Iniciamos con este artículo una serie de propuestas de rutas aptas para vehículos SUV y 4x4 por diferentes parajes de interés de la geografía española. Una vez al mes os ofreceremos una ruta que permitirá descubrir algunas de las más bellas y desconocidas comarcas de nuestras diferentes comunidades autónomas.
Por la campiña segoviana
La comarca de la Campiña Segoviana se sitúa en el centro oeste de la provincia de Segovia (comunidad autónoma de Castilla y León). Su centro geográfico está situado en Santa María La Real de Nieva y es una zona integrada por 51 municipios, muy próxima a ciudades como Madrid (65 km), Segovia (15 km), Ávila (62 km) y Valladolid (60 km).
Si bien se caracteriza por un paisaje de campiña, con amplias llanuras, nos sorprenderá con zonas de monte bajo, extensos pinares y bosques de encinas y fresnos, y las lagunas y humedales que podremos encontrar en muchos de sus pueblos.
Comenzamos esta ruta desde el interior de Villacastín, un lugar estratégico que une Segovia, Ávila y Madrid a través de las carreteras N-VI (Madrid-La Coruña), AP-6 (Villalba-Adanero), AP-51 (Villacastín-Ávila) y N-110 (Soria-Plasencia).
Nuestra primera foto la haremos, con el coche aún inmaculadamente limpio, junto a la fachada del Mesón La Serrana, en la calle de Los Caballeros, que luce sobre su puerta el blasón de la familia La Torre, de la Orden de Santiago.
Continuamos visitando la Iglesia de San Sebastián, de estilo herreriano que recuerda la obra de El Escorial. Generalmente se viene atribuyendo esta obra a fray Antonio de Villacastín, sin embargo por una simple constatación de fechas no es factible tal autoría, por cuanto el monje arquitecto de la orden Jerónima, contaba con dieciséis años de edad en 1529, que es cuando se inicia la construcción de la "Catedral de la Sierra" como le gustaba llamarla al Marqués de Lozoya.
Finalmente y antes de dar comienzo a nuestra ruta, un café en alguno de los bares de la plaza y el registro de nuestro paso por la Casa Consistorial, con soportales castellanos, que es la sede del Ayuntamiento desde 1575.
Salimos de Villacastín cogiendo una pista que nace en la misma vía de servicio de la autovía apuntando hacia el norte, hacia Muñopedro, pasamos por el cartel de “Pista Forestal, firme en mal estado”, aunque realmente ésta es bastante buena, recta y transcurre entre un bosque de pinos que se ocupa de empezar a aislarnos de nuestra realidad urbanita.
Alcanzamos un paso canadiense, que cruzamos y seguimos recto para, posteriormente, girar a la izquierda siguiendo siempre la pista principal y ya, a poco más de 2 Km. para llegar a Muñopedro, coger en una bifurcación la pista a la derecha que nos depositará en el pueblo.
Tras llegar a Muñopedro, una breve parada para fotografiar su iglesia, de San Miguel Arcángel, y cogemos la carretera SG-322 en dirección a Marugán, aunque al llegar al Caserío de Parraces cogeremos la pista que sale a la izquierda de la carretera, cruzaremos el paso canadiense que nos encontraremos, y poco más adelante, cogeremos la pista de la derecha, que al principio con una verja a nuestra derecha y posteriormente entre amplios y llanos campos nos llevará hasta Sangarcía.
Antes de llegar nos encontraremos con la Ermita de San Roque, que pararemos a fotografiar junto al paseo de cruces que hasta ella llega desde el pueblo, después haremos parada ante la iglesia parroquial, edificio barroco de finales del siglo XVII dedicado a San Bartolomé.
De Sangarcía saldremos por la parte noreste del pueblo, por una pista arbolada a nuestra izquierda y en dirección a Marazuela. Extensos campos arados nos rodearán haciéndonos sentir en medio de la nada hasta que llegamos a Marazuela, donde visitaremos su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción con su retablo mayor de estilo barroco.
