De la paella al turrón y tiro porque me toca
Que tras un duro año de trabajo apetezca tumbarse a tomar el sol en una playa es normal, pero que al tercer día de hacer esto (y eso gracias al socorrido chiringuito), estés un poco harto, también... especialmente si estás leyendo esto y por lo tanto eres aficionado a los viajes y al motor.
Si para completar el circulo, eres el feliz poseedor de algún SUV o TT, lo más normal es que termines buscando en algún mapa que cosas se pueden hacer por la zona, y si esa zona es la del norte de Alicante, descubrirás que igual que nos ocurriera con la ruta que realizamos en la provincia de Valencia, son muchas.
Variada gastronomía, atractivas sierras e historia se reúnen en una ruta que une El Campello con Jijona, un fácil paseo de 21 Km. por carreteras nacionales que nosotros complicamos "un poco más" para disfrutar del día "un mucho más".
Decidimos comenzar nuestra ruta de hoy en El Campello, partida rural de Alicante hasta su segregación de dicho municipio en 1901, en que se constituyó como ayuntamiento propio.
Cuenta con 23 km de costa, destacando la playa de Muchavista (continuación de la playa de San Juan de Alicante), y en su litoral son también muy conocidas la playa de la Calle del Mar, las calas de la Coveta Fumá y las calas de los Baños de la Reina, en la Isleta.
Justo al lado de La Isleta realizamos nuestras primeras fotos, y más concretamente junto a su torre vigía. Las numerosas incursiones de piratas berberiscos, que durante el siglo XVI acosaban continuamente todo el litoral levantino, provocaron la construcción, entre 1554 y 1557, de una torre de vigilancia, que aún en pie, se encuentra en una elevación a la altura del puerto.
Junto al mar, el yacimiento arqueológico de La Isleta, también llamado Illeta dels Banyets. La Isleta dejó de ser isla en 1944 con la construcción de un istmo de tierra por medio de una voladura que destruyó parte del yacimiento.
El lugar presenta indicios de ocupación desde finales del tercer milenio a.C.; fue ocupado de nuevo durante la Edad de Bronce; en el siglo V a.C. fue poblado por miembros de la cultura ibérica hasta el siglo III a.C.; en época romana, sobre las ruinas ibéricas y prehistóricas se alzó una villa agrícola. El último periodo de ocupación de la Isleta es islámico del siglo XI.
Dirección norte siguiendo la línea de costa pasamos por diferentes calas y paramos en la de Coveta Fumá, antes de seguir dirección norte y parar junto a una de esas atracciones que encantarán a los más pequeños de la familia... y a los más mayores también.
Se trata del "Rio Safari Elche", un parque de ocio y animales ubicado entre Elche y Santa Pola, a tan solo cinco kilómetros de la playa. Enclavado en un entorno único, con más de 4.500 palmeras, cuenta en su recinto con cerca de cien especies diferentes de animales; entre ellas destaca una familia de leones blancos, recientemente instalada. En su colección también cuenta con orangutanes de Borneo, jirafas de Angola, chimpancés, leones pardos, tigres de bengala, leones marinos, etc.
El parque está dividido en diferentes áreas: Sabana africana, Cueva de los reptiles, Isla de los chimpancés, Santuario del orangután, Entorno australiano, Reino de los leones, Aviario y Granja Educativa. La entrada a Río Safari Elche incluye el libre recorrido a pie por las instalaciones, una visita guiada en tren y el acceso a tres exhibiciones: leones marinos, guacamayos y ‘Curiozoo’. Durante los meses de verano abre la zona acuática con una piscina y un área para bebés. También tiene un circuito de karts y zona infantil.
Nosotros damos la vuelta aquí para coger la carretera dirección sur, lo que nos permitirá salirnos de esta y empezar a "husmear" por las pistas que salen y suben hacia la montaña a nuestra derecha.
No es fácil encontrar las pistas buenas y algunas de ellas, descubrimos que son solo aptas para TT con buenas ruedas, lo que nos obliga a bajarnos continuamente del coche y avanzar, a veces bastantes metros, para ver si la cosa mejora o empeora y decidir si seguimos por la pista elegida o cambiamos.
La experiencia previa con el Renault Kadjar, nuestra ruta por el interior de la provincia de Valencia, fue más que buena, y demostró una capacidad de tracción fantástica (en esta ocasión lo demostraría de nuevo). Tras varias idas y venidas, encontramos una pista "menos mala" que nos llevaría en la dirección que deseábamos, no sin antes empezar a disfrutar de algunas estupendas vistas de la costa según íbamos ascendiendo metros por la montaña.
