La marca sueca Volvo anunció esta semana durante la presentación de sus resultados financieros correspondientes al año 2023 que dejará de invertir a partir de este año 2024 en su marca escindida Polestar, de la que posee el 48 % de las acciones. Volvo ha decidido traspasar la responsabilidad de la marca de lujo al grupo chino Geely Holding que es propietario de ambas y dejar, de este modo, la intermediación y la tutela de Polestar. Geely, por su parte ha asegurado la continuidad de Polestar mediante un comunicado en el que anuncia que seguirá prestando apoyo operativo y financiero a la marca en el futuro.
En el fondo, esta operación tiene todo el sentido. Polestar está en fase de lanzamiento como marca 100% eléctrica y como tal, necesita apoyo financiero externo constante para cuadrar sus cuentas. Lanzar una marca, y más si es eléctrica y de lujo, requiere una inversión inicial elevada para el desarrollo de los modelos y de la red de ventas (aunque Polestar venda online y en tiendas y use los concesionarios de Volvo para el servicio). Polestar en su hoja de ruta contable espera equilibrar sus cuentas en 2025, pero hasta entonces, supondría un gasto importante para las cuentas de Volvo, gasto que Geely prefiere asumir internamente para no condicionar los resultados de la propia Volvo.
Geely se hace cargo de Polestar
Hay que tener en cuenta que el negocio de automoción de Geely Holding, que además de Volvo, Polestar y sus marcas propias en China posee Smart y Lotus, cuadruplica en volumen el de Volvo, de modo que la inversión en Polestar puede soportarse mucho mejor desde la matriz que desde una de sus filiales. Posiblemente, si Polestar hubiera alcanzado sus objetivos económicos este año no se habría producido este cambio. Además, algunas fuentes bursátiles quieren ver en ello la posibilidad de que Geely pueda desprenderse de parte de las acciones de Volvo y para ello debe “descargar” a esta empresa de los gastos de “tutela” de Polestar para que las acciones de Volvo sean más atractivas si finalmente decide vender una parte.
Volvo ha presentado unos resultados con unos ingresos operativos de casi 6.000 millones de euros frente a los 3.900 registrados el año anterior. 2023 fue el mejor año de su historia con más de 700.000 unidades vendidas. El beneficio obtenido en la venta de coches eléctricos se incrementó en el último trimestre del año pasado del 9 al 13% y la marca confía que este incremento del beneficio se mantenga en el futuro pese a los recortes de precios que están experimentando los modelos eléctricos. Tras anunciarse la decisión de no mantener la inversión en Polestar, las acciones de Volvo se dispararon en más de un 30 % ya que sus accionistas consideraban que mantener esa inversión era un lastre para las finanzas de la marca madre.
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Polestar lanzará cuatro modelos nuevos en tres años
Como consecuencia de sus problemas financieros, Polestar ha debido de redimensionar su negocio al no haber crecido como esperaba en 2023. De las 80.000 unidades anunciadas (un crecimiento esperado del 60%), solo entregó 54.000, con un crecimiento del 6%. Los motivos han sido varios. El más importante, la contracción de la demanda en los principales mercados de vehículos eléctricos como, por ejemplo, Alemania, al finalizar las ayudas, pero también el retraso experimentado en el lanzamiento del Polestar 3 por problemas con el software del vehículo que también han afectado al Volvo EX90 y que han dejado la gama solo con el Polestar 2 recientemente actualizado, que se vende bien, pero no lo suficiente como para compensar la falta de otros modelos. 2024, cuando coincidirán el lanzamiento del Polestar 3 y del Polestar 4, debe ser el año del despegue de la marca, aunque, para evitar acumular más déficit, Polestar anunció a finales de enero un recorte de plantilla del 15% de sus empleados en todo el mundo.
Según algunos analistas, el hecho de que Geely pase a ocuparse de Polestar es una buena noticia para la continuidad de la compañía sueca que necesita capital para consolidarse en el mercado de los eléctricos y continuar con el desarrollo de su futura gama. A los Polestar 3 y 4 les seguirán la berlina Polestar 5 en 2025 y el deportivo cabrio Polestar 6 en 2026. Pese a la desvinculación financiera de Volvo, ambas firmas seguirán colaborando en el desarrollo de vehículos, en la producción, en las ventas y en el mantenimiento de los modelos Polestar.