La comarca Campo de Calatrava ocupa el centro de la provincia de Ciudad Real, una de las zonas geográficas más definidas históricamente de Castilla-La Mancha, debido a la constitución en su territorio de la Orden Militar de Calatrava, que puso nombre al extenso territorio.
Fue hacia el año 1158 cuando el abad del monasterio navarro de Fitero, Raimundo y su compañero Diego Velázquez, en nombre de la Orden del Císter, aceptaron la oferta del rey de Castilla, Sancho III, de quedarse con la plaza de Calatrava, que abandonaba el Temple ante el temor del avance de las recién llegadas tropas almohades.
La capital histórica del Campo de Calatrava fue Almagro, en competencia de Ciudad Real, el único lugar de la comarca que no pertenecía a la Orden de Calatrava, sino a la Corona. Y es precisamente aquí, en Ciudad Real, donde da comienzo nuestra ruta de hoy.
La ciudad se encuentra en la comarca natural de Campo de Calatrava, caracterizada por toda una llanura y situada en la sub-meseta sur de la península ibérica, al borde de un extenso territorio que presenta la particularidad del relieve y los fenómenos volcánicos. Así, se pueden observar formaciones del relieve que suelen recibir el nombre de "morro" o "cabezo" y cráteres hidromagmáticos de explosión o maar, que a veces albergaban lagunas.
Conserva, por la falta de cuidado en épocas pasadas, sólo algunos vestigios históricos, como varios fragmentos de la muralla y la Puerta de Toledo (s. XIII), la Casa de Hernán Pérez del Pulgar (s. XV), la Casa Real de la Caridad (s. XVIII), la Iglesia de la Merced (s. XVIII), la Iglesia de San Pedro Apóstol (s. XV) o la Iglesia de Santiago Apóstol (s. XIV). La sede de la diputación provincial es un proporcionado edificio neoclásico de finales del siglo XIX.
Aunque, como vemos, los restos históricos son pocos, se nota que la ciudad fue importante ya en sus orígenes. No en vano, fue sede del Tribunal de la Inquisición o Santo Oficio. Honor que, aunque hoy se antoja muy dudoso, se concedía únicamente a la ciudad de confianza para el poder. La sede del Santo oficio, se encontraba en el lugar donde hoy se ubica la delegación de Hacienda, frente a la iglesia de San Pedro.
En 1691, Ciudad Real fue nombrada capital de la provincia de La Mancha al tiempo que esta era creada.
Fue en 1833 cuando se creó la provincia de Ciudad Real tras el decreto del ministro Javier de Burgos y Ciudad Real se convierte en su capital y comienza a centralizar los servicios de la administración provincial y estatal.
Además de los edificios históricos ya nombrados, y de su decena de parques y jardines, entre los que destaca el Parque de Gasset, el más antiguo de la ciudad (de 1915), con 90.000 m2 de extensión; podremos disfrutar de alguno de sus museos, como el dedicado a la inmortal figura del caballero Don Quijote, situado precisamente en el Parque Gasset, donde también se encuentra el Museo del Ferrocarril.
Saldremos de Ciudad Real por Miguelturra, que junto a la primera forma una conurbación en la que se agrupan cerca de 100 000 habitantes, separadas ambas ciudades por escasos metros. A la salida de Miguelturra entraremos en pista, dirección sur, dejando a nuestra izquierda Pozuelo de Calatrava.
Grandes extensiones de campos verdes y vides nos acompañarán en el camino hasta nuestro primer encuentro con el río Jabalón, primero y con el desvío hacia la Ermita de La Virgen de los Santos, después.
Hasta este momento, habremos transitado por fáciles pistas y estrechas y reviradas carreteras, pero a partir del cruce de la ermita, los caminos se estrechan, volviéndose a tramos muy pedregosos hasta alcanzar la población de Aldea del Rey. En cualquier caso, nada que ponga en ningún tipo de aprietos a la Isuzu D-Max
Según los datos del Diccionario Geográfico de Madoz y el estudio de Hervás y Buendía, Aldea del Rey fue poblada en la época en la que el Convento de Calatrava se trasladó a su nueva residencia, del Castillo de Calatrava La Vieja, situado en Carrión de Calatrava, al Castillo de Calatrava La Nueva situado en el término de Aldea.
Entre los monumentos que podremos ver en su término figuran el Palacio de Clavería, fundado por Felipe II para albergar a los Claveros de la Orden de Calatrava; la Ermita de Nuestra Sra. del Valle, del siglo XV; la Iglesia de San Jorge Mártir, del siglo XIX o los yacimientos arqueológicos de el Chiquero, Vega de los Morales, Barranco Blanco, el Yezgo, Terraza del Jabalón, la Arenilla, el Yacimiento de la Higuera y los Baños del Barranco.
Pero sin duda su monumento más destacado es el Sacro Castillo-Convento de Calatrava la Nueva, situado en el cerro Alacranejo.
La fortaleza se halla situada en la cima de un cerro en forma de cono a 936 m de altitud, y el camino empedrado hoy existente, se hizo para la visita de Felipe II a la fortaleza en 1560 y nos lleva hasta la base del castillo. No se conoce con exactitud el año inicial de su construcción, si bien hay referencias de su uso por Nuño de Lara en 1187 como antiguo Castillo de Dueñas.
En 1201, Alfonso VIII confirmaba a los calatravos la propiedad íntegra del castillo. En 1211 los musulmanes recuperaron el cercano Castillo de Salvatierra, que no volvería al dominio de los cristianos hasta 1226; esto reforzó la importancia estratégica del cerro donde se encontraba el castillo de Dueñas.
Se trata de un complejo recinto compuesto por iglesia, convento, hospedería, puebla y recinto externo, todo fuertemente fortificado.
