Porsche le debe mucho al Cayenne. Desde el lanzamiento de su primera generación, en 2002, se han vendido 760.000 unidades en todo el mundo (500.000 sólo de la segunda generación), unas cifras que confirman el éxito de este SUV, que ha traído suculentos beneficios a la firma de Stuttgart. El Cayenne ha permitido que Porsche desarrollase nuevos modelos como el Panamera y el Macan, y le ha facilitado la apertura de nuevos mercados en todo el mundo.
Porsche ha celebrado por todo lo alto la presentación de la nueva generación de este SUV de lujo, la tercera, en un evento organizado en el propio museo que la marca tiene en Stuttgart, donde hemos podido ver el nuevo coche en primicia mundial.
Al Cayenne le pasa algo parecido a lo que ocurre con los buenos vinos, que mejoran con el paso de los años. La primera generación de este SUV sorprendió al mundo por sus aptitudes on y off-road (aunque este último aspecto no parece haber sido explotado demasiado) pero adolecía de una estética, desde mi punto de vista, no del todo acertada, y de un consumo de combustible considerablemente alto en general, aspectos que han ido mejorando generación tras generación junto con otros muchos detalles.
Más deportivo y liviano
Solo hay que observar detenidamente las fotos de esta nueva generación del Cayenne para ver que visualmente el coche ha ganado mucho. Los retoques en sus líneas hacen que se perciba más compacto, liviano y deportivo. De entrada, podéis ver que tiene unos faros un poco más afilados y con luces diurnas LED al estilo de las vistas en el Porsche Panamera, un nuevo paragolpes delantero con entradas de aire más prominentes y un capó que mantiene las marcadas nervaduras de la última generación, al estilo del Macán.
Visto de lateral los cambios no son tan evidentes, y se mantiene la línea de cintura elevada y los marcados pasos de rueda (que los diseñadores dicen haber engrosado) rasgos que lo identifican como un SUV con aspecto atlético y deportivo. Para dar esa estética más deportiva, también se ha modificado la inclinación del pilar C. El techo se sitúa en una posición un centímetro más baja, mientras que la longitud del coche crece 6,3 centímetros.
Recordad que el nuevo Cayenne se construye sobre una nueva plataforma y, por lo tanto, se trata de un SUV totalmente nuevo. La nueva estructura ha permitido reducir el peso del coche en 65 kilos en el caso del Cayenne S, que supera sólo por 20 kilos las dos toneladas.
Los cambios más destacados a nivel estético están sin duda en la parte trasera, en la que se han incluido unas nuevas ópticas que cruzan el portón a lo ancho, al estilo del Porsche Panamera Sport Turismo. Esto ha obligado a cambiar las formas del portón, que contribuyen también a dar un mayor aspecto de estabilidad y robustez al coche visto por detrás.
El coche se viste de serie con un juego de llantas de 19 pulgadas, que montan neumáticos de diferente anchura en el eje delantero y trasero. Opcionalmente podrán pedirse de 20 y 21”.
Y poco más. Son pequeños cambios en la carrocería que actualizan un modelo en su justa medida, como sólo Porsche sabe hacer. Con esta filosofía logró hacer incombustible al 911, y muy probablemente logre algo parecido con su SUV de referencia.
Interior más atrevido
Porsche ha arriesgado considerablemente más en el diseño del interior. Cambian muchas cosas. Adopta algunas soluciones vistas en el Porsche Panamera (el Panamera siempre ha sido un buen punto de partida: primero se rediseña el “familiar” y después el SUV) y se percibe más “limpio”, ergonómico e intuitivo.
Algunos elementos se mantienen, como el volante deportivo de tres radios, o el cuadro de instrumentos, muy similar al de la anterior generación, con el cuentarrevoluciones analógico en primer término y el resto de relojes en cascada a los laterales. Eso sí, ahora se han colocado dos pantallas digitales de 7” que ofrecen todo tipo de información durante la conducción.
Los cambios más notables están en la consola central, que luce una nueva pantalla digital de 12,3 “, más grande que la anterior, y un área inferior calcada a la del Porsche Panamera, con un menor número de pulsadores aunque eso sí, con las clásicas agarraderas en la parte inferior, los difusores de aire o el reloj-cronómetro en la superior.
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Afortunadamente, Porsche ha rectificado y deja de lado su filosofía de “un botón, una función”, que tanto ha marcado el diseño de las consolas centrales de los modelos de anteriores generaciones. Ahora todo se ve mas simple y sencillo de manejar (aunque el diseño anterior, una vez acostumbrados, tampoco suponía un problema). Pero en cualquier caso, sigue una línea de diseño más actual, donde prima el minimalismo y la funcionalidad. Algunos pensaréis que esto también repercute en los costes de fabricación del coche, que deberían ser inferiores. Pero lo cierto es que este Porsche va a seguir teniendo una tarifa elevada, al alcance de pocos afortunados. Se empieza a vender en España a partir de hoy, a un precio de 87.579 euros para el Cayenne y de 107.127 euros para el Cayenne S, que son las dos versiones que se ponen inicialmente a la venta.
La simplicidad en el diseño no significa que la tecnología y los materiales empleados sigan la misma línea. Por lo visto en la presentación estática en Alemania, los acabados siguen siendo impecables, de muy alto nivel en los ajustes, los materiales empleados y el equipamiento.
La nueva plataforma ha permitido que la amplitud interior se mantenga inalterada o mejore, como es el caso de la capacidad de carga del maletero, que llega a los 770 litros (100 litros más) contando todos los huecos disponibles.
Motores de gasolina más potentes
La gama de motores la forman un 3.0 de seis cilindros en V y 340 CV (40 CV más que el motor utilizado en el Cayenne vendido hasta ahora) y un V6 twinturbo 2.9 de 440 CV (20 CV más). El primer motor, menos potente, se monta en la versión Cayenne. El segundo, en el Cayenne S.
Pero estos no son los únicos cambios en la cadena cinemática de este SUV. Los ingenieros alemanes han decidido incorporar tecnologías ya conocidas del Porsche 911 o el Panamera, como la dirección activa en el eje trasero. Este sistema mejora la agilidad y estabilidad del coche, y facilita las maniobras en ciudad, especialmente en un SUV que casi mide cinco metros de longitud.
Equipa tracción total (de serie), y opcionalmente suspensión neumática adaptativa opcional y Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC) que estabiliza el balanceo. Este sistema ya no funciona de forma hidraúlica sino eléctrica, gracias al nuevo sistema eléctrico de 48 voltios.
Otra de las novedades introducidas son los frenos de disco de fundición gris revestidos con carburo de wolframio, un material que mejora la fricción y reduce la suciedad. Este equipo de frenos sólo podrá montarse en llantas a partir de 20”.
El equipamiento mejora con la última evolución del Porsche Connect Plus, que permite acceder a los servicios en línea e internet, y que viene de serie.
Esta nueva generación del Cayenne también se beneficia de las últimas innovaciones en sistemas de asistencia: el asistente de visión nocturna con cámara térmica, el asistente de cambio de carril, el asistente de mantenimiento de carril con reconocimiento de señales de tráfico, el asistente para atascos, el ParkAssistent con Surround View y el Porsche InnoDrive con control de velocidad con regulador de distancia, entre otros.
El nuevo Porsche Cayenne se presentará al público de aquí a unas semanas, en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Posteriormente conoceremos más a fondo sus características mecánicas en una presentación técnica que nos ofrecerá la marca.
Las primeras unidades se entregarán el 4 de diciembre, una vez se haya presentado el coche a los concesionarios españoles.
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