Las tierras que hoy recorremos, se han convertido en punto de encuentro para muchos amantes de la obra de Cervantes. De vez en cuando, las calles de El Toboso se transforman en un auténtico escenario que, como por arte de magia, nos transportan al Siglo de Oro español.
Partimos de Madrid por la A-4, para llegar a La Guardia que se encuentra en la salida 81 de la mencionada autovía. Tras localizar el indicador que nos lleva al pueblo de Lillo, comenzamos la ruta. Los que dispongan de GPS, pueden marcar las coordenadas 39º 47. 963" N//03º 28. 777"W. Las enormes vasijas de barro que "salpican" la zona nos sitúan en un ambiente totalmente manchego, cuna de gentes sencillas y humildes. La tranquilidad y la paz se encuentran aseguradas junto a los incontables viñedos que nos acompañan a cada paso.
En la primera rotonda y a tan solo cien metros de la salida, tomamos la dirección que indica "a la Villa de Don Fabrique". De la mencionada rotonda, sale más adelante un camino por la derecha que, paralelo a la carretera, discurre rumbo SE. Cualquier ocasión es buena para dar un paseo por estas tierras de don Quijote, de enorme riqueza cultural. Este caballero veía sin desfallecer, como una vez tras otra, sus ideales se estrellaban contra la mezquina realidad de aquellas gentes mediocres. Estas tierras que hemos elegido para esta ruta, han dejado de ser un lugar de paso, prácticamente desconocido, para convertirse en la Comunidad Autónoma de interior más demandada por el turismo nacional.
La ruta de los molinos
Una pista ancha nos acerca a los molinos de viento de El Romeral, que son un ejemplo de la arquitectura cultural de Castilla La Mancha. Una vez en el pueblo, la calle de Maldonado primero y la de La Robradiza, nos dan acceso a estas tres joyas con aspas de madera, que marcan el itinerario turístico más cotizado de La Mancha. Nos comentan las gentes del lugar, que más de un personaje de los que se mencionan en el libro de El Quijote seguro que eran de su pueblo, es decir, de El Romeral. Los molinos de viento son una propuesta turística y, el blanco enjabelgado, unido al incesante agitar de sus aspas, nos recuerdan los brazos que viera aquel caballero andante en sus alucinaciones por estas tierras de olivo y cereal. Vamos pasando la ruta y dejamos atrás los molinos y llegamos a Lillo. Es un pueblo importante en la zona y merece la pena una parada para tomar un aperitivo con un buen plato de pisto manchego.
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Humedales manchegos
Nuestro recorrido no sólo se encuentra dominado por las enormes superficies de viñedos, olivos y cereales. Cualquiera de nuestros lectores que se decida a realizar esta ruta, comprobará que existe en la zona la "lucha por el agua". Enormes manchas oscuras, son en la actualidad el refugio de singulares especies de flora y fauna, y rincones inolvidables para que los visitantes disfruten de su tiempo libre en cualquier estación del año. Poblaciones como Lillo, Villa de Don Fabrique, Miguel Esteban o el mismo Toboso, han sabido generar a lo largo del tiempo una red de servicios hosteleros cada vez más competitivos. En la ruta entramos por asfalto a la Villa de Don Fabrique, entorno curioso tanto en sus construcciones como en los servicios que ofrece. Una vez visitada la iglesia de la Asunción, en la que se venera al Cristo del Consuelo, partimos con dirección a Quintanar de la Orden. Abandonamos la carretera en el punto kilométrico 104 (Cooperativa de san Isidro), para salir en el camino que se encuentra de frente. Rumbo a El Toboso, hermoso pueblo toledano, de fisonomía manchega, al que Miguel de Cervantes diese tal renombre en su obra magna, vamos meditando sobre cada uno de los lugares y leyendas de las andanzas del más famoso caballero andante de la literatura universal. Llegamos al pueblo de Miguel esteban y nos dirigimos hacia la Cooperativa de Nuestra Señora del Carmen. Un monumento de bronce a la mujer vendimiadora, rinde homenaje junto al parque de Nuestra Señora del Socorro e inmortaliza la recogida de la uva. Por la calle del general Moscardó salimos a un cruce, en el que haremos derecha con dirección a las lagunas. Ya en la viñeta 37, seguimos de frente para avistar el pueblo de El Toboso (ver enlace de El Toboso) a unos 5 kilómetros y donde finalizaremos la ruta.
El Toboso: cuna de Dulcinea
Situado en el último rincón de Toledo, limitando con Cuenca y Ciudad Real, El Toboso se "asoma" a Albacete en las noches entreclaras. La visita a este pueblo es de carácter obligado para todos aquellos estudiosos de la obra de Cervantes. Cuando se entra al pueblo de El Toboso, una sombra de hechizo y fascinación nos envuelve en la mirada. Este pueblo constituye un auténtico museo. Sus calles nos brindan una paz poco común, y en ellas abundan las casonas hidalgas con blasones antiguos y fachadas de mampostería. La teja, las rejas, la piedra y la cal, acompañan a la hermosa mansión solariega de la Casa de Dulcinea.
Es aquí donde vivía Aldonza Lorenzo, la moza que idealizara Don Quijote. Por lo que respecta a los lugares de interés histórico, El Toboso posee una infinidad de ellos y que deben buena parte de su fama a Miguel de Cervantes. Una iglesia parroquial del siglo XVII, dedicada a San Antonio Abad, es junto al Convento Trinitarias, restaurado en el siglo XX, una muestra barroca de incalculable valor. La privilegiada situación geográfica de la que goza este pueblo, le ha permitido ser un centro inmejorable de exposición y venta de la artesanía castellano-manchega, especialmente la decorativa. Dejamos una página abierta para que cada visitante descubra este singular pueblo, en el que Cervantes puso sus ojos para situar en él a la dama más importante de su libro. Músico, peregrino y significativo, son los nombres de este lugar, que antes de que lo recorriera Don quijote en busca de la dama, lo "patearon" los Íberos levantando un asentamiento del que dejaron huella para la posteridad. Texto y fotos: Reinaldo Betancort Ficha Técnica de la ruta Lugar de comienzo: La Guardia Acceso desde Madrid: A-4. Salida 81 Kilómetros totales: 146,2 Kilómetros de asfalto: 93,3 Kilómetros de tierra: 52,9 Dificultad: Baja en verano y media en invierno Gasolineras: A4-Lillo-V. Fadrique Restaurantes: La Noria (telf. 925568 192)- El Quijote (telf. 925 197 398)- Dulcinea (telf. 925 568 055) Alojamiento: H. El Quijote (telf. 925 197 398)- Casa Rural (925 568 006) Oficina de Turismo: Telf. 925 568 226 Fiesta-Carnavales en la última semana de abril Jornadas Cervantinas la última semana de abril