Poco después, en la distancia vemos Aigües. Situado a 341 metros de altura, se trata de un verdadero mirador sobre el Mediterráneo, con bosques de pinos altos y frondosos. Desde la pinada, en los días claros, se puede ver la Isla de Tabarca en la línea del horizonte y, cuando empieza el atardecer, se pueden observar tempestades sobre el mar. Es un bosque mediterráneo con senderos y bancos de madera para descansar bajo la sombra.
Casi "sin quererlo", nos vamos introduciendo en las serranías Subbeticas. Los sistemas Béticos son un conjunto de sistemas montañosos que se extienden por el sur de la península ibérica, desde el golfo de Cádiz hasta Alicante y Baleares y se subdividen en las cordilleras Prebética, Subbética y Penibética.
Son un vasto conjunto montañoso (el más importante de los conjuntos de relieve de España), que se alarga más de 600 km desde el estrecho de Gibraltar hasta el cabo de la Nao y que incluso continua por debajo del mar para aparecer en las Islas Baleares.
Llegamos a Aigües por una estrecha carretera y, en esta ocasión, no nos acercamos a ver su castillo, fortificación del siglo XIV de la que quedan muy pocos restos y donde destaca la torre del homenaje; en su lugar buscamos la pista que nos lleva hasta el antiguo Preventorio de Aguas de Busot, un complejo arquitectónico construido en 1816 por el ingeniero y arquitecto Pedro García Faria.
En 1865 empezó la construcción del “Hotel Miramar” y un nuevo balneario aprovechando las aguas termales de la zona, este hotel contaba con un casino, sala de fiesta, iglesia, instalaciones deportivas y zona de juegos para los niños y su esplendor duró hasta 1930.
Dicen que debajo de los sótanos y losas del suelo se puede encontrar todo un entramado de túneles y trincheras que servían de refugio para los altercados de la Guerra Civil y la posguerra, y que además, si se daba con el túnel correspondiente, se podía llegar hasta la localidad vecina de El Campello, a la famosa cova del Llop Marí.
Seguimos por pistas dirección noreste primero, y norte después, en dirección a los embalses de Amadorio y de Relleu (cuya presa data del siglo XVII), a nuestra derecha, teniendo la serranía del Cabezón del Oro a nuestra izquierda.
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Al cruzar la carretera que llega a Relleu (que en valenciano significa "relieve"), dada la accidentada orografía que conforma su término municipal, vamos girando dirección oeste, dejando el pueblo a nuestra derecha e introduciéndonos en la Sierra de la Grana, ofreciéndonos unas buenas vistas del Pico de Els Plans en la distancia.
Finalmente, dirección norte llegaremos a la CV-782 a la altura de Teix de Arriba, donde cogeremos la carretera a la izquierda para dirigirnos hacia Torremanzanas (La Torre de les Maçanes), que ocupa un estrecho y quebrado valle labrado por el llamado río Torremanzanas.
El origen remoto de la localidad radica en un castillo musulmán; una antigua torre almohade (s. XII-XIII) situada en la parte alta de la población, conocida como la Casa alta, da el nombre al municipio y es símbolo de éste. Torremanzanas estuvo dependiendo del Ayuntamiento de Jijona hasta su segregación en 1794, constituyéndose desde entonces en ayuntamiento propio. En 1805, se le otorgó el título de villa.
Son destacables en la población los Yacimientos prehistóricos de Freginal de la Fuente Mayor (Mesolítico), o Silos de La Hoya de Cortés; la Necrópolis del Monte de la Barsella y del Peñón del Comanador; La Hoya de Cortés: masía fortificada en la que se encontraron restos árabes; El Molino de Arriba: restos de un antiguo molino medieval; la Parroquia de Santa Ana: cuyos orígenes se remontan a 1588; la ya nombrada Casa Alta o El Pozo de la Nieve: antiguo y espectacular depósito de nieve, situado a 1160 m. de altitud cuya función era la de aglutinar y conservar el preciado elemento para darle diferentes usos en épocas estivales.
De nuevo por carretera y en dirección sur, cogeremos la CV-780 dirección a Jijona, si bien antes, haremos una parada junto a la Ermita de San Antonio Abad, que comprende iglesia, sacristía y casa de ermitaño y está situada en el entorno de una alta planicie junto a la antigua Venta de San Antonio desde la que se divisa Jijona y un amplio panorama.
