Máxima funcionalidad
Hace unas dos décadas aproximadamente que los fabricantes de automóviles decidieron con total convicción derivar algunos de sus modelos de turismo en variantes más off-road, capaces de tener unas mínimas aptitudes para salir al campo. Los bautizados como SUV o Sport Utility Vehicle se han convertido desde entonces en protagonistas del mercado, han gozado de una excelente acogida gracias a su carácter familiar y sobre todo, a su estética en general más atractiva que la de las tradicionales berlinas o la de los monovolúmenes.
Una de las primeras fórmulas que hace años dieron pie al boom de los todocamino fue la adaptación al off-road de las tradicionales berlinas familiares, algo que entendió perfectamente en su momento Volvo con el lanzamiento del XC70 y al que siguieron fabricantes como Subaru, Skoda, Volkswagen y por supuesto, Audi, primero con el A6 Allroad y más recientemente, desde 2009, con el A4 Allroad que nos ocupa.
Estos coches con carrocería familiar y estética campera se sitúan a medio camino entre un verdadero SUV, como lo sería un Audi Q5, por ejemplo, y la berlina break de la que derivan, en este caso el A4 Avant. Un A4 Allroad es una perfecta alternativa para el que desee un A4 Avant más versátil, más apto para salidas mixtas asfalto/campo y con una estética un poco más llamativa. El precio respecto a la berlina no es sensiblemente mayor, ya que comparten la mayoría de elementos de su estructura, y básicamente los añadidos estéticos son los que marcan la diferencia entre una y otra versión.
El Audi A4 Allroad tiene un PVP que parte de los 45.330 €, que es la tarifa para la versión 2.0 TDI de 163 CV, y llega a los 61.496 € que es lo que cuesta la versión Unlimited que hemos probado, con motor diésel 3.0 V6 de 272 CV.
En comparación, la versión más completa de un Skoda Scout con motor diésel de 184 CV sitúa su precio en 33.460 €; un Subaru Outback 2.0 TD AWD de 250 CV vale 36.100 €; Un Peugeot 508 RXH 20 BluHDI con 184 CV cuesta 36.970 €; Un Volkswagen Passat Alltrack automático con motor diésel de 240 CV sitúa su precio en 48.440 €; Un Opel Insignia Sport Tourer con motor diésel de 170 CV cuesta 45.406 €; y un Volvo XC70 2.4 D4 con 181 CV supera los 51.000 €.
Por lo tanto, el A4 Allroad con este motor diésel más potente se desmarca claramente de toda su competencia en precio, desgraciadamente al alza; Pero también en acabados, que como es habitual en la marca son una referencia a seguir, y sobre todo en prestaciones, al ofrecer cerca de 300 CV, una cifra de potencia a la que ninguno de sus rivales, excepto el Passat Alltrack, se acerca.
Potente diésel V6
Este propulsor, a diferencia del de sus competidores antes citados, es un seis cilindros en V, tiene una cilindrada de 2.967 cc., se ayuda de un turbocompresor, cuenta con avanzada tecnología para la gestión térmica, culatas de nuevo diseño, elementos de menor fricción y transmisión por cadena. Dentro de la gama se vende una variante con 218 CV, con un consumo apenas inferior y menos prestaciones.
Puestos a elegir, y siempre que el presupuesto no sea un problema, contar con esos caballos extras hace que este Audi pueda mostrar su cara deportiva con mayor contundencia.
Este motor va unido a un cambio automático de 8 velocidades, de tipo convertidor de par. Es un Tiptronic, no un Stronic de doble embrague, y aunque por lo general su su asociación con este motor diésel es magnífica, su resbalamiento a bajas revoluciones hace que responda con lentitud al primer recorrido del acelerador en las salidas en parado. Ni tan sólo activando el modo de conducción más deportivo, Dynamic, este efecto queda anulado. Una vez el motor sube de revoluciones, por encima de las 1.500 vueltas, y ofrece su par máximo (600 Nm) que mantiene hasta las 3.000 r.p.m, la respuesta es intachable.
Este cambio tiene 8 relaciones, las dos últimas muy largas para circular a alta velocidad con un bajo consumo y un mínimo desgaste mecánico.
