Renault ha presentado la quinta generación de su utilitario del segmento B, el Renault Clio. Tiene una nueva plataforma, motores más eficientes, nuevo diseño exterior e interior y se actualiza en todo lo referente a sistemas de ayuda y seguridad. Los pedidos se abren en Julio y llegará en Septiembre a los concesionarios españoles.
Si te fijas en el nuevo Renault Clio, puedes llegar a la conclusión de que apenas ha cambiado respecto al anterior Clio de 4º generación. Pero lo cierto es que no estamos hablando de un restyling, es un coche nuevo al 100%. Se trata de la quinta generación de este utilitario, del cual Renault ha vendido 15 millones de unidades desde el año de su lanzamiento, en 1990, de los cuales más de 1 millón se han matriculado en España.
La plataforma sobre la que se construye el coche es nueva. Es la CMF-B de la alianza Renault - Nissan. Es una plataforma muy moderna, que hace que el Clio sea más ligero, más eficiente, más conectado y más seguro.
Este pequeño compacto evoluciona así de forma clara, como ha venido haciendo a lo largo de su historia. Aunque no lo parezca exteriormente. Los diseñadores franceses han sido muy conservadores, teniendo en cuenta que casi la mitad sus clientes compraban el anterior Clio principalmente por su diseño, y esto les ha llevado a pensar que quizás no sería buena idea darle un cambio radical. Sin duda, el trabajo del equipo de Laurens Van den Acker fue muy bueno en su momento, y sigue siendo válido a día de hoy.
Mínimos cambios exteriores
Los cambios en la carrocería son de detalle. Hay unas nuevas nervaduras en el capó, que le dan un aire algo más atlético y musculoso; en el frontal se ha colocado una calandra más grande y un paragolpes con nuevo diseño, con sus entradas de aire más grandes y nuevos antinieblas. Los faros también son diferentes, tienen nuevos grafismos, pero mantienen las luces diurnas con forma de C. Son de tecnología LED en toda la gama.
El coche es 8 mm. más bajo y 12mm. más corto. Es un cambio insignificante, pero indica que se ha querido mantener la compacidad del anterior Clio. Algunas versiones, como la Initiale París, incorporan una antena de tipo cola de tiburón. Otras, como la Zen, marcos cromados en las ventanillas. El acabado R Line, junto con el Initiale París, equipa llantas de 17 pulgadas. Se mantiene en el diseño el tirador de la puerta trasera enmascarado en el marco de la ventanilla, para bien y para mal. Es un poco incómodo de accionar, y los niños más pequeños no lo suelen encontrar, ni llegan a alcanzarlo.
Atrás se ha integrado en mayor medida el portón con el paragolpes, que parecen de una sola pieza y adoptan, ambos, unos volúmenes parecidos, que generan una mayor sensación de robustez y anchura. Las ópticas traseras también son nuevas, aunque mantienen una forma muy parecida a la del Clio saliente.
El nuevo Clio también ha mejorado su aerodinámica con detalles como los bajos del coche totalmente carenados, estos pequeños deflectores en los pasos de rueda, o los limpiaparabrisas escondidos bajo el capó.
hay tres nuevos colores para la carrocería: Naranja Valencia, Azul Celadón y Marrón Visón.
Revolucionario interior
Y si el exterior del coche no cambia apenas, el interior es lo contrario: cambia absolutamente. Hay un nuevo salpicadero, orientado hacia el conductor, con los aireadores de la ventilación en horizontal, que crea una mayor sensación de espacio. Es un salpicadero con pocos botones y una gran pantalla de 9,3 pulgadas, con forma de Tablet, en el centro.
Debajo de ella hay una serie de pulsadores a modo de teclas de piano, para acceder a diversos sistemas: calefacción de los asientos, Multisense, Park Assist… la pantalla es de tipo táctil y con ella se maneja el sistema multimedia Easy Link, que se maneja como un Smartphone, Este sistema es intuitivo, rápido y tiene unos gráficos excelentes. Se puede configurar mediante widgets, ofrece hasta 8 perfiles de usuario y conexión a Internet 4G durante los tres primeros años.
La consola central se sitúa en una posición más elevada que en el anterior Clio. La palanca de cambios es más corta y por delante de ella se ha colocado un buen hueco para cargar el móvil de forma inalámbrica. Por detrás se sitúa el pulsador del freno de mano electrónico y dos huecos para botellas. Finalmente, se ha colocado una pequeña guantera con su tapa superior desplazable, que hace de apoyabrazos mientras se conduce.
El volante también es nuevo, tiene un aro más grueso y su parte central, donde se alberga el airbag, más pequeña. Esto hace que podamos ver con mayor claridad el cuadro de instrumentos que, como novedad, es totalmente digital. Este cuadro de instrumentos es configurable, según nuestros gustos o el modo de funcionamiento escogido en el Multisense: Eco, Sport o My Sense, este último personalizable.
En general, en estas plazas delanteras se nota un salto en calidad percibida respecto al anterior Clio. Se usan materiales más suaves, se combinan varios colores y el diseño resulta agradable a la vista.
En las plazas traseras, el ángulo de apertura de la puerta es bueno, y podemos entrar sin dificultad. El espacio ha mejorado gracias a detalles como el hueco en el respaldo del asiento delantero que permite mayor espacio para las rodillas del pasajero de la segunda fila, o el diseño de los cabezales más finos, que mejoran la visibilidad frontal. Son filas que, en este primer contacto, me parecieron bastante amplias para un coche de su tamaño. Eché a faltar conexiones USB, inexistentes en el acabado Zen de la unidad de pruebas.
