Reino Unido quiso ir por delante de otros países europeos adelantando en cinco años la prohibición de vender coches de combustión. En lugar de poner el límite en 2035 como se en la Comisión Europea, ellos lo adelantaron a 2030 a pesar de las muchas críticas que recibió su gobierno de la industria del motor de su país. Ahora da marcha atrás y compartirá calendario con la Unión Europea.
La industria del motor ha recibido con estupor el anuncio ayer del primer ministro británico, Rishi Sunak: se retrasa la prohibición de vender coches de gasolina y diésel hasta 2035. Este anuncio llega solo poco más de dos años después de que el ex ministro, Boris Johnson, estableciera como límite el año 2030, cinco años antes.
El anuncio se esperaba para mañana viernes pero una filtración de la BBC hizo saltar las alarmas entre la industria y fabricantes del país -Ford, Land Rover y BMW- pidiendo explicaciones por lo que el gobierno británico tuvo que confirmarlo.
¿El motivo para retrasar la prohibición?
En palabras de Rishi Sunak, la razón principal para retrasar en cinco años esta prohibición de vender vehículos de gasolina y diésel se debe a que así tendrán más tiempo para prepararse y facilitar la transición a los vehículos eléctricos. “Se podrán comprar coches y furgonetas de gasolina y diésel hasta 2035. Incluso después de eso, podrás comprarlos y venderlos de segunda mano. Queremos dar más tiempo a los ciudadanos a reemplazar sus vehículos contaminantes y que sean ellos los que tomen la decisión de cambiar sin imposiciones por parte del Gobierno”, afirmó. En su comparecencia sí que se reafirmó en la estrategia del país en alcanzar la neutralidad en CO2 en el año 2050.
A pesar de no haber incentivos ni ayudas para la compra de coches eléctricos, en Reino Unido las ventas de coches eléctricos alcanza el 16% sobre el total, una cifra alta que se debe principalmente a las matriculaciones de flotas y empresas, ya que cuentan con beneficios fiscales. En los primeros ocho meses del año en Reino Unido se han matriculado un total de 193.218 coches eléctricos (datos de ACEA), lo que supone un aumento del 40% respecto al mismo período del año anterior.
No todos los fabricantes lo aplauden
Después de dos años trabajando para estar preparados en 2030 y eliminar la oferta de coches de gasolina y diésel de la gama de productos, algunos fabricantes y empresas del sector no han acogido con mucha alegría este retraso en la prohibición.
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Califican el anuncio de falta de liderazgo, de ambición, compromiso, de indecisión, decepción, paso retrógado… Son algunos de los calificativos de marcas como Volkswagen, Ford, Kia, de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores de Reino Unido, de políticos… Críticas que se deben, fundamentalmente, a las grandes inversiones que afronta el sector para la electrificación de sus plantas y así llegar a 2030 con una gama de coches eléctricos.
Toyota, en cambio, opina que “todas las tecnologías asequibles y de bajas emisiones pueden desempeñar un papel en una transición pragmática”.
Fue el pasado 29 de marzo cuando se aprobó de manera definitiva en la Unión Europea la prohibición de coches y furgonetas que emitan CO2 a partir de 2035 aunque con alguna serie de condiciones que te contamos en este artículo de Joan Dalmau y Jaume Gustems.
Una decisión populista de Sunak y muy criticada en UK y por los propios fabricantes. Probablemente no tenga impacto práctico, pues los fabricantes no van a seguir construyendo coches de combustión y con el volante a la derecha solamente para UK
Gracias por el apunte
la tecnología está más que amortizada, sí pueden, además, cambiar el volante de lado no cuesta 1 pavo