Volkswagen Tiguan Country 2.0 TSi Tiptronic 4Motion

La marca germana cuenta en su compacto SUV Tiguan con una gama bien conseguida por sus dinamismo en marcha, completo equipamiento y apetecibles mecánicas para todos los gustos como la que nos compete en este TIguan, cuyo dos litros turboalimentado le convierten en uno de los modelos más rápidos de su segmento. Además su aspecto Country permite aventurarnos más por campo que el resto de la gama, sin pecar en excesos.

Volkswagen siempre lo tuvo claro a la hora de realizar un producto atractivo y compacto con aspecto de SUV, predispuesto a mancharse de polvo o barro sin entrar en excesos, que contara con un comportamiento similar al de un turismo y una interesante modularidad interior como para llamar la atención por su funcionalidad. Nacido bajo la denominación de concept A, fue por primera vez mostrado como prototipo en el Salón de Ginebra de 2006. A finales de ese año adoptaría el nombre de Tiguan para ser presentado como prototipo preserie en el Salón de los Ángeles. Finalmente el Salón de Francfort de 2007 le encumbraría con el paso del tiempo en uno de los todocaminos más logrados de su categoría. .

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Como si de un Touareg a escala se tratara por los trazos que reflejan su imagen, el Tiguan presenta una estética conservadora, compacta y limpia de líneas donde llama la atención su poderosa parrilla cromada. A diferencia del resto de sus hermanos de gama, la versión Country presenta un paragolpes delantero con un ángulo de ataque más abierto (28º frente a los 18º de las versiones normales), cuyo paragolpes en cuña presenta en la parte inferior un cubrecárter de aluminio. El resto de elementos exteriores que configuran esta versión más campera se centran en las láminas de la parrilla, los listones laterales que protegen la carrocería ante pequeños golpes o las barras del techo cromadas. La zaga, al igual que el resto de sus hermanos de gama se presenta con grupo ópticos de grandes dimensiones, que aparecen partidos con el portón y salvo el paragolpes ligeramente sobreelevado, que le permite gozar de un mejor ángulo de salida respecto al resto de versiones (31º del Country frente a los 27º de los demás), todo lo demás sigue tal y como se aprecia en el Tiguan. Como detalle interesante encontramos un gancho de remolque abatible. . . . . .

Dentro del habitáculo contamos con un puesto de conducción bien realizado, gracias a la desplazamiento longitudinal y en altura del volante como las múltiples reglajes del asiento. Dichas regulaciones, no sólo permiten al conductor encontrar una postura cómoda frente al volante sino también disponer de una buena ergonomía a bordo. Sus confortables plazas delanteras conjugan con unas traseras cuyo espacio para las piernas puede fluctuar, gracias a que la banqueta trasera la podemos desplazar longitudinalmente. Además el respaldo de los asientos le podemos reclinar ganando ,de esta manera, un mayor confort para nuestra espalda, con una plaza central que puede actuar de reposabrazos. Dichas plazas, las podemos abatir completamente quedando una superficie de carga totalmente totalmente plana para un maletero que parte con una capacidad de 470 litros hasta los 1.510 litros con las plazas abatidas. Además dicho maletero permite cargar objetos de hasta 2,50 metros de largo si abatimos la plaza del copiloto. Claro que esta flexibilidad interior requiere que decidamos entre disfrutar de un hueco algo limitado para las piernas con la banqueta trasera sin deslizar o de que sea éste más holgado si desplazamos dicha banqueta, a costa de limitar un tanto la capacidad del maletero. Además el hueco disponible para la carga dispone de detalles tan funcionales como las distintas tomas de corriente de 12V o las argollas cromadas para sujetar la carga. . . . .