Rodar por autopista con un bajo régimen de giro también se traduce en una menor rumorosidad mecánica y un mayor confort para los ocupantes. Esto es algo en lo que el A4 Allroad quattro destaca especialmente. Está muy bien insonorizado y, a pesar de su mayor altura libre respecto a un A4 Avant (34 mm. más) y los discretos accesorios exteriores que remarcan su estética todocamino, la resistencia al viento es mínima y rueda por carretera y autopista como una perfecta berlina de lujo.
Detalles camperos
Si analizamos el exterior del coche, vemos que el frontal se distingue por detalles como los paragolpes específicos en los que asoma tímidamente un protector de aluminio, por la típica parrilla Singleframe de Audi con barras verticales y cromadas, o por los faros que se han rediseñado para esta segunda generación del modelo y que incluyen una firma de iluminación inconfundible.
Nuestra unidad de pruebas montaba el equipamiento tope: faros con tecnología Matrix LED, una opción que cuesta 2.322 euros. Esta tecnología de iluminación se basa en la utilización de 12 diodos LED que se encienden o apagan en función de las necesidades, y permiten circular en largas sin deslumbrar a los coches que vienen de frente. Es una tecnología que se introdujo por primera vez en el Audi A8 y que poco a poco la firma alemana va introduciendo en otros modelos de su gama.
Las barras de techo, que en este acabado son de aluminio como los marcos de las ventanillas, es otro de los elementos que, junto con los marcados pasos de rueda, distinguen a esta versión con estética campera vista de lateral. Y atrás podéis ver el efecto que crea el protector de aluminio, que integra una doble salida de escape.
El exterior se remata con un juego de llantas de aleación de 18” con neumáticos 245/45, y los logos “allroad” que podéis ver en los pasos de rueda, el portón trasero y las molduras de las puertas delanteras. Todo esto y la mayor altura libre al suelo que caracteriza a esta versión Allroad hacen que la carrocería tenga un mayor empaque, se perciba más robusta y en mi opinión, mas atractiva que la de un A4 Avant.
Vamos al interior. Como ya es norma, la primera sensación que transmite es de calidad, cuidada atención y lujo en todos los detalles. Estamos hablando de un coche que cuesta más de 60.000 euros, y eso obliga a no descuidar nada. Es un interior calcado al del A4 Avant, en el que sobresale la pantalla del navegador, muy poco integrada. Debajo de ella tenemos una gran consola central, que en nuestra unidad de pruebas alberga la palanca del cambio automático, en mi opinión de diseño un tanto discutible, y los mandos del MMI, que en esta versión más equipada es el tope de gama, el MMI Navegación Plus con MMI Touch (1.612 euros).
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Este sistema se empareja con el Audi Virtual Cockpit (304 euros), un original cuadro de instrumentos digital con pantalla de 12,3 pulgadas que sustituye los instrumentos analógicos y que es totalmente configurable. Podemos visualizar diferentes interfaces relojes de diferentes tamaños y lecturas, los gráficos del navegador a toda pantalla y conectados a Google Earth o bien diferentes ventanas para las listas de teléfono o de emisoras de radio, entre otros. Confort, calidad, lujo y sofisticación son algunos de los adjetivos que definen a este interior, ya conocido en el A4 Avant.
En las plazas traseras hay buen espacio para dos adultos y un tercero sacrificado por la presencia del túnel de transmisión y un respaldo menos ergonómico.
El maletero tiene una capacidad de 505 litros, idéntica a la del A4 Avant, y es muy aprovechable gracias a sus cuadradas formas y la poca intrusión de los pasos de rueda. El portón es eléctrico de serie, y Audi ofrece diversos accesorios (ganchos, redes, rejillas laterales, cortinillas…)para facilitar la sujeción y camuflaje de la carga, todo ello opconal. Los respaldos de la segunda fila se abaten muy fácilmente de forma muy práctica mediante palancas en el propio maletero, y permite dar paso a una superficie de carga de 1.510 litros hasta el techo.