Entre las curiosidades que acompañan a este castillo, conviene recordar que sirvió como marco para la investidura como Doctor Honoris Causa de Umberto Eco por la Universidad de Castilla-La Mancha en 1997, siendo inevitable recordar el escenario de su novela "El nombre de la rosa". También, en septiembre de 2010, fue uno de los escenarios de rodaje de la película El Capitán Trueno y el Santo Grial.
Como se ha comentado, desde este castillo se divisa perfectamente el cercano Castillo de Salvatierra, fortaleza de origen musulmán situado en el término municipal de Calzada de Calatrava.
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Su origen es una incógnita y aunque las crónicas se refieren a lo acontecido a finales del siglo XI y principios del XII, cuando esta zona era frontera y campo de batalla entre la cristiandad y el islam, la existencia anterior de este castillo pudiera haber obedecido al control de la población bereber manchega, que protagonizó algunos episodios de rebeldía durante los siglos XI y XII y a la confusión y perturbación propias de las épocas taifas. Su carácter es geoestratégico.
Entre ambos castillos discurre la actual carretera CR-504, que será la que en un principio nos acerque hasta Calzada de Calatrava, aunque antes de llegar preferimos girar a la derecha para llegar a la población por algunas de las pistas que la rodean.
Comprendida entre dos cuencas hidrográficas, está circundada por los arroyos del Juncal, arroyo Peñuelas y el arroyo Mora, juntándose estos dos últimos al sureste en el llamado arroyo Sequillo, que vierte sus aguas al río Jabalón.
El 22 de enero de 1895 la reina regente María Cristina de Habsburgo en nombre de su hijo, el rey D. Alfonso XIII concedió el título de ciudad a la hasta entonces villa de La Calzada.
De entre sus monumentos destaca la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. De principios del siglo XVII, en su fundación era la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, convertida en parroquia debido al incendio producido en la Primera Guerra Carlista de la Iglesia Parroquial Nuestra Señora Santa María del Valle, conserva de su fundación el crucero, el resto del edificio es ampliación en 1926.
También es interesante visitar la Ermita del Salvador del Mundo, la Ermita de San Sebastián, el Convento de los Padres Capuchinos o, entre su arquitectura civil, la Casa de la Tercia, la Casa del Mayorazgo de la Cadena o la Casa de los Hore, situada en la Plaza de España.
Por pistas sencillas y rodeados de viñas, llegamos a la cola del Embalse de la Vega del Jabalón, donde junto a su margen izquierdo, muy próximo a la importante Cañada Real de Andalucía, en el corazón de una gran y rica zona arqueológica con vestigios desde la prehistoria pero, fundamentalmente, de época iberoromana, se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de Oreto y Zuqueca.
No se conoce la fecha de inicio de la advocación, pero su ermita data de 1243.
En el año 1519 el Papa León X promulgó una bula, según la cual, por asistir para celebrar culto a la ermita por las festividades de la Virgen María, se consiguen las mismas Indulgencias Plenarias que peregrinando a Jerusalén...
Más pistas rápidas nos acercarán hasta Almagro, punto y final de nuestra ruta de hoy y cuyo casco histórico fue declarado conjunto histórico-artístico en 1972.
Es famosa su Plaza Mayor, originalmente plaza de armas y posteriormente centro de una feria de comercio, de planta rectangular irregular y dos pisos, inspirada en las flamencas.
También es conocida Almagro por su compromiso con las artes escénicas desde que se redescubriera y recuperara en 1954 el que es hoy en día el Corral de Comedias mejor conservado de toda España (Monumento Nacional desde 1955).
Además de los anteriores, el patrimonio de Almagro tanto en lo referente a Museos, arquitectura civil y, especialmente, arquitectura religiosa, es verdaderamente amplio, y bien merece en sí misma, un completo fin de semana de turismo y, como no podía ser de otra manera, gastronomía.
El producto más típico y afamado de Almagro (y de todo el Campo de Calatrava), es la berenjena, que se prepara con un aliño de procedencia árabe y se atraviesa con un palo de hinojo.
Otros platos de la comarca son los duelos y quebrantos, el tiznao y somallao, el asadillo manchego, las gachas y el pisto manchego, así como las judías verdes con el mismo aliño de las berenjenas.
Todo lo anterior sin olvidarnos de las migas manchegas o ruleras, que se elaboran con pan muy duro puesto en remojo dos o más horas, ajos, aceite de oliva, longaniza, tocino y otros ingredientes de cerdo. Se suele mezclar el pan remojado con un poco de harina. En el aceite donde se han frito los ajos y los "tropezones" se echa la masa de pan remojado y escurrido, y a fuego lento se le va dando vueltas con la rasera hasta que quedan hechas (bien desmigadas) y "melosas". Se llaman ruleras porque una vez hechas ruedan por una superficie no muy inclinada, otros dicen que debido a la cantidad de vueltas que hay que darle... en cualquier caso, están... para probarlas.
Y aunque no soy muy de recomendar sitios, en esta ocasión, dentro de los muchos y buenos que se pueden encontrar en Almagro, voy a recomendar el Bar Quijote Gil, en el nº 15 de la misma Plaza Mayor, donde Pablo, su propietario, además de recomendarnos exquisiteces, nos atenderá de maravilla.
Imposible mejorar esta forma de terminar una ruta.
Ante todo, felicidades por el bonito reportaje, pero si me lo permiten, hecho en falta la visita al castillo de Calatrava la Vieja, que fué donde se fundó la Orden de Calatrava, sita en Carrión de Calatrava, curcundando terrenos del Parque Natural de Las Tablas de Daimiel. Un saludo y felicidades por el artículo.