Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Volkswagen ha sido sinónimo de movilidad accesible y versátil. La casa de Wolfsburgo ha tenido varios modelos de los que podemos llamar "icónicos", a saber el VW Golf, el Polo, el Beetle y sin duda, el Transporter. Este último será el objeto de deseo de este reportaje, un modelo que sirve para un roto y para un descosido, para un hippie como para un currante nato. Un modelo que tiene 70 años de evolución y que ha pasado de ser un modelo humilde pero resistente a adaptar las nuevas tecnologías y procesos de fabricación más exigentes que requiere el mercado actual.
Hoy nos vamos por un viaje al pasado que comienza en 1946 con la icónica VW T1 "Bulli", ese vehículo que rápidamente capturó la imaginación del público. Para recorrer la historia a lo largo de los años de la familia Transporter. Este vehículo que ha evolucionado en respuesta a las demandas de nuevas generaciones, culminando en la electrificante ID.Buzz, que inicia un nuevo capítulo para VW en la movilidad sostenible y conectada. Sin más que añadir, empezamos.
Volkswagen T1 (1946-1967): nace la Leyenda
La VW T1, también conocida como "Bulli", surgió de un simple esbozo hecho por Ben Pon, un empresario holandés que fue piloto de F1, en 1947. Inspirado por un vehículo de transporte interno en la fábrica de Volkswagen, Pon diseñó un vehículo utilitario con el conductor en la parte delantera y una capacidad de carga de 750 kg. El diseño aerodinámico se mejoró en un túnel de viento, logrando un coeficiente de 0,44, notablemente bajo para la época. Su aspecto robusto y simpático, con líneas sencillas y una gran versatilidad, lo convirtieron rápidamente en un icono.
La T1 estaba equipada con un motor bóxer de cuatro cilindros refrigerado por aire, derivado del Volkswagen Beetle. Inicialmente, tenía una cilindrada de 1.131 cm³ que generaba 24,5 CV, suficiente para mover este vehículo a velocidades modestas. Con el tiempo, el motor evolucionó, aumentando su potencia hasta los 52 CV en versiones posteriores, lo que permitió mejorar sus capacidades de carga y su utilidad general.
La producción de la T1 comenzó en 1950 y rápidamente se convirtió en un éxito mundial. A lo largo de su historia, la T1 se diversificó en varias versiones, incluyendo furgonetas, microbuses y versiones camper. Este modelo fue fundamental en la cultura de los años 60, asociado con la contracultura y los movimientos hippies, especialmente en Estados Unidos. La producción de la T1 continuó en Brasil hasta 1975, lo que prolongó su legado durante más de dos décadas extra.
Volkswagen T2 (1967-1979): evolución natural
El VW T2 mantuvo la esencia del T1 pero con mejoras significativas en el diseño y la funcionalidad. El parabrisas dividido fue reemplazado por uno de una sola pieza, mejorando la visibilidad. El T2 también era más grande, lo que permitía un interior más espacioso y diversas configuraciones de asientos y carga.
El T2 continuó utilizando motores bóxer de cuatro cilindros, con versiones iniciales que ofrecían 47 CV. A lo largo de su producción, el T2 recibió mejoras que incluyeron motores de mayor cilindrada y versiones con motores refrigerados por agua en sus últimos años de producción en Brasil. El T2 se lanzó en 1967 y rápidamente se convirtió en un éxito, especialmente en América del Sur, donde la producción continuó hasta 2013. Este modelo es recordado por su durabilidad y por haber sido adaptado a una multitud de usos, desde ambulancias hasta vehículos de camping. Su longevidad en Brasil es testimonio de su robustez y popularidad.
Volkswagen T3 (1979-1992): el modelo más longevo
La generación T3 marcó el punto de inflexión en la evolución del Transporter, introduciendo un diseño más robusto y angular que se alejaba de las formas redondeadas de sus predecesores. Esta tercera generación del Transporter presentaba una carrocería más amplia y un interior considerablemente más espacioso, lo que permitía una mayor versatilidad en su configuración. La T3 era notablemente más ancha y tenía un techo más alto, lo que mejoraba la habitabilidad y la capacidad de carga.
