En el contexto del transporte dentro de las ciudades, los VTC, o Vehículos de Transporte con Conductor, se han convertido en una alternativa popular a los taxis tradicionales. Pero, ¿qué son exactamente los VTC, qué servicios ofrecen y cómo se regulan sus licencias en España? En este artículo os contamos en profundidad su marco legal, las particularidades de sus licencias y las diferencias con el servicio de taxi.
¿Qué son los VTC?
Los VTC, o Vehículos de Transporte con Conductor, se han establecido como una modalidad de transporte privado que se gestiona exclusivamente a través de plataformas digitales, como Uber, Cabify o Bolt. Mientras que los taxis pueden recogerte al momento en la vía pública o en paradas designadas, los VTC deben ser contratadas con antelación mediante una aplicación móvil, lo que hace que cada viaje esté registrado y gestionado desde un entorno digital.
¿Cómo distinguir una VTC de un taxi?
Existen varias características que te permiten distinguir una VTC de un taxi tradicional, no solo a nivel operativo, sino también visual y funcional:
Identificación exterior:
Los taxis en España son fácilmente reconocibles por su distintivo luminoso en el techo que indica si están libres o ocupados, así como por sus colores tradicionales, que varían según la ciudad. Por ejemplo, en Madrid los taxis son blancos con una franja roja, mientras que en Barcelona suelen ser negros con puertas y techo amarillos. Los VTC, en cambio, no llevan ningún tipo de señalización visible tan obvia. Solo cuentan con una pegatina discreta en el parabrisas o en la parte trasera del vehículo con una identificación alfanumérica, que cumple con la normativa local y que suele pasar desapercibida para el público general.
En ambos casos, la matrícula que observemos en Taxis y VTC será específica del transporte de personas con conductor, siendo fácilmente reconocible por su color azul.
Modalidad de contratación:
La contratación es otro factor diferenciador clave. Mientras que los taxis pueden ser parados directamente en la calle o en paradas específicas sin necesidad de reserva previa, los VTC deben ser solicitadas mediante aplicaciones móviles. Esto implica que una VTC nunca nos recogerá espontáneamente en la vía pública sin un registro previo de la solicitud. Además, las normativas regionales imponen a los VTC un tiempo mínimo de precontratación, lo que refuerza esta distinción de servicio frente al taxi, que pueden prestar un servicio prácticamente inmediato.
Método de pago y tarifas:
En los taxis tradicionales, el cobro de la tarifa se realiza mediante taxímetro, que calcula el precio según la distancia recorrida y el tiempo transcurrido, sujeto a tarifas fijas y máximas reguladas por el ayuntamiento de cada ciudad. En el caso de los VTC, las tarifas son dinámicas y se determinan al momento de la solicitud a través de la aplicación, basándose en algoritmos que consideran factores como la demanda y el tráfico en tiempo real. Un viaje en VTC será más caro en hora punta o si llueve, por ejemplo. El pago también se realiza electrónicamente a través de la plataforma y siempre tendremos la información del mismo antes de contratar el servicio.
Tipología de vehículo:
En este sentido no existe mucha diferencia en ambos servicios. Si bien es cierto que en los tiempos de la novedad de los VTC los vehículos eran más nuevos y el servicio con un aire más premium, el estándar de calidad es actualmente similar. Normalmente las gamas de vehículos son similares en el uso cotidiano y las gamas más superiores que encontramos en ciertas compañías privadas de VTC se destinan a peticiones de viaje más exclusivos. Por el resto, podremos encontrarnos un Tesla Taxi y un Tesla VTC circulando en las mismas condiciones.
Legislación y normativa de los VTC
La regulación de los VTC en España ha sido objeto de debate y polémica, especialmente en relación con el sector del taxi. A nivel estatal, la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) establece las bases del marco legal de los VTC. Sin embargo, las competencias se han delegado parcialmente a las comunidades autónomas, lo que ha generado cierta fragmentación en la aplicación de la normativa. Una de las regulaciones más controvertidas es el ratio 1/30, que establece que debe haber un máximo de una licencia VTC por cada 30 licencias de taxi, aunque su cumplimiento varía según la región.
Además, los VTC están sujetas a restricciones como la precontratación obligatoria y la imposibilidad de captar pasajeros en la vía pública, algo exclusivo de los taxis. Os dejamos dos ejemplos de cómo las comunidades gestionan la normativa de los VTC. Si os interesa que ampliemos el punto, podéis indicarlo en los comentarios para ampliar esta información.
