Infiniti presentará en el próximo Salón de Los Ángeles su nuevo SUV de gama intermedia, el QX50. Lanzado en primer lugar en Estados Unidos, este modelo de la marca de lujo de Nissan empezará a venderse en Europa después del verano de 2018. Se lanza con un motor 2.0 Turbo con relación de compresión variable, una primicia mundial, y una potencia de 268 CV.
La gama intermedia de Infiniti, la que lleva el numeral 50, tendrá un nuevo integrante a partir del Salón de Los Ángeles, escenario elegido por la marca para presentar el QX50, un coche de 4,70 metros de largo y 5 plazas con la banqueta trasera deslizante que se convertirá en un rival directo de modelos como el Jaguar F-Pace, el BMW X3, el Audi Q5 o el Alfa Romeo Stelvio.
Con una anchura de 1,90 metros y una altura de 1,67 metros, este nuevo SUV tiene una distancia entre ejes de 2,80 metros y una altura libre al suelo de 21,8 cm, bastante elevada para tratarse de un modelo claramente asfáltico. La marca anuncia un maletero variable de entre 895 y 1.048 litros dependiendo de la posición de la banqueta trasera deslizante aunque hay que tener en cuenta que, de acuerdo con la legislación estadounidense, esta cifra está calculada hasta el techo y no hasta la bandeja como suele ser habitual en Europa.
Relación de compresión variable
El coche estrena una nueva plataforma y un nuevo motor de gasolina de manera que a nivel mecánico abre una nueva etapa en la marca ya que ambos elementos se usarán para nuevos modelos en el futuro. Lo más interesante, sin duda, es el motor. Se trata de un dos litros turbo de 268 CV que tiene la particularidad de que puede funcionar con una relación de compresión variable.
La relación de compresión es la que se establece entre la capacidad total del cilindro y la que queda libre cuando el pistón está en su punto más elevado de recorrido de manera que una relación de compresión variable significa que puede adaptarse mediante gestión electrónica el recorrido del pistón de acuerdo con las necesidades. La relación varía entre 8:1 y 14:1 dependiendo de la exigencia a la que se someta al motor. De esta manera, con una mayor relación se consigue un mayor rendimiento y con la menor relación se logra una eficiencia superior.
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Las prestaciones anunciadas son de 230 km/h. de velocidad máxima y 6,3 segundos en aceleración 0 a 100 km/h. para la versión de cuatro ruedas motrices. La de tracción delantera reivindica 6,7 segundos. En ambos casos, la caja de cambios es de tipo X-Tronic, es decir, de variador continuo de velocidad.
La plataforma, de acero, utiliza materiales de alta resistencia que permiten una reducción del peso del vehículo. Además, la disposición de los elementos (motor y tracción delanteros) maximiza el espacio habitable. El coche es un 23% más rígido que el modelo anterior, siempre según la marca. La estética, por su parte, sigue la línea de los últimos modelos de la marca y, al menos en la primera imagen suministrada, no resulta revolucionaria.
El coche dispondrá de elementos de conducción autónoma Pro-Pilot sin especificar cuales, aunque la mayoría serán ayudas puntuales a la conducción ya que la marca explica que sus clientes son partidarios de seguir conduciendo por sí mismos y delegar en el vehículo sólo en casos puntuales como, por ejemplo, las tiradas largas en autopista. El coche estará a la venta en Estados Unidos a primeros de año y en Europa después del verano de 2018 tras su presentación continental en el Salón de Ginebra.