Jijona es mundialmente famoso por ser el lugar donde se produce el turrón navideño, tanto la variedad de Jijona como la de Alicante.
El actual emplazamiento de la ciudad se remonta a la época almohade, entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII, siendo el núcleo originario el castillo del que aún quedan las ruinas, fue conquistada a mediados del siglo XIII, y el 28 de abril de 1268 se le concedió el título de villa real y pasó a tener representantes en las Cortes del Reino de Valencia.
En 1337 participó en las Cortes de Valencia convocadas por Pedro IV, rey que se preocupó especialmente de fortificar su castillo en 1338, previendo una invasión musulmana que no se produjo.
En la guerra entre los dos Pedros, cayó en 1364 en manos de Pedro I el Cruel, rey de Castilla, para ser de nuevo reconquistada por Pedro IV el Ceremonioso, quien contó con la ayuda de gentes naturales de Penáguila, Alcoy y Cocentaina, pasando a formar parte de nuevo de la Corona de Aragón.
Durante la Guerra de Sucesión, fue una villa marcadamente proborbónica, por lo que opuso una fuerte resistencia a las tropas del archiduque Carlos, que asediaron Jijona y obligaron a los habitantes a la rendición en el año 1706. Sin embargo, la población que consiguió huir a las montañas realizó una contraofensiva que terminó con la conquista de la plaza en 1707.
Gracias a su lealtad a Felipe V, éste le otorgó a Jijona los títulos de Ciudad y de leal y fidelísima en 1708, así como la concesión de añadir a sus Armas una "Flor de Lis".
De entre los monumentos que merece la pena visitar en Jijona destacan el Castillo de la Torre Grossa, el Convento Franciscano de la Virgen de Orito, la Ermita de Santa Bárbara, la Iglesia de Santa María, la Iglesia de la Virgen de la Asunción o el Museo del Turrón, donde se conservan recuerdos de la familia Sirvent Selfa fundadora de las marcas El Lobo y 1880.
Y ya que hemos llegado hasta aquí (no a Jijona, sino a los placeres del condumio), no estará de más hacer un recorrido por los platos que habrán de satisfacer nuestras tripas después de las largas (aunque placenteras), horas de coche.
No es esta la ocasión para hacer un recorrido completo por la variadísima gastronomía de las tres cocinas de las tres provincias valencianas, que en cualquier caso, giran en torno a tres preparaciones: all i pebre de anguilas, gazpachos y arroces cocidos, pero sí de nombrar algunos platos que no deberemos dejar de probar.
Hay un dicho que dice que "el arroz, en Valencia crece y en Alicante se cuece", y si bien no seré yo el que le ponga la más mínima pega a las paellas valencianas, no puedo negar mi debilidad por los arroces "a banda" o "con costra", típicos de la costa alicantina.
Entre las olletas de arroz (olletes d'arròs), tan populares en la cocina alicantina, se encuentra la olleta de Alcoy (guiso a base de alubias, con pencas, carne de cerdo y morcilla).
La carne de conejo se suele servir sobre unas tortas, que forman parte de los gazpachos alicantinos y la cocina marinera posee algunos guisos de pescado muy tradicionales dentro de la provincia. Algunos de ellos son el caldero de Tabarca, el all i pebre de rape, la borreta, el bollitori, el bacalao meneao, el pescado a la marinera o el esmorzaret alacantí, a base de sardina en salazón, huevo frito y ñora.
El producto de repostería que identifica a la provincia es el turrón, del que existen las variedades de turrón de Alicante (de almendras enteras) y de Jijona (con la almendra picada). Los frutos secos son abundantes y esto se ve reflejado en preparaciones como las peladillas y las almendras garrapiñadas.
La provincia posee una larga tradición en la producción de chocolate, estando en Villajoyosa la industria Chocolates Valor, que abastece al resto de España...
Si, está claro que de El Campello a Xixona se puede ir tranquilamente por los 21 Km. de carretera nacional que les separan, nosotros solo te ofrecemos la posibilidad de hacerlo a lo largo de 89 Km. de pistas, carreteras intransitadas, pequeños pueblos y grandes paisajes. No preguntes por qué, pero lo cierto es que después, el arroz a banda, la cata de turrón y la copita de burret (café licor), nos supieron más a gloria que nunca... cosas del 4x4.
La paella, así quedo el riunolt tras la aventura?. No esperaba tanto.