En la Comunidad de Madrid, los VTC deben cumplir con la Ley de Ordenación y Coordinación del Transporte Urbano. Algunas normativas específicas incluyen:
Precontratación y tiempo de espera: aunque en Madrid no existe un tiempo mínimo obligatorio de precontratación para los VTC, a diferencia de otras ciudades, sí se exige que todos los servicios se gestionen de forma digital mediante una aplicación.
Circulación en carriles BUS-VAO: los VTC en Madrid tienen permitido el uso de los carriles BUS-VAO (vehículos de alta ocupación) cuando llevan pasajeros. Esto las diferencia de los taxis, que pueden circular vacíos por dichos carriles.
Pegatina identificativa: es obligatorio que los VTC en Madrid se identifique con una pegatina en el parabrisas que identifique su estatus, aunque esto no es un distintivo visible como el de los taxis. En Madrid la encontraremos en la luneta trasera y será la bandera de la comunidad. seguida de las siglas VTC.
Barcelona tiene una de las normativas más estrictas para los VTC, derivada en gran medida de la presión ejercida por el sector del taxi. Las normativas principales incluyen:
Tiempo mínimo de precontratación: en Barcelona, los VTC deben cumplir con un tiempo mínimo de precontratación de 15 minutos antes de la recogida del pasajero. Esto busca evitar la captación de pasajeros de manera espontánea, algo exclusivo para los taxis.
Restricciones de geolocalización: las aplicaciones que gestionan los VTC en Barcelona no pueden mostrar la ubicación exacta de los vehículos antes de contratar el servicio, para impedir la captación de pasajeros en tiempo real.
Devolución a la base: los VTC en Barcelona están obligadas a retornar a su base de operaciones tras finalizar cada servicio, a menos que hayan recibido una nueva reserva antes de finalizar el trayecto, lo cual limita su flexibilidad operativa en comparación con los taxis.
Medidas específicas: la licencia de VTC está supeditada a que los VTC tenga una longitud mínima de 4,90m. La propuesta de 2022 fue muy sonada y comentada ya que una de las empresas prestatarias de servicios de VTC "solventó" la normativa añadiendo unos parachoques en la parte trasera de las VTC con un mensaje reivindicativo.
¿Cómo solicitar licencias VTC?
Para operar una VTC en España, es necesario contar con una licencia específica, emitida por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, aunque su gestión a menudo recae en las autonomías. A diferencia de las licencias de taxi, las licencias VTC suelen ser menos costosas y requieren de menos trámites burocráticos, lo que ha contribuido al auge de este sector. Sin embargo, las normativas locales pueden imponer condiciones adicionales como las explicadas en el punto anterior.
La obtención de una licencia para operar como VTC en España sigue un proceso regulado por las autoridades competentes: el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y las propias comunidades autónomas que también tienen un rol clave en la gestión y emisión de estas licencias. El proceso, aunque no es excesivamente complejo, exige cumplir con una serie de requisitos tanto a nivel administrativo como técnico.
Persona física o jurídica:
Para solicitar una licencia VTC, el solicitante puede ser tanto una persona física (un individuo que desee operar como conductor autónomo) como una persona jurídica (una empresa que desee gestionar una flota de VTC). En ambos casos, es necesario estar dado de alta en el régimen correspondiente de la Seguridad Social y cumplir con todas las obligaciones fiscales.
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Vehículo registrado a nombre del solicitante:
El vehículo que se va a utilizar para prestar el servicio de VTC debe estar registrado a nombre del solicitante o de la empresa. Además, como ya hemos mencionado, este vehículo debe cumplir con los requisitos de antigüedad y dimensiones exigidos por la normativa de cada comunidad autónoma (os dejamos un ejemplo en el siguiente punto). El coche debe estar asegurado con un seguro específico para el transporte de pasajeros, no un seguro particular estándar.
Capacidad económica:
El solicitante debe demostrar capacidad económica suficiente para operar el servicio de transporte. Esto se suele justificar mediante la presentación de un aval o garantía financiera. La cuantía mínima varía según el número de vehículos que se desee licenciar, pero por lo general se exige tener al menos 60.000 euros por el primer vehículo, y una cantidad adicional (por ejemplo, 30.000 euros) por cada vehículo adicional que se añada a la flota.