Salimos de Marazuela por la SG-P-3111 en dirección noreste y al llegar al cruce de la SG-V-3142 cogeremos la pista de tierra a la izquierda, en dirección a Paradinas y Aragoneses, donde pararemos ante su iglesia, de estilo plateresco y construida sobre los restos de una antigua iglesia de arquitectura popular realizada con elementos de tradición musulmana como mampostería y ladrillo.
Salimos de Aragoneses hacia el norte por la SGV-3223 y menos de 1 Km. después, cogemos la pista de tierra que sale a nuestra izquierda enfocando hacia Santa María la Real de Nieva, de la que vamos capturando imágenes desde la distancia según nos vamos acercando.
La villa de Santa María la Real de Nieva fue fundada en 1395 por el rey Enrique III, por intercesión de su esposa Catalina de Lancaster. Su fundación se debió a que tres años antes se había encontrado enterrada una talla de María en la colina donde actualmente se emplaza el pueblo, posiblemente escondida allí durante la invasión musulmana. Este hecho fue considerado milagroso y se decidió crear un santuario en el lugar y un pueblo a su alrededor. Para potenciar el poblamiento se la declaró villa exenta, por lo cual sus habitantes no tendrían que pagar impuestos ni ser reclutados en los ejércitos. Los privilegios fueron concedidos en parte en la fundación y ampliados posteriormente en 1407, siendo regente Catalina de Lancaster. Estas exenciones fiscales sirvieron para que se establecieran allí fábricas de paños, cerámica y trillos.
Su principal edificación es la Iglesia Monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña, conjunto monumental de estilo gótico, construido a finales del siglo XIV y la primera mitad del siglo XV, cuya historia, características, vicisitudes y anecdotario, merecerían por si mismos un artículo propio y cuya visita, en cualquier caso, es muy recomendable.
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Salimos de Santa María la Real, por la carretera (enseguida pista), que “apunta” hacia Miguel Ibáñez, donde antes de llegar al pueblo, giraremos a la izquierda cogiendo unos metros de asfalto de la SG-V-3412, para seguir recto en la primera curva en la que la carretera gira hacia la izquierda y enfilar nuestra proa en dirección a Domingo García, saliendo después a la carretera SG-V-3411 para, unos cientos de metros después girar a la izquierda en la SG-V-3114 en dirección a Domingo García y unos metros después, volver a girar a la izquierda hacia el Conjunto de Arte Rupestre de Domingo García.
La estación de arte rupestre al aire libre de Domingo García es un conjunto de grabados petroglifos que abarcan desde el Paleolítico Superior hasta la Edad Contemporánea. Los petroglifos son diseños simbólicos grabados en rocas, realizados desgastando su capa superficial.
Junto a las rocas grabadas se encuentran las ruinas de la ermita de San Isidro, ubicadas en el cerro que da nombre, y las sepulturas antropomorfas cavadas en la piedra que se encuentran en sus inmediaciones.
De vuelta sobre nuestros pasos al llegar de nuevo al cruce de la SG-V-3411, seguimos recto por la pista de tierra que encontramos enfrente para, unos 600 mts después, girar a la izquierda en un cruce de pistas y llegar a la SG-V-3311 que nos llevará hasta Bernardos, población que atravesaremos y de la que saldremos por la SG-V-3411 hasta llegar a una bifurcación de carreteras, en la que nosotros cogeremos la de la derecha, la SG-V-3321 conocida como la carretera de Carbonero el Mayor a Bernardos.
Por esta carretera abandonamos los campos sembrados y la encina se hace dueña del paisaje. A mitad de camino y cuando la carretera gira hacia la derecha en dirección sur, nosotros giraremos al norte por la pista de tierra que sale a nuestra izquierda metiéndonos en un bosque que nos llevará a realizar un vadeo para poder pasar a la otra parte del río.
