Made in Spain. Citroën siempre ha querido remarcar esta característica del C-Elysée, una berlina “low cost” que se fabrica desde 2102 en la planta que la marca francesa tiene en Vigo. Desde entonces ya han salido de la fábrica gallega 140.000 unidades para todo el mundo. Aquí tenéis la videoprueba que hicimos poco después del lanzamiento del modelo.
El año pasado se matricularon 6.824 unidades de este coche en nuestro país, un 85% más que el año anterior, según afirma la marca. Son unos excelentes resultados para un vehículo que, si bien no despierta pasiones, sí que cubre perfectamente las necesidades de una familia media, y a un precio muy contenido. Parte del parque de C-Elysées en nuestro país también han ido a parar a flotas y autónomos del taxi en ciudades como Barcelona o Madrid.
Ahora le llega al C-Elysée la esperada renovación de medio ciclo de vida comercial, que conlleva modificaciones estéticas exteriores e interiores y una mejora del equipamiento de conectividad, básicamente. No hay modificaciones en la gama de motores ni en el chasis, excepto la incorporación de unas nuevas llantas de aleación de 16 pulgadas.
Los cambios externos son acertados en mi opinión. Ahora el coche es más llamativo gracias a la nueva calandra, con sus dos chevrones que enlazan con los faros, que se decoran con unos aros cromados en forma de C invertida. En el frontal también se ha colocado un nuevo paragolpes, que es 8 milímetros más voluminoso que el anterior. Esta es la única medida que cambia en el nuevo C-Elysée respecto al modelo precedente. Las luces diurnas LED se disponen en posición horizontal y los faros antiniebla tienen ahora nuevos elementos decorativos.
También cambian los pilotos traseros, cuyos grafismos son más grandes y enlazan con el lateral del coche, para dar una mayor sensación de anchura. Estos pequeños toques estéticos junto con los nuevos colores para la carrocería, el Azul Lazuli y el Gris Acier, que veis en las fotos, refrescan la imagen de este sedán.
Cambios en el interior
El salpicadero también se ha modificado en algunos aspectos. Este es un coche que siempre se ha caracterizado por tener un interior con una calidad de acabados y materiales simplemente correcta, y esto sigue siendo así. La consola central y gran parte del salpicadero se remata con unas molduras en color gris que, en mi opinión, siguen ofreciendo una sensación de calidad percibida bastante pobre. Están fabricadas en plástico de aspecto y tacto muy duro, y aparentemente poco resistente.
En esta consola se ha integrado la nueva pantalla digital de 7 pulgadas del sistema de información y entretenimiento.
También cambia el diseño del los relojes del cuadro de instrumentos, que en las versiones más altas de la gama incluye una pequeña pantalla digital que muestra los principales datos de la conducción. Por debajo de ella se han colocado los chivatos de emergencia, agrupados y muy a la vista.
La disposición de los mandos en este salpicadero sigue siendo un tanto peculiar. Los pulsadores de los elevalunas eléctricos, por ejemplo, están en la consola central; Y el de ajuste de los retrovisores no está en la puerta, sino escondido detrás del volante; por otro lado, el mando de luces, en una posición más natural, no dispone de sistema de luces automáticas, un equipamiento que, desde mi punto de vista, no hubiese incrementado los costes demasiado y se hace absolutamente necesario para aquellos que viven en grandes ciudades como Madrid o Barcelona con vías de circunvalación y túneles por doquier.
Estos detalles demuestran que Citroën ha cuidado mucho los costes de fabricación en este modelo, para hacerlo competitivo en el segmento de los sedán “low cost” de tamaño medio, con rivales como el Fiat Tipo, Seat Toledo, Skoda Rapid o Hyundai Elantra, entre otros.
Esta competencia, alguna de ella recién llegada, ha estimulado esta renovación del C-Elyséee sobre la que os estoy informando. Según la marca, el incremento de la oferta de sedanes económicos ha abierto el interés del público por este tipo de berlinas que tienen en la relación calidad-precio su argumento de ventas. Cierto es que lo que ofrece este Citroën por lo que cuesta compensan estos detalles de acabado y equipamiento mejorables que os he comentado.
Y es que Citroën ofrece el C-Elysée desde 11.100 euros (con los 2.500 € de descuento promocional ya incluidos) hasta los 15.250 € que cuesta la versión GLP con el acabado más completo, el Shine. Por debajo de él se vende el acabado Feel.
La gama la forman un total de 9 versiones, 8 de ellas con motores de gasolina y una única diésel con el motor BlueHDI 100. Las de gasolina pueden montar un Puretech de 82 CV o un VTi de 115 CV. Dos de estas últimas pueden combinar el consumo de gasolina y el de gas licuado del Petróleo (GLP), una versión muy enfocada al mercado de flotas.
El cambio puede ser manual de 5 velocidades o bien automático de seis, este último sólo en la versión de gasolina de 115 CV.
Buen equilibrio
En la presentación que Citroën organizó en los alrededores de Vigo probé brevemente el motor diésel. Sus 110 CV no lo convierten en un motor de grandes prestaciones, como es lógico, y además le falta algo de par a bajas vueltas; Pero cumple bien su función y mueve con cierta facilidad y sin apuros la carrocería del C-Elysée, al menos con tres personas a bordo y sus bultos .
