Ami One y 19_19 Concept: El futuro de Citroën a prueba

Citroën celebra su centenario homenajeando su historia pero también mirando al futuro con dos concept cars, el Ami One y el 19_19 Concept. En muy pocas ocasiones estos modelos futuristas abren sus puertas para poder ponernos tras sus creativos volantes, esta vez hemos podido hacerlo en el circuito de Paul Ricard con prueba de conducción incluida. El Ami One representa la visión de vehículo urbano conectado mientras el 19_19 está pensado para los trayectos más largos.

El Ami One debe su nombre a la palabra Amì, que en francés significa amigo, y que resume muy bien lo que la firma busca transmitir con su imagen. Con sus 2,50 metros de longitud, 1,50 de ancho y 1,50 de alto esta cápsula andante es entre graciosa y atractiva pero también sería la mejor amiga de aquellos a los que nos cuesta un poco aparcar. Su conducción cero emisiones y cero ruidos también lo hacen más apetecible para las ciudades del porvenir, esas en las que ningún coche contaminará y todos seremos más felices… ¿No?

Ironías a parte este compacto futurista, que mide menos que un Smart, tiene un diseño de lo más curioso. Su frontal juega con las formas horizontales y angulosas para aportarle una expresión casi humanoide, con los grupos ópticos como si fueran los ojos amables de una cara. El color Naranja Mecánica es un acierto para imaginarlo en las ciudades y las protecciones oscuras de las ruedas cuentan con una especie de Airbumps con toques azules.

Todo en este vehículo es simétrico y su vista lateral lo confirma. No hay voladizo alguno, ni en la parte delantera ni trasera, de ahí su pequeño tamaño. Es más, si no fuera porque los faros están en una posición más elevada en el frontal… podríamos confundir el culo con el morro perfectamente. Las llantas son de 18 pulgadas y se puede descapotar.

Menos es más tanto en el exterior como en el interior. Un modelo biplaza con dos asientos tan básicos como pintones y se acabó, no hay mucho más donde rascar. El minimalismo va a invadir nuestras vidas en un futuro y el Ami One es un ejemplo de ello. Se accede al coche con el Smartphone y este se coloca en el hueco tras el volante, una zona de recarga inalámbrica que además utiliza un cristal para reflejar la información del propio móvil como un Head-Up Display.

Por no tener, no tiene ni maletero. No se accede a la zona posterior desde un portón sino reclinando los asientos delanteros, eso sí… el espacio no está mal para lo pequeño que es y la sensación de amplitud no tiene rival.

La idea de ciencia ficción, por ahora, es que el móvil sea el que conecte hombre y máquina. Nos comunicaríamos por voz con el Ami y el propio vehículo actuaría como un asistente personal a través de dos botones situados en el volante rectangular. A la información de la conducción se accede a través de la pantalla de 5 pulgadas que recoge la velocidad, carga, acción de los intermitentes etcétera.

Al lado derecho del volante tenemos la piña cilíndrica que llaman, bloque de conducción y que reagrupa el botón de arranque y las marchas. Justo en el túnel a la derecha está el botón warning y por debajo el claxon, sí… algún ruido del presente tenía que hacer.

Su alto grado de digitalización contrasta con algunos elementos como el techo o las ventanillas. Dos aspectos que en nuestro día a día son de accionamiento electrónico pero que en el caso del Ami vuelven a ser manuales. ¿Por qué? Para ahorrar peso, solo marca 450 kilogramos en báscula, pero también gasto en su producción y mantenimiento.

Tiene muchas piezas idénticas como por ejemplo las puertas, de ahí que la del conductor se abre tipo suicida (así se le llama a la apertura hacia atrás) pero la del copiloto se abre como en un coche actual. Las aletas de las ruedas, los paneles del frontal y zaga, las luces diurnas e incluso las empuñaduras de las puertas, todo en este coche es simétrico y por ello resulta tan curioso a la vista. Un juego visual que tiene mucho que ver con su futuro como servicio de movilidad digital económico, más allá que como un coche al uso.

Lo mejor de poder probar un vehículo así es la experiencia, más allá de las conclusiones sobre su dinamismo o comportamiento. Tanto el Ami One como el 19_19 son las únicas unidades que existen y tan solo 25 periodistas hemos tenido la suerte de probarlo en un entorno tan icónico como Paul Ricard. Por ese motivo el cuidado era primordial, estos vehículos irán directos al museo de Citroën y deben estar impecables.

La conducción tuvo lugar siempre a baja velocidad, tanto por la delicadeza del prototipo como por su propulsión. Pensado para ser conducido por adultos pero también por menores sin carné, este utilitario conectado no pasará de los 45 km/h y por supuesto sin emitir un gramo de CO2 durante su circulación.

El Ami One propone una conducción 100% eléctrica con hasta 100 kilómetros de autonomía y una carga completa en tan solo 2 horas en un Wall Box. Por suerte, Citroën también ha pensado en los peatones y emite una firma sonora que imita voces masculinas y femeninas para alertar de su presencia.