Es en esta parte de la ruta donde nos encontraremos los terrenos más difíciles, y tras un nuevo paso canadiense, la pista, básicamente buena, empieza a mostrarnos profundos charcos y algunas zonas embarradas con roderas de cierta entidad que hacen trabajar el sistema de tracción del RAV4.
Llevamos kilómetros cerca de la ribera del río y la vegetación es frondosa, circulando continuamente por pistas entre bosques que invitan a parar, respirar y fotografiar el paisaje una y otra vez.
Al llegar a Mudrián por el sur, y tras atravesar el pueblo lo abandonamos por el noroeste. Al final de la Calle del Duque VI nos encontramos con tres pistas, cogiendo la de la derecha para enfilar hacia Samboal, al que de nuevo entre bosques, llegaremos sin abandonar la pista principal y nos detendremos en su interior para ver la Iglesia de San Baudilio, declarada Bien de Interés Cultural y uno de los exponentes de la arquitectura mudéjar en la provincia de Segovia.
Salimos de Samboal por alguna de las pistas que van hacia el este, para antes de llegar al río, que no hay que cruzar, girar hacia el norte en dirección a Fresneda de Cuellar y admirar su iglesia, dedicada a Nuestra Señora de la Visitación. Se trata de un edificio construido en gran parte en mampostería, en el que se aprecian remodelaciones de época moderna.
Al oeste del pueblo sale la pista que nos conducirá hasta Remondo, nuestra última parada antes de llegar a Cuellar donde pararemos ante la Iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, edificio barroco construido en ladrillo y que se adorna con una imponente espadaña.
De Remondo podremos salir por cualquiera de las tres pistas que salen del pueblo hacia el norte. Las dos de la derecha nos llevarán hasta la SG-334, que cogeremos a la izquierda, nosotros seguimos por la de la izquierda, una larga recta que finalmente nos llevaría también a la SG-334 pero ya casi a la altura de la CL-112, que cogeremos hacia la derecha durante menos de un Km. para volvernos a salir hacia la derecha y coger una larga y buena pista que nos llevará hasta la SG-V-3331, la cual cruzaremos siguiendo por pista para, finalmente llegar a la SG-342 que cogeremos a la izquierda y que nos trasladará hasta la Villa Medieval de Cuellar, destino final de nuestra ruta de hoy.
Debido a su carácter de villa medieval, fue declarada conjunto histórico, y posee un amplio patrimonio en el que destaca su castillo medieval, su triple recinto amurallado, uno de los más importantes y mejor conservados de la comunidad autónoma, el conjunto de arquitectura mudéjar más amplio de la misma y diversidad de iglesias, monasterios y otros edificios históricos.
Son las tres de la tarde y Cuellar puede ser uno de los mejores sitios para degustar algunos de los numerosos platos que ofrece la Comunidad de Castilla y León, en especial su plato estrella, el cordero lechal asado al estilo castellano en horno de leña, como continuación de una buena sopa castellana y regados ambos con un buen vino, que dada su situación geográfica, sin duda podría ser un Ribera de Duero.
Pistas de muy diferente tipo, variedad de paisajes, arquitectura, naturaleza y el placer de sacarle a nuestro SUV más partido del que habitualmente le sacamos en el uso diario completan una jornada única, ideal para realizar en familia y/o en compañía de otros amigos con coches similares que nos hará saborear aún más el placer de haber elegido nuestro coche.
Soy de la zona y los caminos están muy bien mantenidos aunque en época de lluvia los tractores los fastidian un poco. Efectivamente con una C-15 puedes circular con normalidad sin sobresaltos ni dificultades. Os habéis perdido el gran contenido cultural de la Villa de Martín Muñoz de las Posadas. Estabais al lado. Y no hace falta vadear ríos (puesto que está penado por ley). En Martín Muñoz hay un puente de estilo románico mudejar que cruza el Voltoya y realizar rutas rurales excelentes como la que habéis realizado. Gracias por mostrar la campiña segoviana.