No cabe duda de que la seguridad vial y la experiencia de conducción han registrado un avance significativo desde que los vehículos empezaron a integrar de serie los primeros sistemas de asistencia al conductor, conocidos también como ADAS por sus siglas en inglés (Advanced Driver Assistance Systems).
Estos sistemas son como una especie de “ojos que todo lo ven”, y se encargan de mantener controlado lo que ocurre alrededor del coche. Recogen esa información a través de una serie de sensores y radares, como el sofisticado LiDAR, y, después, actúan en consecuencia, guiando al conductor a tomar decisiones que favorezcan la seguridad al volante, tanto de los ocupantes del vehículo como la de los otros usuarios de la vía.
Hoy en día, la normativa obliga a que los vehículos de nueva matriculación en la Unión Europea equipen de serie un paquete de sistemas de asistencia y ayuda al conductor (ADAS), con el objetivo de salvar 25.000 vidas y evitar 140.000 lesiones graves de aquí a 2038. Dicho paquete incluye los siguientes asistentes:
Frenada automática de emergencia
Sistema de mantenimiento de carril
Detección de marcha atrás
Asistente inteligente de velocidad
Sistema de detección de fatiga y atención
Avisador de cinturón de seguridad en plazas traseras
Sistema de detección de señales
Control de crucero adaptativo
Event data recorder o EDR
Preinstalación del Alcolock
Los estudios apoyan que lograr esas cifras es viable, gracias a la contribución de los ADAS en la prevención de hasta el 40% de los siniestros, con todo lo que eso conlleva. “Nuestros vehículos cada vez son más inteligentes y seguros, un pilar esencial en la configuración del sistema seguro de la movilidad, pero es imprescindible también la formación de conductores cada vez más capaces”, explicaba recientemente Juan José Arriola, el jefe provincial de la DGT en Guadalajara.
Por ello mismo, no basta solo con que los ADAS existan y estén presentes, sino que, dado que requieren una nueva forma de conducir y de interactuar con el vehículo, es necesario que todo el mundo sepa cómo utilizarlos correctamente y su función.
En el caso de KIA, por ejemplo, crearon en 2016 una submarca llamada DRiVE WISE, encargada del desarrollo de sistemas inteligentes de seguridad y su aplicación en los nuevos lanzamientos de la marca y, tras años de estudio, ha determinado cuáles son las claves para sacarles el máximo partido.
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Cómo utilizar correctamente los ADAS o asistentes de ayuda a la conducción
Si bien los sistemas de asistencia a la conducción velan por nuestra seguridad al volante y son obligatorios, hay que tener bien presente cómo actúan y de qué manera debemos interactuar con ellos:
Asisten, no reemplazan
Tener en consideración que, como su propio nombre indica, son asistentes, están diseñados para ayudar al conductor, pero no para reemplazarle. Por tanto, es importante en todo momento saber que, si bien contamos con un respaldo, en ninguna circunstancia hay que desatender la conducción. Por lo general, alertan de un peligro y ofrecen herramientas para evitarlo.
Conoce cómo funcionan
Aunque hay una serie de asistentes de conducción obligatorios, los fabricantes a menudo van más allá de la norma y ofrecen algunas ADAS adicionales; es importante no solo conocer cuáles equipa nuestro vehículo, sino también cómo funcionan. Al principio pueden llegar a resultar intrusivos, pero es más bien una cuestión de acostumbrarse a ellos en diferentes condiciones de circulación, para evitar que puedan asustarnos y, por tanto, perder eficacia.
No desactives: configúralos al gusto
Si piensas que no los necesitas, recuerda que son un respaldo importante y pueden salvarnos la vida ante un momento de despiste, cansancio, imprudencia o imprevisto. Lo bueno de los asistentes de conducción es que ofrecen la posibilidad de ajustarlos a nuestro gusto, regulando su intensidad e intromisión, a menudo a través de las pantallas del sistema de infoentretenimiento, por lo que será más fácil irse familiarizando y, por tanto, convivir con ellos.