Muchos padres o adultos responsables de un menor recurren al mercado de segunda mano para comprar una silla de coche, un elemento de gran importancia para la seguridad en los viajes de los menores pero, ¿son realmente seguras? La Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVi) ha realizado un estudio científico sometiendo varias unidades de sistemas de retención infantil (SRI) a pruebas dinámicas y el resultado es que 9 de cada 10 sillas infantiles compradas en el mercado de segunda mano no pasarían hoy las pruebas dinámicas con las que fueron aprobadas en su día para cumplir el Reglamento Europeo de seguridad.
Para llevar a cabo este estudio, AESVi, el mayor foro de expertos en seguridad vial infantil en España, ha comprado de forma aleatoria en una plataforma online diez sillas de los grupos 0, 0+ y 1 (desde el nacimiento a los 105 centímetros de altura) procedentes de distintas zonas de España.
Tras recibir las sillas, el laboratorio oficial Applus y el centro de homologaciones Idiada se encargaron de realizar el análisis dinámico de los SRI sometiéndolos a pruebas de choque según el Reglamento Europeo ECE R44 con el cual fueron homologadas en su momento. El objetivo será comprobar si cumplirían hoy los mínimos criterios de seguridad exigidos. Para ello las sillas recibieron un choque frontal a 50 km/h con el dummy de mayor peso admitido para cada silla.
Sillas de coche usadas: conclusiones
De estas pruebas dinámicas se han obtenido preocupantes conclusiones:
•- Nueve de los diez SRI comprados en el mercado de segunda mano no cumplen hoy el Reglamento Europeo de Seguridad según la norma ECE R44, por tanto no cumplirían su función de protección dentro de los límites legales exigibles.
•- El 100% de los SRI presentaron algún tipo de deterioro o deficiencia y el 80% de las sillas presentaron pérdidas de material de absorción.
•- Sillas muy deterioradas en todos los SRI analizados: gran pérdida de las propiedades de absorción de materiales como el EPP o PE expandido y en los acolchados de los tapizados. Los expertos de AESVi aseguran que este deterioro puede causar pérdida de eficacia de los materiales y, por tanto, comprometer gravemente la seguridad del niño.
•- Son sillas con materiales envejecidos o incluso ausentes por el uso o un mal cuidado, por la variedad del clima o por un almacenamiento incorrecto. Los expertos detectaron falta de partes del material en componentes esenciales. Estas circunstancias pueden provocar un mal comportamiento del SRI al disminuir la eficacia de retención y una menor capacidad de absorción de energía en caso de impacto.
•- El 70% de los SRI tuvieron desplazamientos superiores a los límites establecidos por el reglamento: con graves disfunciones como la expulsión automática del dummy (muñeco de pruebas) de uno de los SRI analizados debido a la rotura del sistema de conexión entre el chasis y la carcasa del sistema de retención.
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•- La falta de instrucciones, etiquetas y deterioro en el marcaje de la silla dificulta y puede provocar errores gravísimos tanto en la instalación de la silla como en la sujeción del niño en ella.
AESVi pide prohibir la compraventa de SRI usados
Los malos resultados obtenidos en este estudio científico de sillas de coche de segunda mano lleva a la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil a pedir de forma urgente a la administración que prohíba la compraventa de estos SRI usados “por el alto riesgo que supone confiar en un SRI cuyas funciones elementales puedan verse reducidas alarmantemente con el consecuente peligro que esto supone para la seguridad vial infantil”.
Según explican, el problema de los accidentes no es la velocidad, sino la rapidez en la pérdida de dicha velocidad ya que para decelerar necesitamos que actúen fuerzas sobre nosotros y es en este momento donde los sistemas de retención -cinturón de seguridad o SRI- cumplen su función para que evitar que adultos o niños salgan despedidos.
Desde AESVi proponen planes de reciclaje para estos SRI usados y así en lugar de desecharlos poder reutilizar parte de los materiales, algo que ayudaría a mejorar el medioambiente. También desde la Alianza siguen reclamando la reducción del IVA en las sillas de coche, actualmente grabadas con el 21%, porque son productos esenciales para la seguridad en los trayectos en coche de los más pequeños y no productos de lujo. De hecho, su uso es obligatorio hasta que el niño supere los 1,35 metros de altura.
El problema llega cuando vamos a comprar un SRI nuevo, correctamente homologado, y el precio no es accesible para todo el mundo. Son muchas familias que recurren al mercado de segunda mano para ahorrar unos euros sin saber que podrían no funcionar adecuadamente en caso de accidente poniendo en riesgo la vida o salud de un menor. Los datos de un informe de SFERA Media Group sobre la venta de sillas de auto 2018-2019 indicaban que el 33,2% de las sillas compradas en España no eran nuevas.
“La compraventa de productos usados como el SRI, de gran importancia para la seguridad se realiza en plataformas online sin control oficial, sin asesoramiento profesional y sin garantía sobre el producto”, alertan desde AESVi.
Un artículo veraz, totalmente acertado y muy bien redactado. Un diez para Sara Soria y un cero para los dos últimos comentarios que parecen sacados de una taberna perdida es oscuros arrabales.