De sobra sabemos -aunque hay quien no lo sabe- que cuando viajamos en un coche siempre hay que utilizar los cinturones de seguridad. Es obligatorio utilizar los cinturones delanteros y los traseros. Aunque el uso está muy extendido (90%), todavía se detectan casos de fallecidos o heridos que no llevaban puesto el cinturón en el momento de producirse el accidente. Pero, ¿sabías que también es recomendable abrochar los cinturones de seguridad de los asientos traseros aunque no estén ocupados?
Usar el cinturón de seguridad es obligatorio
La misión del cinturón de seguridad es evitar que salgamos despedidos por el parabrisas en caso de que el automóvil pare de forma repentina debido a una colisión, a un frenazo brusco, o por cualquier otro motivo. Actúa de freno ante la inercia de nuestro cuerpo a seguir en movimiento.
El cinturón también evita que se lesione a otros ocupantes. No utilizar el cinturón de seguridad en los asientos traseros supone un gran riesgo, ya que, en un impacto frontal, la probabilidad de que un ocupante de los asientos de atrás golpee mortalmente a otro pasajero de los asientos delanteros puede ser hasta ocho veces superior. Para que te hagas a la idea, en caso de no llevar el cinturón de seguridad abrochado, los ocupantes de la parte trasera de un vehículo que circulara a 100 km/h impactarían sobre los de delante con el peso equivalente al de un elefante.
Y aquí está la clave por la que la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda abrochar los cinturones de seguridad traseros cuando no están ocupados: por el efecto elefante.
Razones para abrochar los cinturones traseros sin personas
Cuando la DGT habla del efecto elefante se refiere al impacto que tiene un ocupante del asiento trasero sobre el asiento delantero. Por ejemplo, a una velocidad de 60 km/h el impacto de una persona de 75 kilos contra el asiento delantero puede equivaler a una fuerza de 4,2 toneladas.
Y lo mismo puede ocurrir con el equipaje que llevamos en un maletero. En caso de impacto puede desplazarse hacia el habitáculo e impactar sobre los ocupantes de las plazas delanteras cuando los asientos traseros no son ocupados. El efecto elefante también se produce sobre el equipaje, ya que el peso de éste se multiplica. Un ejemplo: un objeto que pese tan solo un kilo puede ejercer una fuerza de al menos 25 kilos en un choque circulando a 50 km/h. Una persona o un objeto puede convertirse en un proyectil debido a la inercia.
Si llevamos los cinturones traseros abrochados cuando no están ocupados, estarán actuando como retenedores del respaldo y reduciremos el riesgo de que dicho equipaje entre en el habitáculo, ocasionando lesiones, o incluso la muerte, a los ocupantes.
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Esta recomendación es especialmente importante cuando circulamos con el maletero lleno de equipaje u cualquier tipo de carga como, por ejemplo, durante un viaje.
Un maletero organizado, clave para un viaje seguro
Siguiendo esta recomendación de la DGT de abrochar los cinturones de los asientos traseros aunque no estén ocupados nos ayudará a reducir los riesgos de lesiones en caso de frenazo brusco o colisión. Pero podemos hacer más. Es fundamental no llevar objetos sueltos dentro del habitáculo y organizar el equipaje dentro del maletero de una manera ordenada.
A la hora de cargar el equipaje lo mejor es colocar las maletas más grandes y pesadas en la parte baja, dejando las de menor tamaño encima de estas últimas, de este modo reducimos el centro de gravedad. Una vez colocado es importante poder cerrar la bandeja cubre maletero. También es muy aconsejable sujetar los bultos utilizando los ganchos, correas y redes de sujeción. En este vídeo te explicamos cómo organizar el maletero de un coche: