Conducimos por primera vez el Xpeng G6, un competidor directo del Tesla Model Y que viene a coger parte del pastel dentro del segmento de los eléctricos con tamaño en torno a 4,80 metros de longitud. Es un SUV con un aspecto a medio camino entre un SUV cupé y familiar, que no deja indiferente.
El Xpeng G6 se vende en España a partir de 46.865 euros, y su tarifa llega a los 57.865 euros, que es lo que cuesta la versión AWD Performance que hemos probado, tope de gama y tope de prestaciones. Es una tarifa muy similar a la de su competidor principal, el Tesla Model Y, y algo por debajo que la de un Volkswagen ID.4, con el que también se refleja en cierto modo.
XPeng es un fabricante chino con sede en Guangzhou, especializado en movilidad. Construye coches desde el año 2014, y actualmente vende en Europa tres modelos: este Xpeng G6, el Xpeng G9, un suv más grande , y el Xpeng P7, una berlina de altas prestaciones. Tienen la sede y central de recambios en Amsterdam, desde donde controlan el mercado Europeo. El G6 es uno de los primeros modelos que llega a España. Se ha fabricado sobre una plataforma, desarrollada solo para coche eléctrico y con arquitectura de 800 voltios.
Potencias entre 258 y 476 CV
Se ofrece en tres versiones: dos con tracción trasera y un solo motor y una con dos motores y tracción integral: la más básica es la Standard Range, con batería de 66 kWh, 258 CV y una autonomía de 435 kms. Le sigue la Long Range, con una autonomía superior, 570 kilómetros, con batería de 88 kWh y 286 CV, mientras que la versión más completa es la Performance, con tracción integral, 476 CV y la misma batería de 88 kWh con la que puede hacer hasta 550 kilómetros.
Mide 4,75 de largo, 1,92 de ancho y 1,65 de alto, unas dimensiones casi calcadas a las de un Tesla Model Y. Estéticamente también le da un aire al model Y, al tener una silueta ligeramente cupé, un techo panorámico, morro bajo, pasos de rueda redondos y pocas líneas de carácter, con las manetas integradas. Las llantas son de 20 pulgadas y vienen bien equipadas con neumáticos Michelin Pilot Sport.
Se diferencia por el morro, donde se han colocados unas luces led muy estrechas y uno faros partidos. La trasera es redondeada, y podrá gustar más o menos, pero que a mi me recuerda a la de un Porsche Macan, salvando las distancias. Como detalles de diseño, monta puertas sin marco y unos pasos de rueda marcados con una moldura en negro, que no sobresalen en absoluto de la carrocería, para reducir la resistencia al viento. Es, en definitiva, un eléctrico que no llama la atención pero que tampoco provoca rechazo.
Salpicadero sin pulsadores, todo a una pantalla
El salpicadero tiene muy pocos elementos, de nuevo un poco inspirado en la línea que inició Tesla hace años. Básicamente vemos una pantalla digital central de 15 pulgadas y un cuadro de instrumentos de 10, y poco más. Todo se centraliza en la pantalla, desde la activación de las luces, pasando por la regulación de los retrovisores o el climatizador, este último también con posibilidad de usarse con los pulsadores del volante, como la radio.
En la pantalla se ofrecen dos barras de menús: una se activa desde la parte superior y otra desde la inferior, para manejar el telefono, la radio, el navegador, el Apple Carplay o el Android Auto.
El cuadro de instrumentos es configurable. Hay que darle a los dos pulsadores del volante a la vez y podemos adecuar la información a nuestros gustos. Como curiosidad, este cuadro de instrumentos muestra en pantalla los vehículos que nos preceden y los que tenemos alrededor, a tiempo real. Y en la pantalla central podemos ver, por ejemplo, si hay alguien alrededor del coche cuando estamos parados.
En la consola central encontramos dos portabebidas, dos cargadores inalámbricos con refrigeración y un cofre profundo. El mando del cambio está detrás del volante, al estilo de Mercedes-Benz
La posición de conducción es mejorable. Si bien es regulable eléctricamente en banqueta, y se puede memorizar (a cada cambio que hagamos nos preguntará si lo queremos grabar), en realidad hay poca visibilidad lateral y trasera. El volante es cuadrado, de manejo algo desagradable, en mi opinión. Los asientos son muy confortables, equipan calefacción y refrigeración.
Los interiores de las puertas también tienen un buen acabado, con material blandito en los apoyabrazos y plástico de buen aspecto. Como detalle de buen equipamiento quisiera destacar el sistema de sonido X-opera, con 960W y 18 altavoces, que suena realmente bien.