Chico o chica el joven, o no tan joven, el imaginario de Citroën abarca todo tipo de clientes. Su adquisición será personalizable y la firma se ha imaginado unos mostradores en los que se pueda optar por la modalidad de Carsharing de 5 minutos a 5 horas con la marca Free2Move, un alquiler de 5 días reservando Online a través del Citroën Rent&Smile, 5 meses si lo deseas o incluso 5 años con la modalidad de Alquiler de Larga Duración.

Tras subir a la predicción urbana de Citroën tocó hacer lo mismo con el 19_19 Concept. Pese a su estética más parecida a la de un Ovni, está pensado para el asfalto y de ahí las enormes ruedas de 30 pulgadas, desarrolladas en colaboración con Goodyear. Es una especie de rueda híbrida o mixta en la que llanta y neumático van unidos, lo único separado de este conjunto es el logo del centenario que encontramos en el buje fijo y que se mantiene siempre horizontal.

Tampoco podemos pasar por alto la firma lumínica Full Led integrada completamente con los chevrones en el centro y que separa el vehículo en una especie de doble capó. Las enormes protecciones o pasos de rueda, no sabríamos bien como llamarlo, ayudan a generar esta sensación de separación entre el tren de rodaje y la cápsula, completamente acristalada y a la vista.

La zaga juega con nuestra consciencia como lo hace la del Ami One. Se parece exageradamente al morro, comparten incluso firma lumínica que a mí, personalmente, me recuerda un poquito a la del Chiron. La luneta es cóncava y sobre esta podemos ver los dos LIDAR, unos sistemas de medición láser y su colocación trata de imitar el doble alerón de los aviones.

Tiene una batalla de 3,10 metros de largo así que os podéis imaginar el espacio del habitáculo. El interior recurre a las formas geométricas, materiales nobles y los colores vivos como el rojo o azul para enfatizar su diseño futurista. Si a eso le sumamos que no existe el salpicadero clásico, el reposabrazos es una estructura en símil de mármol y con el cambio de marchas circular en una esquina y que frente al conductor solo tenemos un volante alargado y también de mármol… las sensaciones son raras como mínimo.

También juega con la combinación de tonos para imitar esa idea de parecerse a un salón, donde no todo tiene que ser del mismo color e incluso puede haber espacios diferenciados. Por eso el asiento del copiloto es más un chaise lounge pensado para el relax mientras el asiento del piloto se parece más a los actuales. La zona trasera, a la que se accede mediante la apertura invertida de la puerta, parece un sofá y el tramado en 3D de la parte superior serviría como reposacabezas.

El 19_19 Concept de Citroën es el típico prototipo que te deja con la boca abierta en Ginebra pero que nunca imaginarías circulando. Su asiento tipo sofá es más cómodo y funcional de lo que parece a simple vista así que nos dimos un par de vueltas a los mandos de su curioso volante. La posición de conducción es más deportiva que la del Ami One y recuerda a la de un deportivo.

Monta los amortiguadores progresivos hidráulicos para que la conducción sea un placer y sorprende poder conducirlo de forma tan natural. En el piso de este prototipo encontramos las baterías de 100 kWh y cuenta con un motor para cada eje que le otorga 340 kW de potencia, unos 455CV, un par máximo de 800 Nm y una autonomía de 800 kilómetros.

Supuestamente aceleraría de 0 a 100 km/h en 5 segundos y alcanzaría los 200 km/h. Además su recarga puede ser mediante enchufe o inducción, en caso de hacerlo en cargadores de alta potencia se conseguirían 600 kilómetros en tan solo 20 minutos.

Si vas conduciendo la información relativa al vehículo se refleja en el parabrisas como los actuales Head-Up Display pero de realidad aumentada. Una simple frase haría que el asistente personal se activara y pasaríamos al modo de conducción autónomo. Es entonces cuando el cilindro situado en el salpicadero se levanta y deja de ser solo decorativo, pasa a ser el nexo de unión entre la máquina y el humano. Este acto es voluntario por lo que si apetece, se puede conducir como un eléctrico actual con dos pedales.

Este asistente es proactivo con los pasajeros pero también predictivo, de manera que propone alternativas del viaje, desvíos para ir a ver lugares que considera interesantes, restaurantes en función de sus gustos, avisarle de rutas con menos tráfico…vamos, se comporta y comunica como si fuera un copiloto más.

Difícilmente veremos circular estos vehículos por nuestras carreteras pero todo coche de la actualidad fue, en algún momento, un prototipo. Su evolución reduce drásticamente la creatividad estética de estos modelos del futuro pero son un buen ejemplo del camino que seguirá la marca, en este caso Citroën. Si el Ami One es la idea de la movilidad eléctrica, conectada y personalizable el 19_19 lo es sobre el confort, la conducción autónoma y la inteligencia artificial aplicada a la automoción.