Además, la T3 fue la última en mantener la configuración clásica de motor trasero, un elemento distintivo de las primeras generaciones del Transporter. La distancia entre ejes y el ancho de vía se incrementaron, lo que mejoró la estabilidad y la maniobrabilidad, haciendo que la T3 fuera más fácil de manejar tanto en ciudad como en carretera.
La T3 fue la primera generación en ofrecer una amplia gama de opciones de motorización, incluyendo versiones tanto de gasolina como diésel. Inicialmente, la T3 utilizó motores bóxer de cuatro cilindros refrigerados por aire, similares a los de sus predecesores. Sin embargo, la gran innovación vino con la introducción de motores bóxer refrigerados por agua en 1983, lo que mejoró significativamente el rendimiento y la fiabilidad. Entre las opciones de motores, la T3 también introdujo por primera vez un motor diésel, una decisión que respondería a las crecientes demandas de eficiencia de combustible.
Este motor diésel de cuatro cilindros ofrecía un rendimiento modesto pero efectivo para un vehículo diseñado principalmente para la carga y el transporte. Más tarde, se introdujeron versiones con turbodiésel, aumentando la potencia y haciéndola más competitiva en el mercado.
La T3, también conocida como Vanagon en América del Norte, se produjo desde 1979 hasta 1992 en Europa, aunque su fabricación continuó hasta 2002 en Sudáfrica, lo que la convierte en el modelo más longevo de la familia Transporter. La T3 tuvo un comienzo difícil debido a las críticas sobre su rendimiento en comparación con su predecesora, la T2. Sin embargo, las mejoras en el motor y la introducción de versiones más potentes y eficientes ayudaron a consolidar su éxito a lo largo de los años.
Este modelo se utilizó en una amplia variedad de aplicaciones, desde vehículos comerciales hasta campers, y fue particularmente querido en Europa y Sudáfrica. La T3 también fue adoptada por el ejército estadounidense en Alemania como vehículo administrativo, lo que refleja su durabilidad y fiabilidad en diversas condiciones. En 1985, Volkswagen introdujo la versión "Syncro", una nueva gama con tracción integral, que mejoró las capacidades todoterreno de la T3.
Esta versión fue especialmente popular entre los entusiastas del camping y las expediciones, debido a su capacidad para enfrentarse a terrenos difíciles. El sistema de acoplamiento viscoso del Syncro distribuía la tracción entre los ejes delantero y trasero según fuera necesario, lo que mejoraba la estabilidad y el control en condiciones adversas. Además, la T3 fue el vehículo de base para algunas de las conversiones camper más icónicas de la época, como la Westfalia, que incluía características como un techo elevable, cocina y camas integradas, transformando la T3 en un hogar sobre ruedas.
No nos olvidamos en este punto de una de las curiosidades más notables de la T3: la edición limitada Porsche B32, equipada con un motor de 3.2 litros derivado del Porsche 911. Este modelo exclusivo fue desarrollado por Porsche para apoyar su equipo de rally en el París-Dakar y se considera una de las versiones más raras y potentes de la T3. Otra rareza fue el motor Oettinger WBX6, un seis cilindros desarrollado por el especialista en tuning Oettinger. Este motor, basado en el diseño del Wasserboxer original, ofrecía una potencia de hasta 180 CV, haciendo de la T3 un vehículo sorprendentemente rápido para su tamaño y categoría.
Volkswagen T4 (1990-2003): la vida moderna
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Con la T4, Volkswagen abandonó el motor trasero y adoptó un diseño con motor delantero y tracción delantera. Este cambio permitió una mayor flexibilidad en el diseño del chasis, lo que resultó en una variedad de configuraciones, desde furgonetas hasta minibuses y vehículos de camping. La T4 introdujo una gama de motores más modernos, incluyendo opciones de gasolina y diésel, con potencias que iban desde los 61 CV hasta los 204 CV en las versiones más avanzadas. La refrigeración por agua y la tracción delantera marcaron un cambio significativo en el rendimiento y la maniobrabilidad del vehículo.