Solicitud administrativa:
La solicitud de la licencia debe presentarse ante la administración autonómica competente, junto con toda la documentación requerida. Los documentos básicos incluyen:
Copia del DNI o CIF (en el caso de personas jurídicas): incluyendo el Certificado de antecedentes penales (para el conductor y los responsables de la empresa, en su caso), permiso de circulación del vehículo, seguro obligatorio de responsabilidad civil y accidentes y justificante de haber superado la ITV.
Pago de tasas: junto con la solicitud, es necesario abonar una tasa administrativa cuyo importe varía según la comunidad autónoma. Este pago se realiza al presentar la solicitud y es un requisito imprescindible para que el expediente sea tramitado.
Plazo de resolución:
Una vez presentada la solicitud, las autoridades competentes disponen de un plazo de hasta tres meses para resolver si conceden o no la licencia. Durante este tiempo, se realiza una revisión de los requisitos y documentos presentados, así como inspecciones técnicas al vehículo, si fueran necesarias. En algunos casos, si se presentan irregularidades o falta de documentación, este plazo puede prolongarse hasta que se resuelvan los problemas.
Número máximo de licencias:
Es importante tener en cuenta que el número de licencias VTC está sujeto a la normativa del ratio 1/30, es decir, por cada 30 licencias de taxi, se permite la emisión de una licencia VTC. En algunas ciudades o comunidades autónomas, la concesión de nuevas licencias puede estar limitada si ya se ha alcanzado este ratio.
Obligaciones de los VTC
Los VTC están sujetas a obligaciones legales respecto a los vehículos que utilizan para prestar sus servicios, con el objetivo de garantizar la seguridad, calidad y cumplimiento normativo.
Antigüedad del vehículo:
En la mayoría de las comunidades autónomas, existe una restricción respecto a la antigüedad máxima de los vehículos que se utilizan como VTC. Generalmente, se exige que los vehículos no superen los 10 años desde su primera matriculación. Esta medida busca asegurar que los vehículos estén en buen estado y cumplan con los estándares modernos de seguridad y confort.
Dimensiones mínimas:
En algunas comunidades, como Madrid o Barcelona, se requiere que los vehículos VTC cumplan con unas dimensiones mínimas en términos de longitud (habitualmente 4,60 y 4,90 metros respectivamente) para asegurar que los coches utilizados ofrezcan un nivel de confort apto. Esto los diferencia de los taxis, que no tienen este tipo de limitaciones en cuanto al tamaño del vehículo.
Revisión técnica (ITV):
Los vehículos de VTC, al igual que los taxis, están obligados a pasar la inspección técnica de vehículos (ITV) con mayor frecuencia que los vehículos privados. En general, los VTC deben someterse a esta revisión cada 6 meses si el coche tiene más de 2 años, garantizando que todos los aspectos mecánicos y de seguridad estén en óptimas condiciones. Este control riguroso es una de las principales garantías de que los vehículos que operan bajo licencias VTC cumplan con los requisitos de seguridad vial.
Seguro obligatorio:
Los VTC están obligadas a contar con un seguro específico para transporte de pasajeros, que incluye coberturas más amplias que las de un seguro de coche particular. Este tipo de seguro debe cubrir no solo al conductor y al vehículo, sino también a los pasajeros en caso de accidente. En este último punto es muy recomendable leer las políticas de uso de cada una de las plataformas que usamos para solicitar los VTC para conocer en detalle, qué tipos de seguros están contratados y qué coberturas tenemos los pasajeros en caso de accidente.
Identificación y distintivo VTC:
A nivel estatal, los VTC deben llevar un distintivo identificativo colocado en el parabrisas delantero y la parte trasera del vehículo. Este distintivo, que incluye un código alfanumérico, permite a las autoridades identificar el coche como un vehículo VTC. Aunque no es tan visible como el distintivo luminoso de los taxis, esta pegatina es una obligación legal y su ausencia puede dar lugar a sanciones.
Condiciones estéticas y de limpieza:
Las normativas locales también suelen exigir que los vehículos VTC se mantengan en perfecto estado estético y de limpieza. Esto es importante, ya que los usuarios de VTC suelen asociar estos servicios con un estándar de calidad superior.