Hay dos aspectos muy interesantes en el C-Elysée que, obviamente, no cambian en esta nueva versión: el espacio en las plazas traseras, que es excelente sobre todo en relación a la distancia entre la fila delantera y la trasera; y el maletero, cuyos 506 litros están en la media del segmento. Tiene más capacidad que el maletero de un Hyundai Elantra (458 litros) y algo menos que el de un Fiat Tipo (520 litros) y el del Seat Toledo y el Skoda Rapid (550 litros), aunque estos dos últimos cuentan con una configuración de carrocería algo diferente.
Esto permite que Citroën enfoque este coche hacia un uso familiar, para el que está perfectamente preparado. Hay buena anchura atrás, y tres adultos o uno de ellos y dos sillitas de niño caben sin problemas. Es cierto que estos asientos no son demasiado ergonómicos, pero tampoco resultan incómodos. Los reposacabezas son regulables, y el pasajero de la fila central puede colocar sus piernas de forma holgada.
Este es un coche que dinámicamente siempre se ha caracterizado por ser confortable, y su chasis prioriza este confort por encima de todo. Eso no quiere decir que su suspensión sea “mórbida”, ya que demuestra un buen equilibrio en su respuesta. Es blandita, pero no por ello penaliza en exceso la estabilidad de la carrocería en las curvas ni el guiado el coche en general. El C-Elysée es un coche fácil de conducir y agradable en general, un modelo sin excesivas pretensiones.
Un aspecto en el que mejora considerablemente es el de la conectividad a bordo. Este es uno de los puntos clave en la evolución del automóvil en los últimos años, y convierte a cualquier nuevo modelo que sale al mercado o se actualiza, como es el caso, en un vehículo con acceso a internet y con todo tipo de servicios externos para mejorar la experiencia de conducción y hacer más entretenidos los viajes.
Citroën ha montado en este sedán una nueva pantalla táctil de 7” con la cual tenemos acceso a diferentes funciones del vehículo, entre ellas el navegador 3D Citroën Connect Nav, desarrollado en colaboración con Tom Tom, y que ofrece sus datos de forma gratuita durante los primeros tres años después de la compra del coche.
En esta pantalla también podemos visualizar las app de nuestro Smartphone a través de la tecnología Mirror Screen, compatible con los sistemas Apple Car Play y Android Auto. En la pantalla también se proyecta la imagen que recoge la cámara de visión trasera, un equipamiento interesante en un coche de su estilo.
A través de la aplicación MyCitroën para Smartphone, el usuario del coche puede conocer los costes medios de sus desplazamientos habituales, saber el estado de las revisiones del vehículo, recibir ofertas de equipamiento por parte de la marca, etc.
Lo justo en ayudas
No es este un sedán equipado con la última tecnología en sistemas de ayuda a la conducción, pero sí que en el acabado más básico cuenta con limitador y regulador de velocidad, ayuda al estacionamiento trasero, detector de neumáticos poco inflados, fijaciones Isofix de tres puntos o la ya comentada cámara de visión trasera en el acabado Shine.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
El C-Elysée lleva ya cinco años en el mercado. Citroën lo lanzó en España en plena crisis económica, motivado por la necesidad de cubrir las expectativas de familias que necesitaban renovar su coche y disponían de un presupuesto limitado. Es un coche enfocado a países emergentes, pero que también se ha hecho un hueco entre nosotros al ofrecer una imagen, calidad y precio muy equilibrados. Y aunque el segmento de las berlinas de tres volúmenes y tamaño compacto no es el más demandado, el volumen de unidades fabricadas y matriculadas en España demuestra que la decisión fue acertada.
El C-Elysée sigue su camino, ahora con más competencia, dispuesto a superar esa cifra de 16.500 matriculaciones totales hasta el momento.
Los precios que os muestro ahora incluyen el descuento de 2.500 euros de la promoción de lanzamiento, a los que podría restarse otros 1.300 euros si se financia con la marca. Esto hace que la versión más básica, con motor Puretech de 82 CV y acabado Feel, pueda promocionarse por 9.800 € netos, que es lo que vais a ver en los próximos días.
C-Elysée PureTech 82 FEEL
11.100
C-Elysée PureTech 82 SHINE
12.000
C-Elysée VTi 115 FEEL
12.300
C-Elysée VTi 115 SHINE
13.200
C-Elysée VTi 115 EAT6 FEEL
13.600
C-Elysée VTi 115 EAT6 SHINE
14.500
C-Elysée VTi 115 GLP FEEL
14.350
C-Elysée VTi 115 GLP SHINE
15.250
C-Elysée BlueHDi 100 FEEL
13.400
Es un coche robusto, confortable, y elegante muy bueno de conducir y de manejar. El 100 cv shine diesel se mueve bastante, responde bien y la c¿mara trasera es ideal al ser una berlina . Estoy muy contento con el , tiene un muy buen precio para comprartelo nuevo.