Opel ha concentrado a la prensa internacional en Marsella para presentar el nuevo Insignia Grand Sport GSi. La versión más deportiva de su berlina, que tanto estéticamente como en prestaciones, se desmarca de las versiones anteriormente presentadas. Se puede elegir entre el motor de gasolina 2.0 turbo de 260 CV, con un nuevo cambio automático de ocho velocidades, o el diesel 2.0 Biturbo de 210 CV, en ambos casos, disponible en carrocería berlina o familiar Sports Tourer.
El nuevo GSi continúa una larga tradición de coches deportivos Opel con este apellido. Los primeros fueron el Manta GSi y el Kadett GSi 1.8 de 1984. Cuatro años más tarde llegó el motor 2.0 litros de 16 válvulas y 150 cv para el Kadett 2.0 y en 1988 también hubo la primera versión GSi con 100 cv para el Corsa, siendo la última la de 2012, aunque durante la presentación anunciaron la próxima llegada de un nuevo Corsa GSi.
Precios Opel Insignia GSi Grand Sport a partir de 45.500 € Opel Insignia GSi Sports Tourer a partir de 46.700 €
Diferencias del GSi
Dado que en este video podéis encontrar todos los detalles del Insignia Grand Sport, vamos a repasar, si os parece, qué diferencias hay estéticas y en el interior respecto al GSi, sin dejar de mencionar datos como que está construido sobre la plataforma Epsilon 2, que mide 4.91 metros de largo (4,99 el familiar) 1,87 metros de ancho y 1,45 de alto, (1,49 el Sports Tourer) que la batalla es de 2,83 metros y que la capacidad del maletero es de 490 litros (560 el Sports Tourer) aunque con los asientos abatidos se convierten en 1.450 litros para el berlina y 1.665 litros para el familiar.
Exteriormente, la versión GSi es fácil de identificar en cuanto la vemos. Su aspecto es claramente más deportivo gracias a un nuevo paragolpes -en el que destacan dos grandes tomas de aire con perfil cromado- a las taloneras específicas, al spoiler del portón y al difusor y las dos salidas de escape cromadas que le dan un aspecto muy sport. Pero uno de los elementos que más ayuda estéticamente al GSi son las llantas de 20” de serie, que acogen a los Michelin Pilot Sport 4 S, especialmente desarrollados para él y que pudimos probar -además de en carretera- en la pista de pruebas de Fontange de la firma francesa.
Interior
En el interior los protagonistas son los nuevos asientos tipo baquet Opel “performance” con el logo GSi grabado en el respaldo, muy acordes con el estilo del coche. Gran parte de la rueda de prensa la dedicaron a explicarnos las bondades y el desarrollo de estos asientos con reposacabezas integrado y certificado AGR que, pese a su corte totalmente deportivo, disponen de regulación eléctrica, ventilación, calefacción, masaje y regulación de apoyo lateral.
Son ciertamente cómodos, uno queda muy acoplado en ellos y a pesar de disponer de todas las comodidades pesan 2 kilos menos que los del OPC anterior que no incorporaba ninguna de las características de confort disponibles. Han hecho un buen trabajo, desde luego, pero no sé si da para tanto, la verdad. El volante -un poco grande para mi gusto- también es de nueva factura con las levas del cambio y la mayoría de controles disponibles en él, mientras que los pedales de aluminio completan el tono deportivo del interior.
Equipamiento
El GSi llega con tecnología de última generación e incorpora sistemas de asistencia y confort como alerta de colisión con detección de peatones y frenada automática de emergencia, mantenimiento de carril con corrección automática de la dirección, indicador de distancia de seguridad, control de crucero adaptativo, Head-Up Display y cámara de 360°.
Dispone de iluminación matricial IntelliLux LED de última generación de serie y un capó activo de aluminio para mejorar la protección de los peatones. Nada falta en cuanto a equipamiento de conectividad ya que cuenta con el sistema Intellilink actualizado con pantalla de 8 pulgadas y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. Tiene acceso a servicios OnStar, y se puede crear un punto de acceso WiFi para siete dispositivos.
