Rinspeed y Harman reinventan el car sharing
Rinspeed es una empresa de ingeniería suiza con muy buenos contactos interdisciplinares que en cada edición del Salón presenta un vehículo que intenta aportar un nuevo enfoque a la movilidad personal. En ediciones anteriores trabajó ideas como los coches playeros con el Bamboo, los acuaticos como el Splash o los subacuáticos como el sQuba.
En los últimos años ha apostado también por los nuevos conceptos de movilidad con el UC?, un microcoche que podía "coger el tren" y ahora trabaja en una alternativa multiforma al car sharing con el MicroMax, un cruce entre un taxi, un vehículo compartido y un pequeño microbús.
El vehículo es lo de menos. Se trata de una cajita con ruedas muy ligera (los paneles son de plexiglass) que se mueve gracias a un motor eléctrico de carretilla elevadora. Mide 3,73 metros de largo (exactamente igual que un Mini), acoge a cuatro ocupantes y tiene una altura de 2,2 metros para poder viajar de pié en unos "asientos" verticales para los que el especialista TWR ha diseñado unos cinturones de seguridad específicos.
En el interior, además de los asientos (tres en la parte trasera con adaptador para niños y uno para el conductor), hay un par de iPad, una gran consola central para el puesto de conducción desde la que se manejan las principales funciones del vehículo, una buena cafetera y una nevera con bebidas. En la parte trasera, además, dispone de un portabicis.
La gracia del tema es la fórmula de uso. Rinspeed, que asegura que el precio de cada MicroMax oscilaría entre los 5.000 y 10.000 euros en función de los materiales utilizados y el grado de equipamiento, propone varias pero siempre a medio camino entre el car sharing y el transporte público.
El MicroMax se ha desarrollado junto a Harman, empresa de equipos de sonido y comunicaciones que ha diseñado un software que funciona en sistema Cloud y permite gestionar los vehículos.
Así, los usuarios, sean propietarios en régimen de co-propiedad, sean usuarios registrados de una red de car-sharing o sean clientes ocasionales o abonados a un servicio de pago por uso al estilo del alquiler de bicicletas público de las grandes ciudades, disponen de un código de acceso que les permite conocer en tiempo real donde están los vehículos y a dónde se dirigen.
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Al conocer los recorridos de cada uno -establecidos por los propios usuarios que los utilizan y aceptados por el sistema-, el número de personas a bordo y la velocidad a qué se desplaza, el usuario sólo tiene que consignar su punto de origen y el de destino y el servicio le asigna un vehículo que, o bien inicia con él el recorrido o ya está en marcha y su recorrido coincide con el que el usuario desea realizar.
Que conduzca o no dependerá de la programación de cada vehículo. Al ser eléctrico, y semi-público o público si el operador es institucional, el vehículo puede circular por el carril bus y disponer de otras ventajas para cumplir unos determinados tiempos de viaje.
La carga se realiza en puntos públicos y el conductor que esté al volante debe dejarlo cargando en un punto concreto cuando lo deja y nadie más lo usa a continuación.
Ahora, como siempre en estos casos, hace falta que alguien crea en la idea e invierta en ella pero pintar, pinta bién.
Rinspeed sugiere también otros usos para el MicroMax, desde transporte de tripulaciones en los aeropuertos a pequeños vehículos de reparto urbano pasando por pequeños taxis privados para moverse por centros urbanos vedados al tráfico de vehículos con motor térmico.
Desde luego esa compañía es audaz y saca ideas de lo mas variopintas. Desde luego prefiero coches verdaderamente diferentes antes que lo que a dia de hoy en el 75 de los casos vamos teniendo, coches que son unos casi calcos de los otros. Menos mal que aun hay algunas marcas que arriesgan algo que si no menudo aburrimiento. POLO o IBIZA? coñe, pero si es que basicamente es el mismo coche y del resto mas de lo mismo