ligeramente aumentada en este. La segunda fila es apta para 3 ocupantes gracias a su anchura a la altura de los hombros pero, como de costumbre, el que vaya en medio deberá lidiar con un mullido más duro tanto en la butaca como en el respaldo y con un túnel de transmisión bastante incómodo.

Esta fila, la segunda, también puede desplazare hacia adelante o hacia atrás para aumentar el espacio para los pasajeros de la tercera fila, aumentar la capacidad el maletero o bien ganar en confort.

El Tiguan Allspace también gana en capacidad de maletero, siempre y cuando no utilicemos las 7 plazas. Los dos asientos traseros quedan perfectamente enrasados cuando no vamos a utilizarlos y ofrece una capacidad de carga de 685 litros, 70 litros más que el Tiguan. Si abatimos los respaldos de la segunda fila se obtiene una capacidad total de 1.775 litros útiles mientras que, si se despliega la tercera fila, el espacio resultante es de apenas 230 litros. Para una mayor comodidad, los respaldos pueden abatirse de forma automática con los prácticos tiradores situados en el maletero en una proporción de 60/40.

No tiene doble fondo pero sí dos huecos laterales para dejar algún objeto o herramienta. Como punto curioso cabe destacar la luz de maletero extraíble que podremos usar como linterna.

Las plazas delanteras son exactamente las mismas que las del Tiguan normal. Son amplias, ofrecen un buen grado de confort y el nivel de acabados es bastante bueno. Tiene un diseño muy de Volkswagen, con la típica goma de tacto blando que recubre todo el salpicadero y elementos decorativos en contraste muy sobrios.

En este caso la regulación de los asientos es manual y están tapizados en tela. Algo que yo personalmente prefiero por aquello de que el cuero es frio en invierno y cálido en verano. Esto va a gustos. También podría equipar un cuadro de instrumentos digital, que este no lo lleva, pero sí monta, como oferta de lanzamiento de forma gratuita el sistema de navegación Discover Media con pantalla táctil de 8 pulgadas. Una pantalla que para mi gusto está situada en una posición un poco baja.

La opción de decantarse por la mecánicas diésel antes que por las de gasolina debería resumirse en qué uso vamos a darle al coche. Si realizamos muchos kilómetros el diésel nos compensa por su consumo inferior, aunque habrá que hacer cálculos para amortizar el sobreprecio respecto a un gasolina, mientras que la opción de gasolina es bastante más gratificante por su funcionamiento más suave y ausente prácticamente de vibraciones.

En este caso tenemos la opción diésel de 150 CV, una opción más que válida para el cliente que lo quiera con este combustible. No hace falta irse a las versiones de 190 o 240 CV para que mueva al coche con soltura, pero sí que es verdad que se muestra un poco justo con el coche completamente cargado y ante una conducción un poco más alegre.

Es un cuatro cilindros de 2.0 litros que entrega los 150 CV entre las 3.500 y las 4.000 rpm y el par máximo de 340 Nm entre las 1.750 y las 3.000 rpm. Lo números no mienten y su funcionamiento resulta bastante lineal. Sólo notaremos un ligero empujón a partir de las 2.000 rpm. De ahí en adelante es extremadamente lineal.

Según su ficha técnica tiene homologado un consumo medio de 5,9 l/100 km que en la práctica se traducen en casi 7 litros dependiendo del uso que le demos. En cuanto a las prestaciones acelera de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y puede alcanzar los 198 km/h de velocidad punta.

Asociado una caja de cambios automática de doble embrague DSG de 7 realciones y a la tracción total 4Motion, este Tiguan Allspace 2.0 de 150 CV destaca sobre todo en vías rápidas donde se muestra como un compañero ideal para emprender largos viajes. Que no os engañen las prestaciones, un 0 a 100 en 10 segundos no es nada del otro mundo, pero una vez lanzado es capaz de mantener ritmos altos en autopista con muchísima facilidad.

