¿Qué significa el color del humo del tubo de escape?

Las emisiones del tubo de escape no solo son un indicador de la salud ambiental de tu vehículo, sino también un espejo de su estado mecánico, ya sea un vehículo nuevo o un coche con más de 10 años. Cuando conducimos podemos ver varios coches con un exceso de emisiones, algunos más leves y otros que parecen un calamar escapando de las amenazas del mar, pero todos ellos están a punto de tener problemas si no lo remedian cuanto antes.

En cualquier caso, saber interpretar los colores del humo que sale por nuestro tubo de escape es crucial para anticiparnos a una reparación. En este artículo, os queremos desglosar qué significan los diferentes colores del humo y qué averías podrían estar indicando. Como siempre os decimos, mantener la seguridad vial es también una cuestión de mantenimiento de nuestro vehículo.

El humo azul que puede salir por el tubo de escape es un indicativo de que el motor está quemando aceite de forma inconsistente, como extra recordad que el humo azul se acompaña de un olor característico similar al del aceite quemado, por lo que aquí tenemos otra pista. En este caso es recomendable abordar de inmediato el problema ya que la combustión de aceite puede dañar varios componentes del motor, como el catalizador o el filtro de partículas. Este fenómeno puede deberse a varios factores, entre los que destacan:

• Desgaste en los anillos de pistón: si los segmentos de los pistones están desgastados, permiten que el aceite se filtre hacia la cámara de combustión.

• Sellado deficiente de guía de válvulas: los retenes de las válvulas desgastados pueden permitir que el aceite se filtre en el cilindro.

• Problemas con el turbocompresor: un turbo defectuoso puede dejar que el aceite se mezcle con el aire de admisión, quemándose posteriormente en el motor.

El humo negro indica una combustión incompleta del combustible. Este problema puede estar causado por:

• Filtro de aire obstruido; n filtro de aire sucio impide la correcta entrada de aire, alterando la mezcla de aire y combustible.

• Problemas en los inyectores o sensores de inyección: los inyectores defectuosos o los sensores fuera de calibración pueden enviar más combustible del necesario.

• Falla en el regulador de presión de combustible: un regulador defectuoso puede provocar una presión excesiva, llevando a una mezcla rica en combustible.

En vehículos diésel, la emisión de humo negro al acelerar puede ser normal en cierta medida, pero si es excesiva, podría indicar una acumulación de hollín debido a una conducción predominante en marchas largas o en entornos urbanos.

El humo gris, por su parte, puede ser síntoma de problemas similares a los del humo negro, además de posibles fallos en el turbocompresor o en el sistema de ventilación del cárter.

El humo blanco es el peor indicador de fallo de motor ya que la culata o el propio bloque de motor pueden estar fallando. El humo blanco puede tener varias interpretaciones dependiendo de su densidad y persistencia, además, este problema de emisiones suele ir acompañado de otros síntomas, como el sobrecalentamiento del motor y la pérdida de potencia. Dependiendo del humo, como decíamos, podremos enfrentarnos a:

• Condensación: En días fríos y húmedos, es normal ver una pequeña cantidad de vapor blanco que desaparece cuando el motor se calienta.

• Fallo en la junta de culata: Si el humo blanco es denso y persistente, podría indicar que el refrigerante está entrando en la cámara de combustión, un problema grave que requiere atención inmediata.

• Problemas en el bloque del motor: Grietas en el bloque motor o en la culata pueden permitir la entrada de refrigerante en la cámara de combustión.

Por cerrar el tema de las fumatas, el color del humo del tubo de escape es un indicador indispensable para prever ciertos problemas en el motor de nuestros vehículos. Siendo estrictos con los mantenimientos regulares y teniendo una atención rápida (mirando por el retrovisor) a estos signos podremos ahorrar tiempo, dinero y evitar averías mayores. Mantener nuestro coche en buen estado es sinónimo de todo esto y de una seguridad vial optima que nos ayuda a todos. La próxima vez que veas a "un calamar" por la carretera, acuérdate de este artículo.