Buick Avenir Concept

Buick, la marca de automóviles más antigua de Estados Unidos que sigue hoy en activo, presenta en el Salón de Detroit de 2015 el Avenir Concept, un prototipo con el que pretende reflejar de lo que es capaz.

En un pasado la firma de General Motors comercializó automóviles de prestigio con avanzadas soluciones tecnológicas y mecánicas. No obstante, en la actualidad se limita a comercializar modelos de otras marcas del grupo como Opel en América y Asia.

Este súper-sedán recuerda en cierto modo al prototipo La Crosse del año 2000. Bajo su escultural carrocería de 5,2 metros de largo y casi 2 metros de ancho esconde un espacioso habitáculo de 4 plazas independientes.

Además de contar con la última tecnología a nivel de infoentretenimiento también incorpora novedosas soluciones mecánicas para la marca norteamericana como: faros con tecnología LED, llantas de 21", motor V6 con inyección directa, sistema de desactivación de cilindros, start-stop, cambio automático de 9 relaciones, amortiguadores pilotados, tracción integral con doble embrague, filtro de aire para el habitáculo iónico, cargador sin cable para el móvil, wifi integrado 4G, pantalla táctil a color de 12"...

Sin tener que viajar al futuro, prácticamente todas esta soluciones están ya a la disposición del conductor de un Audi S8. A excepción de la pantalla táctil (Touchpad en el Audi) y una caja de 8 relaciones en lugar de 9, todas las demás pueden formar parte del equipamiento de un S8 actual.

A lo largo de sus más de 100 años de historia Buick ha destacado por presentar concept cars espectaculares. Sin ir más lejos, uno de los más destacados es el Y-Job de 1938. Considerado como el primer prototipo de la historia, esta creación de Harley J. Earl (1893-1969) fue un ejercicio de estilo puro y duro con el que el departamento de diseño de General Motors experimentó en numerosos campos.

La experiencia de Earl, adquirida en su empresa familiar Earl Automotive Works basada en la creación de carrocerías únicas por encargo expreso de estrellas de cine, fue clave a la hora de dar lugar a un proyecto de esta magnitud dentro de General Motors. Earl fue más tarde el primer Vice-Presidente de Diseño de General Motors.

El Y-Job introdujo un nuevo lenguaje de diseño automovilístico que perduró durante décadas. La mayoría de coches de los años treinta estaban llenos de líneas rectas, montaban parabrisas completamente verticales y sus pasos de rueda delanteros parecían los de un coche de caballos. En su lugar, el capó del motor fluye hacia las aletas, su forma aerodinámica enfatiza fuertes elementos de diseño a nivel horizontal e integra el capó con las aletas delanteras, toda una novedad en su tiempo.

Algunas de las principales novedades que incorporaba eran: faros escamoteables, ventanillas eléctricas y capota de lona de accionamiento eléctrico que al plegarla quedaba escondida bajo un tapa especial de chapa justo antes del maletero. El Peugeot 402 Eclipse de 1938 también contaba con una capota de este tipo.

Bajo su largo capó delantero montaba una mecánica Buick pensada para ofrecer un gran rendimiento durante miles de kilómetros, un 8 cilindros en línea de 5,2 litros con una relación de compresión de sólo 6,35:1, muy baja si la comparamos a la típica 10:1 que hoy en día encontramos en nuestro utilitarios. Este motor rendía una potencia de 141 CV, más que suficiente para llanear por encima de los 120 km/h.

Tras deslumbrar a propios y a extraños y haber sido una estrella de salones y ferias de muestras durante la Segunda Guerra Mundial el Y-Job se convirtió en el coche de uso personal de Harley J. Earl. Actualmente en su marcador se pueden leer más de 25.000 millas, cerca de 40.000 kilómetros, nada mal para un coche que en principio fue concebido sólo para pisar la moqueta de los salones y poco más.

Tras ser rescatado a principios de los años 90 fue sometido a una exhaustiva restauración. Actualmente forma parte de la colección del General Motors Heritage Center en Sterling Heights (Michigan).