La mecánica escogida para la ocasión disfruta de un 2.0 TSi en su versión de 170 caballos, que a diferencia del 1.4 TSi, que recurre a dos tipos de sobrealimentación, con un compresor volumétrico que asegurara una buena respuesta desde el ralentí y un turbocompresor, tan sólo requiere de un turbo para lograr una respuesta y prestaciones de GTi. Prueba de ello es que gracias a su ya clásico cambio Tiptronic, cuya celeridad de convertidor de par le permite cambiar de marcha con una rapidez cercana a la que puede tener los modelos dotados del eficaz DSG de doble embrague pilotado. De hecho así lo confirma su considerable empuje desde cualquier régimen. Prueba de ello son los 30,6 segundos que tarda en cubrir el kilómetro o los 6,6 segundos en recuperar de 80 a 120 km/h en modo automático. Cifras que le convierten en uno de los más rápidos de su categoría. Claro que todo este esfuerzo pasa factura en el consumo que en nuestro caso registró una media a 11,5 litros/100 kilómetros durante el recorrido marcado que discurría por ciudad, autovía y carreteras secundarias con tramos de carretera de montaña.

En su elaboración el Tiguan toma la magnífica plataforma monocasco del Golf, la cual descansa sobre suspensiones independientes con amortiguadores de reglaje electrohidráulico. Además del diseño de suspensiones lo más importante es el sistema de tracción 4Motion, que emplea un embrague multidisco Haldex de control electrohidráulico encargado de enviar permanentemente al eje delantero el 90 por ciento del par en condiciones normales. Dicho embrague puede llegar a enviar todo el par al tren trasero cuando las condiciones de adherencia así lo requieren. El mencionado bastidor se caracteriza por ofrecer un comportamiento similar al de un turismo con cierta vocación deportiva. Ágil y sin apenas balanceos que lo comprometan se muestra de lo más estable ante cualquier situación. A todo ello ayuda una amortiguación firme y progresiva, que absorbe las irregularidades del pavimento sin el menor síntoma de sequedad. Para colmo de bienes, su directa dirección le inscribe en las curvas con gran precisión a fin de mantener eficazmente la trayectoria elegida. Fuera de la carretera, este Tiguan tira de recursos electrónicos tales como la función "off road", que pulsando una tecla situada en la consola central se conecta un programa específico para realizar una conducción "off road". Dicho programa incluye el control varía la actuación del ABS, el control de tracción, a la vez que otorga una mayor recorrido al acelerador mediante unas leyes específicas. También incluye tanto el control de descenso de pendientes como el sistema de arranque en cuesta. El hecho de contar con tales dispositivos junto a la variación de los ángulos de la carrocería, en esta versión Country permiten superar algún que otro obstáculo de cierta complicación, que nos encontremos en el camino. Claro que tampoco hay que engañarse y aventurarnos por terrenos más agrestes, pues no es un todoterreno en el sentido más estricto de la palabra sino un todocamino bien realizado con una suspensión que filtra eficazmente los rotos del camino. Además cuenta con el hándicap de unos neumáticos encaminados a un uso más asfáltico y un limitado recorrido de la suspensión (185 mm delante y 200 mm detrás). . .

En este apartado el Tiguan va bien cubierto pues al freno de estacionamiento electrónico, que cuenta con la función "Autohold" para arranque en rampa - como hemos mencionado - se suma el control de estabilidad. Dentro del habitáculo no faltan los airbags frontales, laterales y de cortina dejando tan sólo como opción los laterales traseros, que nuestra unidad no equipaba. Por lo demás, los frenos cumplen perfectamente con su función pues acompañan por tacto y resistencia a las prestaciones que es capaz de otorgar este 2.0 TSi de 170 CV. .

En su año de vida el Tiguan ha logrado hacerse una imagen sólida en el mercado español refrendada por una oferta mecánica convincente, donde este particular motor recurre a la sobrealimentación para obtener prestaciones de GTi, que lo convierten en uno de los más rápidos del segmento. Cualidad a la que se suman un acabado de calidad, completos equipamientos y un comportamiento en carretera de auténtica referencia en el mercado por su buen compromiso entre estabilidad y confort. . .

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