Totalmente preparado
Opel ha hecho una apuesta fuerte con el Insignia, dotándolo de tecnología y calidad para superar a sus rivales naturales como el Ford Mondeo o el Volkswagen Passat (entre otros), pero con el GSi -que según la marca es más rápido en el legendario trazado de Nordschleife que la anterior versión OPC de 325 CV- la firma alemana quiere ofrecer a sus clientes un producto más pasional, más atrevido y para ello lo ha dotado de una puesta a punto de chasis realmente efectiva. Equipa de serie chasis FlexRide y tracción integral con reparto vectorial de par, que sustituye al diferencial convencional en el eje trasero por dos embragues que pueden controlar en fracciones de segundo el par transmitido a cada rueda trasera individualmente.
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Dispone también de muelles más cortos que rebajan la carrocería en 10 mm, amortiguadores deportivos, y la posibilidad de utilizar los modos de conducción “Standard”, “Tour” y “Sport” con los que se varía la dureza de los amortiguadores, la respuesta de la dirección, la respuesta del pedal del acelerador y la zona de cambio de la caja automática de ocho velocidades. Exclusivo para el GSi es el modo “Competición”, que se activa a través del botón ESP. Una doble pulsación permite desconectar el control de tracción aunque, a la postre, “aparece” cuando considera que el deslizamiento es excesivo, como pudimos comprobar en la zona mojada de la pista de pruebas. Buenos frenos Brembo con pinzas de cuatro pistones, que en ningún momento dieron señales de fatiga, pese a que el recorrido era realmente revirado.
Mucho chasis
La mayor parte del recorrido lo hicimos con el GSi con el propulsor de gasolina de 260 CV, pero de vuelta al aeropuerto pudimos hacer unos kilómetros con el diesel. La ruta transcurría por unas bonitas y retorcidas carreteras que, a priori, no creía que fueran idóneas para los casi cinco metros y 1.683 kg del Insignia -aunque pesa 160 kg menos que el OPC-. Sin embargo no fue así. Al contrario. El GSi es un coche cómodo, con un gran aplomo en vías rápidas, silencioso -incluso en ocasiones demasiado ya que no se oye en absoluto el motor- e ideal para viajar. Pero si apretamos la opción Sport todo cambia.
En ese modo el nuevo GSi “suena” más fuerte, saca el carácter deportivo con el que lo han dotado y ofrece un comportamiento sorprendentemente eficaz. Es ágil, rápido en los cambios de trayectoria, se inscribe de forma muy directa en los virajes e incluso admite una conducción bastante “al ataque” con cambios de pesos bruscos, como pudimos comprobar en las chicanes de la pista de pruebas de Michelin. Sin duda han hecho un buen trabajo en chasis y suspensiones.
Menos motor
Sin embargo, el motor me dejó algo más frío. A pesar de que ofrece una buena respuesta superadas las 2.600/2.700 rpm -dispone de un par máximo de 400 Nm entre 2.500 y 4.000 rpm- y que se estira bien hasta alcanzar la zona alta del cuentavueltas, no está a la misma altura del chasis. Y eso no quiere decir que no sea un buen motor, en absoluto, lo que ocurre es que el chasis va muy bien.
Lo que sí está lejos de las prestaciones del resto de componentes del GSi es la caja de cambios. Excesivamente lenta, tanto reduciendo como incrementando marchas y poco acorde con el carácter sport que se le quieren dar a este modelo. La vuelta a Marsella la hicimos con el Sports Tourer diesel que dispone de 210 CV y un par máximo de 480 Nm a 1.500 rpm. El recorrido era más rápido y con pocas curvas, así que no puedo opinar sobre su comportamiento deportivo, pero me ha gustado mucho la respuesta inicial del propulsor y su aplomo y confort general.
Con un plus
Opel cifra los consumos en 8,6 litros para el motor gasolina y 7,0 litros en el diesel y aceleraciones de 7,2” con una velocidad punta de 250 km/h para el turbo inyección y 7,9” y 233 km/h para el biturbo diesel. Tendremos que esperar a realizar nuestras pruebas y comparativos para comprobarlo.
Lo que ya sabemos gracias a esta primera toma de contacto es que Opel ha hecho un buen trabajo de chasis y suspensiones en su GSi. No es un deportivo radical, desde luego que no, pero si lo deseamos, dispone del suficiente carácter sport como para satisfacer al cliente que busque ese plus en un berlina lujosa o en un familiar.
Muy bonito y muy buen precio. Lástima que sea tan grande, imposible de aparcar en ciudad. Creo que si lo hicieran con 4.6 - 4.7m venderían más.