La T4 fue un éxito en Europa y América del Norte, donde se comercializó como Eurovan. Este modelo representó un gran paso hacia la modernidad, con una producción que duró hasta 2003 y que sentó las bases para futuras generaciones.
Volkswagen T5 (2003-2014): más refinada, más versátil
La generación T5 continuó la evolución del diseño iniciado por la T4, pero con mejoras en la aerodinámica y un interior más lujoso. Las versiones Caravelle y Multivan ofrecían configuraciones de asientos multifuncionales, y el modelo California se convirtió en un referente en el mundo del camping.
El T5 ofreció una amplia gama de motores, desde unidades diésel eficientes hasta potentes motores de gasolina. La introducción del cambio automático DSG y la tracción integral 4Motion mejoraron la experiencia de conducción, ofreciendo un rendimiento más suave y adaptable.
La T5 fue un éxito tanto en Europa como en otros mercados. Su versatilidad la hizo popular entre familias, empresas y entusiastas del camping. La producción continuó hasta 2014, cuando fue reemplazada por la T6.
Volkswagen T6/T6.1 (2015-2022): la evolución sigue
El T6 fue presentado en 2015 y rápidamente se estableció como el sucesor natural del T5, con una aceptación más amplia tanto en el mercado europeo como en otros mercados globales. Este modelo continuó la tradición del Transporter siendo una opción versátil y confiable para una amplia gama de usos, desde vehículos comerciales hasta familiares y campers. La gama se diversificó con versiones como la Caravelle, orientada al transporte de pasajeros con mayor confort, y la Multivan, que ofrecía configuraciones de asientos flexibles ideales para familias y viajeros. En 2020, Volkswagen introdujo el T6.1, un restyling profundo que mejoró el diseño exterior e incluyó avances en tecnología y seguridad.
Este modelo se benefició de una serie de sistemas de asistencia al conductor que no estaban disponibles en versiones anteriores, como el Lane Assist, , Park Assist y un sistema de frenado autónomo de emergencia, que incrementaron notablemente la seguridad tanto en ciudad como en carretera. El T6.1 también fue pionero en integrar capacidades de conectividad avanzada, con opciones para la integración completa con smartphones mediante Apple CarPlay y Android Auto, además de la posibilidad de acceder a servicios en línea como la información del tráfico en tiempo real y el estado del vehículo a través de la aplicación móvil de Volkswagen. Estas mejoras hicieron del T6.1 un vehículo no sólo práctico, sino también conectado y listo que abrió el camino para las dos siguientes generaciones del Transporter.
En términos de motorización, el T6 continuó ofreciendo una amplia gama de opciones tanto en gasolina como en diésel, todas diseñadas para cumplir con las normativas de emisiones Euro 6. Los motores diésel TDI de 2.0 litros, que eran el núcleo de la gama, fueron optimizados para ofrecer una mayor eficiencia y menores emisiones, sin sacrificar el rendimiento. Estos motores estaban disponibles en varias potencias, que iban desde los 84 CV en las versiones básicas hasta los 204 CV en las versiones más avanzadas con doble turboalimentación (BiTDI).
El T6.1 trajo consigo una innovación significativa en cuanto a la sostenibilidad con la introducción de la tecnología SCR (Reducción Catalítica Selectiva), que utilizaba AdBlue para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno, una de las principales fuentes de contaminación en motores diésel. Además de los motores diésel, Volkswagen también lanzó una versión completamente eléctrica, el e-Transporter ABT, desarrollada en colaboración con ABT, el especialista en conversiones de vehículos térmicos a eléctricos. Este modelo ofrecía una potencia de 113 CV y una autonomía de hasta 120 kilómetros según el ciclo WLTP.