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Buena capacidad de carga
El maletero ofrece 391 litros, una cifra excelente dentro del segmento. Sus formas son muy cuadradas, se ve muy profundo y una vez abatidos los respaldos de la segunda fila ofrece una capacidad de carga máxima de 1.069 litros. Un apunte: el maletero de la versión diésel tiene algo menos de capacidad: 366 litros, debido a la presencia del depósito de Adblue.
En este maletero sólo es criticable la altura del plano de carga, muy elevada. Este plano de carga tan alto tiene su explicación. Según Renault, evita tener que cambiar el portón trasero en el caso de recibir un golpe por detrás. Y esto reduce los costes de la reparación. Quizás sea así, pero obliga a hacer algo más de esfuerzo para colocar los bultos.
Gasolina, diésel, GLP y un híbrido
El nuevo Clio se vende con una gama de motores formada, en gasolina, por dos atmosféricos con 65 y 75 caballos y dos TCe, con turbo, con 100 y 130 caballos. Todos tienen tres cilindros, y pueden ir acompañados de un cambio manual de cinco velocidades, un Xtronic de tipo variador (en el caso del TCe 100), o un automático EDC de doble embrague y 7 velocidades , para la versión más potente, de 130 CV.
En diésel se ofrece el motor dci con 85 o 115 caballos, con cambio manual de seis velocidades.
El año que viene se lanzará una versión con GLP y atención, otra versión con motor híbrido , llamada E-Tech. El Clio híbrido combinará un motor de gasolina de 1.6 litros, dos motores eléctricos, y una batería de 1,2 Kw/h. Según Renault gastará, en ciudad, un 40% menos que cualquier versión de gasolina. Aquí podéis ver la entrevista a Gaspar Gascón, Director de Ingeniería del Grupo Renault, que avanza algunas características de esta futura versión.
Chasis más ligero
En Portugal conduje principalmente la versión con el motor de gasolina TCe 100, un motor de 3 cilindros turboalimentado que, como su nombre indica, da 100 CV de potencia. Tiene un funcionamiento muy refinado, es silencioso y empuja muy bien a partir de 2.000 vueltas. Por debajo de ese régimen, lo cierto es que no responde con el brío esperado, quizás porque debe “arrastrar” los desarrollos bastante largos del cambio manual de cinco velocidades.
Quizás este motor, unido al cambio automático XTronic de tipo variador continuo ofrezca una mejor respuesta a bajas vueltas y una mayor progresividad. Habrá que verlo, cuando Renault lo lance al mercado, de aquí a unos meses.
Lo que os puedo confirmar es que el que funciona redondo de verdad es el motor de gasolina más potente, el Tce 130. Es el mismo motor que se monta en el Renault Captur o el Mégane, y tiene buena respuesta en bajos, es elástico, silencioso, rueda fino y se asocia muy bien con el cambio automático de doble embrague EDC de 7 velocidades. Lo probé en Portugal montado en una versión RS Line. Y lo tengo claro, esta sería mi elección.
En cuanto a chasis, comentaros que equipa unas suspensiones muy confortables, que absorben muy bien, pero que se muestran excesivamente blandas en conducción deportiva. Un poco más de firmeza no vendría mal, teniendo en cuenta que el chasis tiene muy buenas reacciones. El coche es muy ligero, la dirección bastante directa e informativa, tracciona bien y se percibe estable y seguro. Los ingenieros de Renault han creado, además un Clio mejor insonorizado, y esto también redunda en el confort de marcha.
Semi-autónomo
Una de las principales novedades introducidas en esta nueva generación del Clio es el completo paquete de sistemas de asistencia y seguridad, que incluyen, entre otros,el regulador de velocidad adaptativo (ACC) con Stop & Go , combinado con la alerta de salida de carril y asistente de centrado en la vía. Esta combinación genera unas prestaciones de coche autónomo de Nivel 2. Es decir, el coche se guía solo por el carril, acelera y frena en función del comportamiento del coche que nos precede, y el conductor no necesita ni acelerar, ni frenar, ni guiar el coche. Eso sí, las manos deben estar sobre el volante. De lo contrario, salta una alarma y el sistema llega a desconectarse.
También es primicia en la gama Renault el frenado activo de emergencia con detección de ciclistas y peatones. El Clio también puede incluir el chivato de ángulo muerto, el reconocimiento de señales de tráfico, la cámara 360º o el Easy Park Assist. Por lo tanto, se posiciona como uno de los compactos del segmento B mejor equipados en este sentido.
Son tecnologías que vemos normalmente en coches de segmento superior, y que hacen un Clio más moderno, preparado, interesante y sobre todo, más maduro.
Buen reportaje. Me he decidido por un Clio TCe 100CV GLP. Considero que es una buena compra aunque estoy un tanto defraudado con Renault ya que sin avisar en el momento de la compra, a las motorizaciones bifuel de gasolina y GLP, le han anulado el ordenador de abordo. Motivo aparente? los datos proporcionados no son del todo fiables y para evitar reclamaciones de los usuarios, han decidido eliminarlo. Problema que conlleva, que tampoco aparece en la pantalla de conducción ningún cuentakilometros parcial, con lo que solo se pueden hacer cálculos de distancias recorridas con el contador de km total. Espero que pongan alguna solución por parte de la empresa.