El más deportivo de la gama
El año pasado publicamos una vídeo prueba de un XC90 con la misma motorización, la D5 de 225 CV. Si quieres verla sólo tienes que hacer clic en este enlace. Aquella unidad contaba con el acabado Momentum, mientras que hoy estamos ante un R Design, el nivel de equipamiento con look más deportivo de la gama.
En muchos casos la compra de un vehículo termina decidiéndose por la estética. Es por ello que Volvo ha dado forma a este diseño para el XC90. Una creación confeccionada a imagen y semejanza de lo que sería un Kit M en BMW o paquete S line en Audi. Vamos a ver también si el XC90 sigue siendo igual de cómodo que cuando lo probé por última vez.
Estética atractiva
Los nuevos parachoques dotan al XC90 de una imagen más dinámica. Bien es cierto que la versión sin kit deportivo de este SUV ya luce una línea sumamente atractiva. Los faros con luces diurnas en forma de “T”, bautizados como el martillo de Thor, se mantienen.
Las llantas de 22” opcionales llenan los pasos de rueda y le sientan de maravilla. Eso sí, estamos hablando de un extra que supone 2.483 euros adicionales. Las de 19” se quedan cortas estéticamente, llegando a parecer incluso pequeñas. Quizás con una 20” o 21” ya habría más que de sobra.
En la trasera luce un nuevo parachoques con un difusor simulado en su parte inferior. Las dos salidas de escape siguen dispuestas en ambos extremos, la diferencia aquí radica en su forma. En lugar de ser redondas y de pequeño diámetro tienen son trapezoidales y de mayor tamaño.
El habitáculo también se viste de corte racing al estilo del exterior. De serie tanto el volante de tres radios como la palanca del cambio están tapizados en cuero perforado. Los asientos deportivos combinan Nubuck/Cuero Nappa, un acabado que rezuma calidad por los cuatro costados.
Las plazas delanteras cuentan con una base que en su extremo es para mi gusto demasiado estrecha. Es un asiento deportivo que, para mi gusto, aprisiona demasiado las piernas del ocupante y al mismo tiempo las levanta hacia arriba en exceso. Los asientos normales de los otros acabados son mucho más cómodos. Las piernas de un adulto, ya sea de 1,80 metros de altura o 1,65 metros quedan demasiado encajadas.
Las inserciones de carbono en salpicadero, túnel central y puertas opcionales cuestan 785,94 euros. Las de aluminio de serie también le sientan la mar de bien. Pero ya sabemos, para gustos colores. Otro de los extras que conformaba la configuración de esta unidad de pruebas era el Xenium Low Pack. Un paquete que cuesta 3.495 euros y está formado por cortinillas laterales traseras, Head-Up Display, techo solar panorámico eléctrico y cámara de aparcamiento de 360°.
La segunda fila es una de las mejores de su clase. Tres asientos individuales de verdad, cada uno de los cuales ofrece un gran nivel de confort a adultos de talla XL sin problemas. Los tres cuentan con regulación longitudinal de sus banquetas e inclinación en sus respaldos. Las plazas exteriores disponen además de regulación en altura del cinturón.
La tercera fila de asientos (1.131 euros) también puede acoger a dos adultos más o bien a dos niños, incluso con sus sillitas de retención. La anchura entre codos es destacable así como la altura libre al techo. Sorprende que unos asientos que se pliegan bajo el piso del maletero puedan llegar a ser tan confortables.
La capacidad de carga del maletero es otro de los elementos más destacables de este SUV de gran formato. En configuración 7 plazas brinda 285 litros, con un espacio muy ancho y alto que permite aprovecharlo de forma excepcional. En cinco plazas el volumen crece hasta 692 litros y sin la segunda fila asciende hasta un máximo de 1.868 litros.
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Gran confort pero con prestaciones algo justas
Incluso con las llantas de 22” el confort de marcha apenas se ve afectado. La suspensión neumática opcional, que forma parte del Chasis Four-C opcional (2.704 euros), compensa el menor perfil de los neumáticos.
Mediante un botón en el túnel central puedes cambiar la dureza de la suspensión: Normal, Dynamic, Comfort y Offroad. Con este último la altura libre al suelo crece en 40 mm pero sólo se puede seleccionar a baja velocidad. La otra unidad que probé del XC90 con suspensión convencional también ofrecía un excelente nivel de confort de marcha.
Con el modo Dynamic la dirección gana en dureza con lo que mejora notablemente el feeling al volante. Los frenos ofrecen una buena capacidad de deceleración y el pedal permite modular con precisión.
Quizás el único aspecto queda algo cojo es el motor. La marca sueca sólo ofrece motores de 4 cilindros en toda su gama y el XC90 no es ninguna excepción. El D5 es un 2 litros diésel sobrealimentado por turbo que declara 225 CV a 4.250 rpm, una cifra un tanto justa para las aspiraciones deportivas de esta versión.
La respuesta del propulsor en la zona baja del cuenta-vueltas es buena. Hablamos de 470 Nm de forma continuada entre 1.750 y 2.500 rpm. La caja de cambios automática de 8 relaciones permite aprovechar al máximo todo el par.
Rivales como Audi Q7, BMW X5 y Porsche Cayenne sí ofrecen motores diésel de altas prestaciones. El XC90 con 225 CV se queda muy atrás si comparamos con SQ7 (435 CV), X5 M50d (381 CV) o Cayenne S diésel (385 CV).
Una mecánica de seis u ocho cilindros aportaría ese plus que no tiene el 4 en línea. Todo apuntaría a que los consumos serían más ajustados. Pues no, cuando probamos X5 M50d y Cayenne S diésel logramos 8,3 l/100 km con el primero y 8,6 l/100 km con el segundo. El XC90 se quedó con 8,4 l/100 km se sitúa a medio camino de ambos. En una conducción deportiva el Volvo subió a 10,5 l/100 km.
En resumidas cuentas
Si bien el precio base del XC90 D5 R-Design 7 plazas es de 67.034 euros, todo el equipamiento opcional con el que ha sido configurada esta unidad hace que la cifra se dispare hasta los 85.765,18 euros. Por 10.000 euros más tenemos un Porsche Cayenne S diésel sin extras.
Ya se sabe que en esto de los gustos cada cual con su criterio. En mi caso si tuviese una familia con tres hijos y necesitara un buen maletero contemplaría muy seriamente la compra de un Volvo XC90 D5 AWD pero en acabado Kinetic, no en el R-Design. Con tracción integral se queda en 60.500 euros.
Casi todos los coches que he comprado han sido Volvo. Casi en el 2021, casi en el 2015, casi en el 2012, casi en el 2008. Sin embargo, tema motor y conducción frente a casi el mismo precio de un Audi, Bmw o Mercedes ... . Pero me encanta