Volkswagen T7 e ID.BUZZ (2021-presente): la era eléctrica
Y aquí lo mismo, pero de la ID.BUZZ y por su puesto de su versión Cargo
La T7 supuso el cambio radical respecto a sus predecesores, con un diseño inspirado en los monovolúmenes japoneses y una aerodinámica mejorada. Los interiores han sido completamente renovados, ofreciendo un espacio más flexible y cómodo con configuraciones de asientos individuales. La T7 introduce motores híbridos enchufables junto con opciones de gasolina, reflejando la transición hacia una movilidad más ecológica. La versión híbrida enchufable combina un motor de gasolina con uno eléctrico, ofreciendo hasta 218 CV y una autonomía eléctrica de hasta 50 km.
Por su parte, El ID.Buzz rinde homenaje a los modelos clásicos de Volkswagen, pero con un diseño moderno y futurista. Su aspecto amigable y su iluminación inteligente crean una presencia única en la carretera tan característica de los modelos actuales de VW. El interior es espacioso y está diseñado para maximizar el confort y la funcionalidad, utilizando materiales sostenibles y libres de cuero. Como parte de la familia ID., el ID.Buzz es completamente eléctrico, ofreciendo una movilidad libre de emisiones. Su motor eléctrico de 204 CV proporciona una conducción suave y silenciosa, con una autonomía suficiente para viajes interurbanos, si quieres saber como se comporta en un viaje largo, puedes ver nuestra prueba en vídeo como alternativa a la prueba escrita.
Desde la VW T1, que marcó el inicio de una era con su diseño icónico y su enfoque en la movilidad versátil, pasando por la T3, que consolidó a Volkswagen como un líder en vehículos multifuncionales, la historia de la serie Transporter ha sido una consecución de hitos de innovación y adaptación. La T1 se ganó su lugar en el corazón de una generación por su simplicidad y durabilidad, mientras que la T3, con su diseño más robusto y su capacidad para adaptarse a una multitud de usos, se convirtió en un símbolo de versatilidad. No nos olvidamos de los modelos pares ni de los modelos más recientes, ni mucho menos, ya que la historia de 70 años del Transporter no se entiende sin todas sus versiones recopiladas en este reportaje.
Aunque el futuro está marcado por la transición hacia vehículos eléctricos, está meridianamente claro que la esencia de la serie Transporter—practicidad, fiabilidad y un diseño que conecta con las emociones—sigue siendo el pilar fundamental. Así, Volkswagen continúa su viaje, adaptándose a las nuevas demandas, pero sin perder de vista el legado que comenzó con la T1, que se fortaleció con la T3 y que evolucionó con la T6. Veremos cuál será la novena generación, pero eso os lo contaremos en unos años.
Os habla un fanático de la marca VW que, en su joventud, con los Golf GTI/TDI era la envídia del resto del grupo de amigos por el comportamiento y fiabilidad de dichos modelos respecto a la competencia del momento. Ex-propietario de una T6 con motor TDI 140 cv que funcionó a la maravilla. Y, a partir de aquí, cuando entran en su maxima exigencia las normativas Eurocap, es cuando VW empieza a hacer aguas con sus motores diesel, problemas con el sistema Adblue, EGR, volkswagengate. Ahora mismo tengo una T 6.1 204 cv. DSG 4motion y, es un sin fin de problemas. Y, no fué precisamente barata para nada, con lo que, las expectativas eran mucho más altas que las 7 veces que nos ha dejado tirados en la ctra. con reparaciones posteriores de miles de euros que nunca terminan de solucionarlo todo. VW fué una gran marca y, no ha sabido adaptarse a las nuevas normativas, vendiendo productos que, en vez de satisfacer al comprador, como habían hecho antaño, le van a hundir en un mar de averias. Es una pena, lo digo de corazón!
Y siguen haciendo de las suyas. Porque, actualmente, si quereis comprar nueva una T7 Hibrida enchufable, solo os van a poder vender unidades en stock, porque la han tenido que retirar de la venta por los problemas de potencia que presentava. Comunicado oficial "estamos repensando el producto".