Rodar de lujo
El A4 AllRoad quattro es perfecto para viajar en familia y dispone de suficiente espacio interior para plantear largos desplazamientos con total confort. Su comportamiento en carretera da prioridad a este aspecto, y a pesar de su considerable potencia y la posibilidad de configurar su chasis en el modo más deportivo, no transmite ningún tipo de radicalidad en su comportamiento. El Audi Drive Select permite conectar los programas Comfort, Auto, Dynamic, Efficiency e Individual, y optimizar así la reacción del motor, la transmisión, la dirección, la suspensión y la acción de los diversos sistemas de asistencia a la conducción, que no son pocos. En modo efficiency el consumo de combustible puede reducirse, aunque ya de por sí es bajo: circulando con el programa auto activado el coche gastó una media de 7,1 l/100km, aunque Audi homologa un consumo mixto de 5,4 l/100.
En el modo más deportivo, Dynamic, la amortiguación pasa a un tarado más duro, la dirección se vuelve más directa, los cambios de marcha se hacen a régimen más altos y el motor responde con mayor rapidez y cambia ligeramente la sonoridad de los escapes, aunque sin acercarse a la estridencia que emiten los de un Audi RS4 Avant, para hacerse una idea.
En carreteras de montaña, y circulando en modo Dynamic, el chasis demuestra un buen equilibrio entre efectividad y confort. La entrada y el paso por curva es rápido, gracias a una dirección directa y precisa y una transmisión a las cuatro ruedas que garantiza una excelente motricidad. Si lo hacemos en modo Comfort, la carrocería balancea debido al tarado más suave de la suspensión y al considerable peso del conjunto: 1.805 kilos sin conductor.
Donde mejor saca a relucir sus cualidades este A4 allroad es en vías rápidas. Es un coche muy cómodo, silencioso como una versión de gasolina, con una calidad de rodadura excelente.
La posibilidad de escoger entre varios modos de conducción y las aptitudes del chasis de este Audi para ser eficaz en cualquier carretera satisfará a la mayoría de conductores que busquen un coche familiar, lujoso, con posibilidad de estar equipado a la última y con el toque deportivo que da un motor diésel con 272 CV.
Off-road con reservas
Además, a diferencia de un A4 Avant, con el Allroad es posible acercarse al campo de forma puntual con menor riesgo de quedar enganchado o golpear los bajos. La mayor altura libre al suelo, los protectores y la tracción integral son buenos aliados a la hora de circular por pistas en buen estado. No lo son tanto las bonitas llantas de 18 pulgadas con neumáticos de perfil bajo, que requieren un cierto mimo para no recibir golpes.
Lástima no poder contar con una suspensión regulable en altura de tipo neumático, algo que sí está disponible en el Audi A6 AllRoad.
En la revisión que Audi ha hecho a este modelo se ha mejorado el equipamiento de seguridad y ayuda a la conducción. Viene de serie con Audi pre sense city (avisa de una posible colisión hasta 85 km/h y activa los frenos si es necesario) y se han incorporado al listado de equipamiento opcional el asistente de aparcamiento, el de ángulo muerto, el asistente para apertura de puertas, el de salida en batería, el y 4 cámaras para vigilar el entorno, incluidos dentro del paquete City (2.306 euros).
Nuestra unidad también montaba un Head-up Display (1.197 euros) que visualiza en el parabrisas la principal información sobre la conducción, incluida la lectura de señales de tráfico, bastante imprecisa, la verdad.
Añadiendo algunas de estas opciones se configura un Audi Allroad a la última en tecnología y seguridad, aunque es cierto que el precio final puede ser bastante alto.
Esta versión probada se dirige, en definitiva, al que busca un coche familiar potente pero a la vez con un consumo razonable; con un comportamiento en carretera eficiente y ligeramente deportivo, pero sin sacrificar lo más mínimo el confort de marcha. Y con la versatilidad que ofrece la tracción integral y la carrocería ligeramente más elevada del suelo, el estilo de un todocamino, en este caso, de lujo. Un verdadero equilibrio de aptitudes que reflejan el auténtico atractivo de este modelo.
Hombre un compacto dificilmente puede ser premium por definición, quien se lo crea bien por él, y aunque el clase C sea mucho mejor coche que el a4 el clase A es una patraña con unas calidades muy mediocres para engañar a tanto pardillo como hay suelto. De todas formas estamos hablando de berlinas, y el a4, por su configuración y por compartir componentes con seat, skoda, wv, pues es un generalista le pese a quien le pese.