Si en 2020 el mercado de las dos ruedas terminó con una cuota de penetración del 8,2% en matriculaciones de motos eléctricas, este año la cifra supera el 6%. A priori puede parecer un mal dato pero no lo es. Y así nos lo ha explicado José María Riaño, secretario general de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor). “El año pasado la situación fue atípica por el aumento de las matriculaciones de motosharing y porque en otros tipos de motos se produjo un descenso por la pandemia”.
La particularidad de este año, y también la buena noticia para el sector y la movilidad eléctrica, es que en 2021 están aumentando las ventas a particulares, este canal está ganando cuota; las matriculaciones no proceden en su mayoría de flotas y empresas como sí ocurrió el año pasado (el descenso de motos destinadas al alquiler llega al 67,9%). A pesar de que se ha producido una caída del 26,2% en las ventas de motos eléctricas, las entregas a particulares han crecido hasta noviembre un 53,7%.
Motos eléctricas urbanas, buena acogida
La moto eléctrica está evolucionando muy bien, “se está popularizando sobre todo en productos urbanos, de movilidad, como los scooters, porque es aquí donde el consumidor encuentra menos barreras para tomar una decisión de compra”. En este enlace te contamos las ventajas y riesgos de la moto en ciudad.
En las motos de ocio, las más grandes para carretera, la electrificación se complica por las exigencias en prestaciones de autonomía, y en este caso, el déficit de infraestructura de recarga se convierte en un lastre para el cliente. “Nosotros mismos como fabricantes tenemos problemas para lanzar productos en ese rango de prestaciones porque la moto tiene dos características inherentes: ocupa muy poco espacio y no tienes sitio para ubicar las baterías y, si quieres aumentar la autonomía, necesitas baterías más grandes, y por otra parte, es su condición de ligereza, no puede pesar mucho porque de lo contrario sería ingobernable”, explica el secretario general de Anesdor. Es por estos motivos que la electrificación de la moto de carretera avance más lenta.
En cualquier caso en su conjunto la moto eléctrica está teniendo una buena cuota de penetración, “es del 6,2%, muy por encima de otros vehículos, en el caso de los coches los eléctricos puros no llegan al 2%”, explica José María Riaño. Concretamente en el mes de noviembre se han matriculado 1.247 motos eléctricas, un 116,9% más que en el mismo mes del año pasado. El acumulado del año ya arroja un total de 10.638 unidades. En este enlace analizamos las motos eléctricas más vendidas en España.
Menos barreras para las motos eléctricas
Un precio más caro, escasez de infraestructura de recarga y dudas sobre la autonomía. Son las tres barreras que actualmente tiene el acceso a un vehículo eléctrico. En el caso de la moto urbana es más fácil dar respuesta a esas barreras.
•- Diferencia de precio: la moto eléctrica es más cara que las tradicionales, pero, porcentualmente, comparado a un coche, la diferencia de precio es menor, más fácil de asumir.
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•- Infraestructura de recarga: muchos scooters llevan batería extraíble por lo que se pueden cargar en casa o en la oficina. Es por este motivo que la escasez de la red de recarga no afecta tanto a las motos urbanas.
•- Autonomía: en el caso de las motos no es muy elevada, puede rondar entre 70 y 140 kilómetros aproximadamente. Para pequeños recorridos urbanos, la autonomía no es tan necesaria.
Son tres claves que explican la buena aceptación que las motos eléctricas están teniendo entre los conductores particulares.
Actualmente el mercado de la moto vive un momento ‘dulce’. A falta de un mes para que termine el año las matriculaciones totales ya registran un aumento del 6,1% con respecto a 2020 y representan el 16% del total de matriculaciones de vehículos en España. La pandemia la ha puesto en valor como medio de movilidad urbano y de ocio, aun así las ventas se están viendo afectadas por la crisis de los microchips y de la logística.
Según nos cuenta Riaño al hablar del mercado general de las motos, “por lo que estamos viendo vamos a cerrar con unas cifras que rondarán entre las 188.000 y 192.000 unidades. Estaremos por debajo de las 200.000 ventas que habíamos previsto al inicio del año, pero estamos viviendo en una época de incertidumbre, de cambios constantes por la situación de la pandemia y por otros factores, como las crisis de logística y suministro. Por esto el año lo cerraremos con una cifra que no es la natural porque nos ha faltado producto. Pero son unas cifras muy razonables y con las que podemos estar contentos”.