También reacciona bien en las recuperaciones aunque con el pie a fondo el cambio tiende a estirar las marchas hasta el corte perdiendo gran parte del par motor. En este caso una gestión “manual” secuencial mediante las levas del volante es muy recomendable para cambiar poco antes de las 4.000 rpm.

En carretera se desenvuelve bastante bien, aunque no hay que pedirle peras al olmo… Es un vehículo pesado, más aún con 7 ocupantes y equipaje, y las suspensiones pensadas para un buen confort de marcha no logran mantener del todo bien la carrocería estable. En este caso inclina lateralmente un poco. La transferencia de masas también hay que tenerla en cuenta así que mejor tomarse las cosas con un poco de tranquilidad.

Por su parte, si queremos disfrutar un poco al volante, también contamos con la ventaja de disponer de tracción a las cuatro ruedas, lo que nos garantiza una fantástica tracción tanto en el paso por curva como en la salida de ella al abrir gas con contundencia.

No es un 4x4 pero con el Tiguan Allspace podremos adentrarnos en el campo con algunas garantías. Tiene programas de nieve y tierra que modifican la gestión del par entre las ruedas para mejorar aún más la tracción en superficies complicadas y la altura libre al suelo es generosa. Sin embargo, el aumento de la batalla hace que el ángulo ventral empeore y a la hora de superar algún obstáculo habrá que ir con cuidado de no “empanzar”.

Volkwagen, tanto con el Tiguan como con el Tiguan Allspace, ha variado ligeramente la fórmula propuesta en prácticamente todos sus modelos de cara a la configuración del modelo. En vez de proponer varios niveles de equipamiento, algunos muy básicos, y a posteriori ofrecer paquetes y elementos opcionales con un coste, en este caso ofrece dos versiones para el Tiguan Allspace, la Advance y la Sport, muy bien equipadas pero con un precio ligeramente elevado.

El modelo que nos ha cedido Volkswagen España es un Advance, con el motor diésel de 150 CV. Esta versión tiene un precio de 43.045 euros de tarifa, pero incluye un buen puñado de equipamiento de serie.

Por ejemplo, incluye de serie: Llantas de 17 pulgadas, barras de techo, cristales oscurecidos, bolsas portaobjetos, cajones bajo los asientos, cuero en el volante y en el cambio, portaobjetos en el techo, mesillas para las plazas traseras, volante multifunción con levas, sistema multimedia con navegación Discover Media de 8 pulgadas, cámara de visión trasera, 8 altavoces, climatizador tri-zona, freno de mano eléctrico, portón del maletero eléctrico, sensor de lluvia, sistemas Front Assist, Lane Assist, Light Assist y Park Assist, control de descenso, etc…

Esta unidad montaba como opcionales las llantas de 18 pulgadas Nizza que cuestan 145 euros y el color Gris Platino metalizado para la carrocería que se factura a 550 euros. En total, el precio de este modelo es de 43.740 euros, una suma quizás un tanto elevada pero al que no le falta prácticamente de nada.

Comparado con algunos de sus rivales: un Skoda Kodiaq 2.0 TDI 150 CV 4x4 Sportline tiene un precio de 40.400 €, un Nissan X-Trail con 130 o 170 CV se mueve en torno a los 40.000 euros dependiendo del nivel de acabado, un Hyundai Santa Fe 2.0 150 CV 4x2 se acerca a los 33.000 € y la versión de 200 CV con 4x4 se va a los 47.500 €, el Peugeot 5008 de 130 CV GT Line lo podemos encontrar por unos 34.500 € mientras que la versión 2.0 de 180 GT Line tiene un precio de tarifa de 37.850 €, el Mitsubishi Outlander 2.2 150 CV Kaiteki 4x4 se factura a 36.150 €, el Honda CR-V 1.5 de 173 CV con el acabado Executive y 4x4 por 41.200 € y el Kia Sorento 2.2 de 200 CV GT Line 4x4 por 44.650 €. Faltará por ver que tarifas ofrecerá el nuevo Seat Tarraco, pero bien seguro estarán por debajo de las del Tiguan Allspace a igualdad de equipamiento.