Durante poco más de 40 minutos tuvimos la oportunidad de conducir la versión híbrida enchufable del nuevo Serie 5 de BMW, el 530e iPerformance. El trayecto transcurrió íntegramente en autopista con lo que no tuvimos ocasión de conducirlo en ciudad.
Hasta ahora la versión más popular de berlinas de representación como el Serie 5 solía ser un motor turbodiésel de 4 o 6 cilindros. Recientemente el mercado está cambiando y el diésel pierde terreno tanto frente a los motores de gasolina como a los híbridos.
La versión 530e iPerformance combina un motor 2 litros turbo de 4 cilindros y un motor eléctrico, el rendimiento conjunto de ambos resulta en 251 CV y 400 Nm. Este conjunto híbrido es el mismo que anima al X5 xDrive40e pero en este caso el coche cuenta con tracción trasera y no tracción integral.
En el 530e el nivel de aislamiento acústico es muy superior, apenas se perciben ni las vibraciones, ni el ruido del motor de 4 cilindros. Incluso acelerando a fondo es muy difícil escuchar al 2 litros turbo.
Ya era hora que un híbrido enchufable contara con un diseño atractivo. Estéticamente sólo lo podemos identificar por las lamas verticales de color azul metalizado que acompañan a las cromadas dentro de la calandra tradicional de BMW.
En el montante del pilar C podemos leer la inscripción “eDrive” mientras que en la aleta delantera izquierda se aprecia la tapa de la toma de corriente que permite recargar la batería de iones de litio. Poco más lo distingue del resto de la gama.
3 modos de propulsión
En el interior junto a los mandos de los sensores de aparcamiento el 530e añade el botón eDrive. Apretándolo aparecen en la pantalla principal del salpicadero los distintos modos con los que podemos usar el sistema de propulsión híbrido: AUTO eDRIVE, MAX eDRIVE y BATTERY CONTROL. El maletero pierde 120 litros debido al paquete de baterías de ion litio (9,2 kWh) quedando en sólo 410 litros.
Con el primero AUTO eDRIVE ambos motores buscan lograr el mejor equilibrio a la hora de reducir al máximo el consumo. Por debajo de 90 km/h podemos circular en modo 100% eléctrico. Con BATTERY CONTROL podemos forzar al vehículo a circular sólo con el motor de gasolina, reservando la carga de la batería para cuando entremos en una ciudad, por ejemplo.
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Durante gran parte del trayecto de la prueba seleccionamos el modo MAX eDRIVE que permite circular en modo eléctrico hasta 140 km/h. Eso sí, siempre que accionemos el kick down apretando el acelerador hasta el fondo entonces también entrará en acción el motor gasolina.
Cuando seleccionas el modo manual o la posición “S” de la palanca del cambio Steptronic automático de 8 relaciones el sistema eDrive no te deja optar por el modo MAX eDRIVE 100% eléctrico hasta que no sitúas la palanca en la “D”. Este cambio que ZF fabrica para BMW va de cine.
Gracias a circular con modo MAX eDRIVE y que el trayecto total era de poco más de 100 kilómetros logramos una media de 5,2 l/100 km. Antes de llegar a destino agotamos la carga de la batería con lo que si el recorrido hubiese sido mayor el consumo de gasolina también habría crecido de forma notable. La autonomía eléctrica se queda en 50 kilómetros, mientras que la combinada asciende a 650 kilómetros.
Con el modo 100% eléctrico ofrece unas prestaciones más que aceptables y lo mejor de todo, un nivel de aislamiento acústico muy elevado. Se muestra cómodo y la capacidad de recuperación con ambos propulsores trabajando de la mano es equiparable a la de un motor de seis cilindros gasolina. Declara un 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y 235 km/h de punta.
En 2018 habrá disponible un sistema de carga inalámbrica que pudimos ver durante nuestra prueba en Alemania. Había un 530e con esta tecnología junto al sistema de carga, una solución que a día de hoy sigue siendo experimental.
En resumidas cuentas
Esperamos poderlo probar de nuevo, esta vez durante mucho más tiempo y tanto en ciudad como en carretera secundaria. Todo el trayecto de la prueba transcurrió por autopista pasando de atasco en atasco y para añadir más salsa al tema, bajo la lluvia.
Su precio en España es de 60.500 euros donde llega como una seria alternativa al 530d (61.900 euros) tanto por prestaciones como por consumo. Un coche respetuoso con el Medio Ambiente cuyo diseño es atractivo y no recuerda el de una lavadora o una nevera de dos puertas, como si es el caso de otros híbridos enchufables del mercado.
Dentro de lo malo, lo de siempre, precio elevado y motores de 4 cilindros baratos de producir en casi toda la gama , sin embargo al contrario que lexus llevan turbo y una caja de cambios ZF, en lugar de un CVT. Las sensaciones que proporcionarán estos e, nada tienen que ver con los 300h del fabricante japonés, en detrimento de estos últimos. Mas potencia, mas par, mayor velocidad punta, baterías de ion litio en lugar de las pesadas y vetustas de níquel que usa el grupo Toyota-Lexus en entry levels y ese toque deportivo que no solo se limita al diseño de la carrocería.