En este coche no hay guantera. Se sustituye por una bandeja en la parte inferior de la consola, donde podemos guardar objetos, que quedan a la vista.
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Entrar en las plazas traseras no reviste ninguna dificultad, hay buen ángulo de apertura en la puerta. Una vez dentro, la sensación de espacio llega de inmediato, porque la distancia entre filas es excelente, la altura es correcta y el ancho es suficiente para tres adultos. En cuanto a equipamiento, incluye bolsas en los respaldos, dos conexiones USB-C y rejillas de ventilación centrales, aunque no podemos regular la temperatura. También hay apoyabrazos con portabebidas. El respaldo de los asientos puede regularse para mayor comodidad.
Xpeng G6 Performance: Espacio de carga
Equipa portón de apertura automática, que da paso a un espacio de carga de 571 litros. El espacio para carga es ancho y profundo, pero no muy alto. Bajo el piso hay un pequeño hueco para dejar pequeños objetos o los cables de carga. Hay toma de 12 voltios, pero lamentablemente no hay ganchos para sujetar la carga ni tampoco un espacio donde guardar la cortinilla cubremaletero.
Xpeng cuenta con una aplicación con la que podemos controlar diversos sistemas del coche, abrir o cerrar las puertas, las ventanillas o el portón, entre otras funcionalidades. También podemos dirigir el coche a distancia, para aparcarlo en lugares muy angostos.
Xpeng G6 Performance: Potencia de sobras
La versión probada es la más potente de la gama G6, con 476 CV, dos motores y una aceleración de 0 a 100 km/h en nada menos que 4,1 segundos, brutal. Sería una aceleración mareante si no fuese porque este coche tiene un pequeño retardo en la respuesta al acelerador, que suaviza la entrega de esos 476 CV. Es acertado, en mi opinión, no molesta y te acostumbras.
Esta versión ofrece mucha potencia, mucha progresividad en la entrega y mucho par a cualquier régimen. Con éste propulsor eléctrico se puede ir muy tranquilo o bien correr mucho, lo tiene todo. A alta velocidad es un coche muy bien insonorizado, va muy aplomado (pesa más de dos toneladas), viene bien calzado y tiene un rodar muy “premium”, de coche de alta gama.
Este es un claro ejemplo de lo que aportan los eléctricos de última generación: alta potencia para compensar el elevado peso de sus baterías de gran capacidad. En carretera de montaña se notan esas dos toneladas en forma de inercias, pero al tener la suspensión bastante rígida, en realidad balancea poco. Eso sí, la suspensión es muy seca, se hace algo incómoda si la carretera está muy bacheada. Cuenta con un sistema de modos de conducción, con programas como el Eco (el coche corre menos y gasta menos) o “Deporte” , que viene a ser una mala traducción del modo deportivo. La dirección es precisa, y se hace más directa y pesada en modo deportivo.
Con este eléctrico podemos circular a un solo pedal, ideal para la ciudad. Es fácil de maniobrar, aunque mide casi 5 metros, ya que equipa cámaras 360 y un sistema de aparcamiento automático. Lo que es criticable es el funcionamiento de los intermitentes, algo impreciso. Hay que acostumbrarse. Al accionarlos se activa la cámara del retrovisor, cuya imagen se refleja en el cuadro de instrumentos.
Por otro lado, este es de los pocos eléctricos que tiene un sistema de launch control, que permite acelerar con toda la potencia disponible. No hay que hacer nada, darle al acelerador y salir disparado. Las prestaciones, al menos las de esta versión Performance con casi 500 CV, son muy altas, acelera como un deportivo.
Si nos aplicamos mucho en la conducción, a buen ritmo, el consumo de energía puede llegar a ser elevado, en torno a los 26 kWh a los 100 kms. Pero si circulamos con el modo ECO a ritmo normal, el coche da una media de unos 17 kWh a los 100, muy buena.
Para recargar la batería, admite terminales de hasta 280 kW de potencia, por cierto, que en España casi no existen, y tarda unos 20 minutos para pasar del 0 al 80% de capacidad.
En definitiva, este Xpeng G6 viene bien preparado para dar batalla al Tesla Model Y. Otra cosa es que la imagen de marca, que está por construir, no le ayuda mucho. Pero tiempo al tiempo. No quiero pensar lo que puede ser una evolución en unos años de este modelo, todavía más adaptado al mercado europeo, que ya lo está. Lo que viene es muy, pero que muy interesante.
Es perfecto para llevarlo al punto limpio . Ya contaminó suficiente en su fabricación .